El instituto del Libro organizará ferias en los barrios periféricos

El total de editores que concurren a la edición de la Feria de este año es de 148. Los distribuidores suman dieciocho, los libreros 39 y los organismos oficiales quince. También han sido construidas 34 nuevas casetas con el fin de dar entrada a un mayor número de firmas expositoras. El número total de expositores de este año es de 218.Con motivo de la presente edición, el director del Instituto Nacional del Libro Español, Alfredo Timermans, celebró ayer una rueda de prensa. Dijo el señor Timermans que había mantenido una entrevista con el alcalde de Madrid y que por decisión de éste los asuntos relacionados con la feria, que en ocasiones anteriores estaban encomendadas a otras delegaciones, en el presente año se encomendarán a la de Cultura por ser a la más adecuada para el tema. El director del INLE habló también del proyecto de establecer ferias periféricas en determinados polos de la capital coincidiendo con la feria principal del Retiro.

Por otra parte, el INLE, dedicará a la feria un número extraordinario de su revista mensual El Libro Español, con un nutrido repertorio bibliográfico integrado por 4.836 títulos seleccionados por sus respectivos editores. Como en las pasadas ediciones, alrededor de trescientos autores firmarán ejemplares de sus obras en las diversas casetas de la feria. En cuanto a la previsión de la cifra de ventas que en la pasada edición rebasó los 74 millones de pesetas, este año se espera que las ventas superen los 80 millones de pesetas.

Para Alfredo Timermans, el principal problema que presenta este año la Feria también es el de la coordinación entre libreros y editores y el de la falta de espacio. «Entiendo ha declarado a EL PAÍS el presidente del INLE que el problema importante no es el del alquiler, cuyo precio se ha aprobado por libreros y editores conjuntamente y que supone un aumento de un 2,5 por ciento respecto al año anterior. El problema se plantea en las tensiones entre libreros y editores, ya que los libreros entienden que la feria deben hacerla ellos solos y no los editores, aunque la feria fue, alrededor de los años treinta, un invento de los editores.

En la mente de todos libreros, editores e INLE late una filosofía de participación. Todos intentaremos en el próximo Congreso del día 21 de junio en La Coruña coordinar los intereses de libreros y editores», sobre el problema del espacio destinado a la exposición, el director del INLE ha anunciado que se estudian nuevas ubicaciones de la Feria y se intentan exposiciones coincidentes con la exposición central en zonas más populares como Vallecas o Villaverde.

Por encima de todas las tensiones entre libreros y editoriales, por encima de todos los problemas materiales, «lo único que justifica la feria y todas sus vicisitudes, para el señor es su auténtico valor cultural».

Sobre la proyección internacional de la feria, el director del INLE cree que es la feria de Europa más importante después de la de Frankfurt, y que aunque ya participan algunas editoriales de México y Argentina, esperan estar en condiciones próximamente de darle una clara proyección iberoamericana.