La CEE acepta negociar con España el tema pesquero

Las autoridades comunitarias han hecho público su interés por comenzar inmediatamente las negociaciones con los países terceros afectados por la extensión de los límites pesqueros.Un portavoz oficial anunció que la primera tanda de negociaciones con Estados Unidos se desarrollarán en Bruselas los próximos 8 y 9 de este mes. Posteriormente se mantendrán reuniones con las delegaciones de Noruega e Islandia.

El portavoz comunitario destacó finalmente que se van a establecer inmediatamente contactos con los Gobiernos de los otros países interesados en concluir acuerdos pesqueros con la CEE. En este grupo se encuentran España, Canadá, URSS, Polonia, Alemania del Este y Suecia, con quienes falta por fijar las fechas de negociación.En breve se espera que se celebren reuniones entre las partes interesadas españolas de cara a preparar un informe con las propuestas de España ante la CEE.

Representantes del sector pesquero sostienen que España en esta ocasión debe incorporar la pesca dentro del conjunto global de negociaciones con la Comunidad y esgrimir más que razones históricas si esto fuera necesario.

La inhibición y desgana con que habitualmente el Gobierno ha actuado en temas relacionados con el sector pesquero y cuyo resultado se ha visto de forma clara con la decisión de la CEE de extender a doscientas millas sus aguas jurisdiccionales, con el perjuicio que esto supone para la flota nacional, ha recibido la primera respuesta de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Vigo, que tras celebrar su sesión plenaria ha puesto de manifiesto que el Gobierno siempre va a remolque de los acontecimientos a la hora de tomar decisiones, como en el caso de las doscientas millas de zona pesquera.

Como ya señalábamos días atrás, la negligencia del Gobierno en este caso es clara, por cuanto hace siete meses la Dirección General de Pesca, en el primer intento que se ha hecho en este país por fijar las coordenadas de una política pesquera a través de un informe realizado decía, tras señalar cuál era nuestra situación actual, lo siguiente: «Especial mención se plantea respecto a la necesidad de intensificar los contactos con la Comunidad Económica Europea a fin de asegurar la continuidad de las pesquerías españolas de fresco, tanto en, el golfo de Vizcaya como en el Gran Sol, zonas ambas en las cuales España ha venido pescando tradicionalmente y de las que obtiene prácticamente la totalidad de la producción de pescado selecto destinado al consumo fresco.

La negociación pesquera con la CEE que nos permita un status transitorio de la continuidad de la actividad en tanto no se produce la adhesión de España como miembro de pleno derecho, es preciso iniciarla con la mayor urgencia y poniendo en juego todos los medios de negociación posibles, dada la importancia trascendente que la pesca en este área tiene para nuestro país.»

Fuentes del sector consultadas por EL PAIS vuelven a insistir que en la coyuntura actual se hace preciso encarar una alternativa de considerables consecuencias: España debe perder posiciones en el concierto mundial de las pesquerías, pasando a ser deficitaria en su abastecimiento de productos de pesca o, por el contrario, ha de reforzarse la voluntad nacional por el mantenimiento de la actividad con la adopción de las medidas que la actual situación comporta.