La URSS reconoce su superioridad militar sobre Occidente

El reconocimiento de Moscú de haber sobrepasado a Washington en determinados sectores armamentistas ha significado un repentino giro en la actualidad del Este europeo, cuyo primer baremo significativo será quizás la anunciada visita de Leónidas Brejnev a Bonn en un futuro muy inmediato. Aunque el periódico de las fuerzas armadas soviéticas Estrella Roja no especifique en qué capítulo del potencial militar aventajan los rusos a los americanos, este simple reconocimiento se ha visto inmediatamente como un primer paso hacia la presentación de las cuentas claras en la conferencia Salt y las negociaciones para la reducción de efectivos militares en Europa.

Apenas conocido el comentario de Estrella Roja, el representante de la RDA en Bonn, Michael Kóhl, declaró a propósito del control policial sobre la misión federal en Berlín que la RFA debe reconocer que la RDA ha presentado ofertas concretas para la distensión europea, unas ofertas que en ocasiones se han visto correspondidas por pasos realistas de Bonn, que garantizan el propósito de paz y de comprensión de la RFA, y que han tenido un eco positivo. El lenguaje es nuevo.Al mismo tiempo, Kohl ha subrayado el derecho de cada país, también por supuesto el de la RDA, a llevar a la práctica sus propias leyes en relación con sus ciudadanos, clara alusión al incidente de la misión diplomática federal en Berlín. Esta demostración del realismo de la RFA contrasta con los duros ataques de la prensa oriental contra el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania Oeste, Genscher, al que acusa de inspirar una ofensiva reaccionaria contra la distensión continental. La última posición del jefe de la diplomacia de Bonn se conocerá en ocasión del debate en el Parlamento federal sobre el incidente de la Hannoversche Strasse, a petición democristiana, claro está. Paralelamente, en los círculos políticos parece vislumbrarse algo que algunos ven tan sólo como aurora boreal: el clima sociopolítico en ciertos países socialistas registra un difícil equilibrio, entre las formas de manifestación del poder y la actitud de grupos populares que! tratan de reformar él sistema desde el propio socialismo,

Moscú atribuye a las células de Helsinki, integradas por sectores disidentes, el atentado contra el Metro de la ciudad el pasado sábado, y Praga apela al espíritu de Helsinki para justificar las interferencias provocadas por los servicios de radio checos contra los programas de las emisoras americanas Radio Europa Libre y Radio Libertad, que operan desde suelo alemán federal. Praga acusa también de estímulo a la sedición a otros centros emisores, entre ellos Radio Vaticano. Según la revista sindical checa Prace, todas éstas incumplen una resolución de la ONU de 1968 según la cual se toera la adopción de estas medidas (las interferencias) cuando una emisora extranjera difunda noticias falsas o se inmiscuya en cuestiones propias del país interesado. Así, mientras llega la segunda fase de la conferencia para la seguridad europea, en Belgrado en junio próximo, y se trate el problema del libre intercambio de informaciones y de contactos, tema clave en la cumbre que se avecina el Esté parece confiar en un decisivo progreso en la distensión militar y política.

Por el momento, en la RDA se dice que parece vencido el enquistamiento de las relaciones interalemanas que se originó tras la conferencia de Helsinki, en 1975. Y esto, apenas superado un grave incidente diplomático entre los dos estados alemanes. No es mala señal, pero habrá que esperar.

Mensaje de Brejnev

El secretario general del

central del Partido Comunista de la Unión Soviética, Leonidas Brejnev, dijo en su discurso al congreso mundial de fuerzas pacificadoras que se celebra en Moscú, que la distensión peligraba debido a la carrera armamentista.

«O bien la carrera de, armamentos pondrá en entredicho el desarrollo de la humanidad en la vía del progreso -dijo Brejnev-, o bien los pueblos del mundo conseguirán romper mediante gestiones conjuntas la peligrosa espiral de la carrera de armamentos.»

En su discurso, el secretario general reiteró su deseo de mantener una conversación en la cumbre con el Iresidente norteamerica no Carter si se lograba un progreso en las conversaciones SALT sobre limitación de armamento estratégico.

Brejnev repitió su deseo de frenar el esfuerzo armamentista como lo había hecho hace algunas semanas, y en esta. ocasión afirmó que la carrera de armamentos era «un despilfarro de los recursos espirituales y materiales que se necesitan para combatir el hambre, la enfermedad, el analfabetismo y otros problemas mundiales».

Coincidiendo con el discurso de Brejnev. Fred Ikle, director de la Agencia de Control de Armas y Desarme, que abandonará su cargo el próximo día 20. dijo que la culpa de que no se hubiese llegado a un acuerdo positivo en las conversaciones SALT recaía sobre los soviéticos. puesto que la URSS no presentó ninguna contrapropuesta a las ofertas norteamericanas.