Salvaguardar la paz, misión del Ejército y del escritor

«Dado que nuestras misiones de escritores y militares se funden en la misma condición de salvaguardar la paz y la justicia de los españoles, no hay ninguna razón para que no estén unidas, también nuestras respectivas corporaciones y entendamos la necesidad de complementar nuestros esfuerzos beneficio de nuestra patria. Las armas y las letras siguen unidas como en los mejores tiempos clásicos.» En estos términos se expresó el ministro del Ejército, teniente general Alvarez-Arenas Pacheco, en el acto de entrega de los premios Ejército 1975, celebrado ayer en el Ministerio del Ejército, en presencia del vicepresidente del Gobierno para Asuntos de Defensa, teniente general Fernando de Santiago y Díez de Mendivíl, y varios ministros del Gobierno.El ministro del Ejército añadió que no es sólo la fuerza material la que constituye el poder militar, sino también la fuerza moral de la que no puede quedar exenta nunca la cultura.

Lós premios Ejército 1975 han recaído en los señores Gómez Lucía, Gravalos González, Elorriaga Fernández, Arecibia Torres, Alvarez del Castillo, Clemente de Diego, Alonso Alcalde, Fernández Saura, Sánchez y Lillo Oyonarte. En nombre de los premiados contestó Gabriel Elorriaga.