La CIA y el Zaire provocaron la guerra de Angola

LondresLa CIA norteamericana y el Gobierno del Zaire fueron acusados ayer de haber provocado la guerra civil de Angola. Gustavo Grillo, ¡ino de los mercenarios que está siendo juzgado en Luanda, dijo que ambas entidades habían dado todas las facilidades a Holden Roberto, el líder del FNLA, para que reclutara soldados extranjeros con los que luchar contra el MPLA. Grillo no descartó la posibilidad de que el propio Hold en Roberto fuera un agente de la CIA.

Durante testimonios previos, algunos mercenarios británicos declararon que no habían encontrado problemas para abandonar el aeropuerto de Londres para dirigirse a Zaire con el objetivo, evidente para las autoridades inglesas, de que iban a participar en.la guerra angoleña.

Estas declaraciones abonan la tesis angoleña, según la cual, los mercenarios no eran sólo «soldados de fortuna», sino que habían llegado al país impulsados por po deres políticos extranjeros. Grillo, el acusado que habló ayer, es hijo de sicilianos, nació en Argentina y luchó como norteamericano en la guerra de¡ Vietnam. Antes de ir a Angola trabajó como guardaespaldas de un mafloso en New Jersey (USA). En su intervención de ayer, Grillo dijo que él era una víctima del «capitalismo americano», que le había conducido a convertirse «en una prostituta que vende su cuerpo a otros países». Admitió Grillo que había ido a Angola.a lucVr por, dinero. «Me siento avergonzado cuando reconozco que aquí ha habido muchos guerrilleros cubanos que han venido sólo para dar la vida por otras personas».

En la vista de ayer, el «coronel Callan» apareció esposado. Callan intentó golpear a varios de sus compañeros antes de entrar en la sala. El juez explicó: «este hombre está esposado porque es capaz de hacer cualquier cosa mientras esté ante el tribunal». Callan está acusado de haber ordenado la ejecución de catorce compatriotas suyos, también mercenarios, al comienzo de la guerra civil.

Tanto para Callan como para los doce mercenarios restantes, el Gobierno de Angola ha pedido la pena de muerte. Para intentar salvar de esta condena a los nueve súbditos británicos que aguardan la sentencia, cuatro abogados ingleses llegaron a Luanda el domingo. Sin embargo, seis mercenarios expresaron su deseo de seguir usando los servicios legales de los juristas angoleños que los han defendidohasta ahora.