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Columna
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El ‘sí’ y el ‘no’ colombiano en audiencia con el papa Francisco

Qué falta de respeto usar al Pontífice para no reconciliar las posiciones entre Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe

Diana Calderón

El expresidente y senador Álvaro Uribe viajó raudo en el avión que generosamente puso a su servicio el industrial Luis Carlos Sarmiento para que llegara a tiempo a una audiencia con el papa Francisco, el mediador. El Vaticano por idea del nuevo procurador colombiano, Fernando Carrillo, citó al líder del Centro Democrático para que estuviera en Roma, en la audiencia que tenía programada el presidente Juan Manuel Santos. Un Nobel de la Paz no puede negarse y dio su visto bueno al Pontífice. Así que allí estuvieron.

A la salida como era esperable, Álvaro Uribe se reencauchó a través del papa Francisco, repitió una y otra vez, vía Periscope, las razones por las cuales votó 'no' en el plebiscito. Tampoco el Papa lo convenció, también al Papa le dijo que 'no'. Logró como siempre alargar su “momentum” hasta las elecciones de 2018, que es el fondo de todo. Y no porque no crea en sus argumentos, es porque cada vez más construye en contra del proceso de paz con las FARC, la plataforma electoral para las próximas elecciones y esa no es otra que plantear que Santos se saltó la institucionalidad, logró poner las cortes y al congreso a su servicio para implementar los acuerdos.

Ingenuo el Procurador Carrillo, pero eso habla bien de quien aún cree en las buenas intenciones, aunque terminó por montarle a Uribe un escenario, convertirlo en interlocutor del Papa para validar su oposición. Qué absurdo. Y qué falta de respeto usar al papa Francisco para no reconciliar posiciones o al menos llegar a un acuerdo para mejorar en el uso del lenguaje, privilegiar aunque sea la reparación de las víctimas y seguir el legítimo camino de la oposición pero sin esconderse en el manto de la Iglesia. Roma locura, causa finita.

Y hablando de Iglesia y de política, pasemos a otras. La senadora cristiana Vivian Morales y su esposo Carlos Alonso Lucio ganaron en el Congreso esta semana, 2 de 4 debates, para convocar un referendo que prohíba la adopción de menores por parte de parejas homosexuales y de hombres y mujeres solteros o separados pues en sus creencias, los niños no pueden o no deben ser criados sino por familias conformadas por padres y madres.

Es otro absurdo: quien propone es nada menos que una congresista Liberal. Que además fue fiscal general de la Nación, que además ha visto cuántos niños están siendo deseados por hombres y mujeres que los quieren amar y educar y prefiere el referendo para ir pavimentando también la plataforma electoral de 2018? No es un secreto que las iglesias están poniendo votos y también impidiendo la solidaridad y el perdón, sus principales soportes ideológicos y filosóficos. Absurdo que sean las mayorías las convocadas a votar por los derechos de las minorías. Trampa del sistema democrático.

No debería sorprendernos que bajo la sombrilla de un partido como el liberal se promuevan los preceptos del conservadurismo. Como tampoco que desde el derechista Centro Democrático, el ex guerrillero del M-19, Ever Bustamante, ahora miembro de esa colectividad, se rasgue las vestiduras porque a los integrantes de las FARC les hayan permitido el ingreso a la Biblioteca del Congreso. Absurdo.

Bustamante hoy tiene de jefe al ex presidente Uribe, el mismo que en agosto de 2004 cuando dirigía el país, vio con buenos ojos que 3 jefes paramilitares en negociaciones con su gobierno hablaran ante el pleno del Congreso. “Desde que haya buena fe para avanzar en un proceso no tengo objeción a que se les den estas pruebitas de democracia. Creo que se sienten más cómodos hablando en el Congreso que en la acción violenta en la selva”.

Y no es que me parezca una imagen ejemplar ver a los guerrilleros de las FARC pasearse por la biblioteca del Congreso, es porque es el camino que escogimos a cambio de que se desarmen.

Pero si de absurdos se trata, les dejo unos cuantos más. En Colombia algunos gremios critican la posibilidad de ponerle impuesto a las bebidas azucaradas porque los más pobres son quienes más las consumen. Entonces que se enfermen de diabetes porque son pobres. Que no se toquen sus bolsillos pero se llenen de veneno sus cuerpos hasta la obesidad que mata mientras los industriales del azúcar se van en contra de la reforma tributaria.

Todo lo anterior es populismo, es la mentira, es la incoherencia validada como forma de hacer política, de la emoción sobre la razón y nosotros los medios como reproductores vacíos de tanta blasfemia, normalizando como las redes sociales la violencia con el mismo argumento de que estamos obligados a democratizar la información, a darles micrófonos a todos. Cuando realmente lo que estamos obligados es a tener el criterio y la entereza de denunciar y hacer memoria. Esa debe ser nuestra verdad. No la posverdad de estos días en los que el 2016 se acerca a su fin mostrándonos a todos la fuerza del absurdo.

Diana Calderon es directora de informativos y de @hora20 de Caracol Radio Colombia. @dianacalderonf 

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