‘Parecido a un asesinato’: una entretenida intriga criminal con Blanca Suárez y Eduardo Noriega
El estimable regreso a la gran pantalla del veterano Antonio Hernández juega con los distintos puntos de vista de los personajes

En este verano cinematográfico casi recién terminado se ha demostrado una vez más el atractivo dramático de los juegos narrativos con el punto de vista de los personajes. Weapons, de Zach Cregger, la película que mejor nos ha acompañado durante los meses de canícula, era una historia de terror que escondía un formidable drama de personajes. Un relato que, contado sucesivamente desde sus distintos puntos de vista, e incluso repitiendo una pequeña parte de sus acontecimientos, iba forjando un estupendo poder de fascinación.
Algo semejante, aunque un par de escalones por debajo en cuestión de calidad, ocurre con la española Parecido a un asesinato, estimable regreso a la gran pantalla del veterano Antonio Hernández tras 10 años sin filmar un largo. Dos películas que, sin llegar a constituirse totalmente como muestras del llamado efecto Rashomon (la falta de fiabilidad de los testimonios subjetivos de cada uno de los roles alrededor de un mismo suceso, relatados consecutivamente), creado por Akira Kurosawa en su mítica película de 1950, sí que se acercan a algunos de sus postulados.
Así, la nueva obra de Hernández, un thriller psicológico basado en una novela de Juan Bolea, se estructura a partir de tres grandes segmentos (de 45 minutos, 30 minutos y 20 minutos, respectivamente), culminados con un epílogo que en realidad es casi un prólogo que se ha guardado hasta el desenlace, pues sucedió en un tiempo anterior a toda la historia. Tres piezas que vienen a contar lo mismo, pero desde las distintas miradas del triángulo de personajes principales: un padre viudo, exitoso novelista de intrigas; su hija adolescente, loca por el cine y por filmar cualquier situación cotidiana con su cámara al cuello, casi un complemento de su propio cuerpo y hasta de su mente; y la pareja (Blanca Suárez) del escritor, casi 20 años más joven, que debe ejercer de nueva madre en la sombra (y no querida).

El primer tercio es el más discutible, entre otras cosas porque no parece haber un buen trabajo con los intérpretes, demasiado recitativos en algunas frases y situaciones. Quizá también porque las secuencias colectivas o de grupo, con extras en un ambiente cultural y burgués de evidente lujo, tampoco parecen bien pergeñadas, y acaban manifestándose con un punto de acartonamiento.
Sin embargo, al llegar el segundo punto de vista todo mejora ostensiblemente en un nuevo tercio con mucho menos texto y más cinematográfico, en el que el director de las excelentes Lisboa (1999) y En la ciudad sin límites (2002) domina de modo notable la imagen, el tono y la puesta en escena, con bonitas transiciones entre escenas y una buena partitura de acompañamiento de Luis Ivars. Además, va surgiendo con convicción un afilado fondo social en torno a la obsesión amorosa y a la violencia de género (Tamar Novas está fenomenal), fusionado con el embuste continuo de los personajes, que se quieren muchísimo pero que se engañan continuamente unos a otros.
Parecido a un asesinato recuerda sobremanera a aquellos thrillers psicológicos que reinaron en los años noventa, desde El cabo del miedo a Durmiendo con su enemigo, recuperando así para el cine español un tipo de producción comercial y de entretenimiento que ya apenas se practica, pues ha sido sustituido para el gran público por numerosas series de televisión (casi siempre desmesuradamente largas y sin la menor capacidad para la elipsis).
Quizá el tercer punto de vista, el de la chica —la hija imposible de aquel Bosco obsesionado por grabarlo todo de Himenóptero, el primer corto de Alejandro Amenábar, base para su posterior Tesis, con Eduardo Noriega en medio de todo— podría haberse ajustado más en el tiempo. Pero la cadencia en la información es buena y, aunque el encuentro final no sea plausible, el desenlace es el que debía tener una historia de este calibre: la habitual crónica de sucesos protagonizada por seres humanos sencillos, capaces de hacer cosas muy graves en determinadas circunstancias.
Parecido a un asesinato
Dirección: Antonio Hernández.
Intérpretes: Blanca Suárez, Eduardo Noriega, Tamar Novas, Claudia Mora.
Género: thriller. España, 2025.
Duración: 106 minutos.
Estreno: 3 de octubre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
