En el mundo existen mil millones de analfabetos
Declaración de Persépólis sobre alfabetización en el mundo
«En el mundo hay cerca de mil millones de analfabetos. Su número aumenta sin cesar.» Así se inicia la Declaración de Persépolis sobre la alfabetización en el mundo, presentada el martes en Madrid en el Club Internacional de Prensa. «Aprender a leer o escribir no sirve de nada cuando faltan otras cosas; alfabetizar cobra su sentido cuando vale para algo en la vida. De lo contrario, es algo vacío.
Esto refleja el fracaso de las políticas de desarrollo indiferentes al hombre y a la satisfacción de sus necesidades esenciales. No obstante los progresos realizados en ciertos países gracias a unas transformaciones sociales profundas, hay en el mundo cerca de mil millones de analfabetos y una cifra mucho mayor de subalimentados. Además, en numerosos casos, ni siquiera los que han sido alfabetizados han adquirido por ello, en grado suficiente, los medios de tomar conciencia de los problemas de las sociedades en las que viven y de sus propios problemas, ni los medios para resolverlos o para participar realmente en su solución. Existe inclusive una tendencia a la desalfabetización en los países industrializados».Así comienza la Declaración de principios que fue el fruto del Simposium Internacional de A Tabetización, celebrado en el pasado septiembre en Persépolis y presentado ahora en Madrid. Allí estaban representantes del mundo del subdesarrollo, de países que han luchado con los medios a su alcance contra el problema: Irán, Cuba, 'Perú. Allí estaban también figuras como Paulo Freire o Roger Garaudy, en el nombre del humanismo nuevo que comienza con la atención cultural a los pueblos desarrollados.
«En Persépolis había personas de países muy distintos, de ideologías opuestas. Y todos los representantes, evitando siempre el, triunfalismo, pudieron llegar a conclusiones comunes», dijo, en el Club Internacional de Prensa de Madrid, León Bataille, secretario ejecutivo del Simposium de Persépolis yjefe de la Secretaría de Coordinación Internacional pro-Alfabetización (UNESCO).
Allí se vio claro que el problema es político y estructural «La alfabetización no es un fin en sí. Es un derecho fundamental del ser humano... No es el único medio de liberación, pero es un -instrumento necesario de toda mutación social. La alfabetización, al igual que la educación en general, es un acto político. No es neutra, puesto que revelar la realidad social para transformarla o disimularla para conservarla son actos políticos.»
Los reunidos en Persépolis llegaron, además, a otras conclusiones que demuestran técnicamente que el éxito de la alfabetización está ligado a la voluntad política nacional.
Por ejemplo, se ha comprobado, según comentó Bataille, que los métodos de aprender a leer realmente eficaces, los que no se olvidan ni corren la suerte de su esterilización, son aquellos que se proponen concienciar a comunidades locales concretas en torno a problemas concretos: la satisfacción de una necesidad religiosa, un programa político, un plan de control de natalidad, un programa sanitario... Estos son los temas que preocupan y estos son los temas que hacen aprender a leer.
Babelia
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