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Ana Garralón, especialista en literatura infantil: “Fantasía y pedagogía siempre han estado peleadas”

La escritora y profesora reconstruye el papel decisivo de las mujeres en este campo en el ensayo ‘Las incursoras’

Ana Garralón, especialista en literatura infantil, en la Feria del Libro de Madrid, el martes pasado.
Ana Garralón, especialista en literatura infantil, en la Feria del Libro de Madrid, el martes pasado.Samuel Sánchez
Andrea Aguilar

Lleva un tiempo instalada en el pueblo de Monteagudo de las Vicarías (Soria), pero Ana Garralón (Madrid, 58 años) viaja con frecuencia y, esta semana, camino de Lisboa, pasa por la Feria del Libro del parque del Retiro. Su pasión lectora cuenta que arrancó en la primera adolescencia, y, curiosamente, mientras cursaba Magisterio se produjo su flechazo con la literatura infantil y juvenil, una pasión que ya nunca ha abandonado. En este campo ha ejercido como librera, lectora para editoriales, profesora, consultora, o crítica. Autora de Leer y Saber. Los libros informativos para niños, entre otras obras, y del blog Anatarambana, ahora, en el ensayo Las incursoras (Las Afueras) Garralón reúne la historia de mujeres que como escritoras, antólogas, editoras, diseñadoras, fotógrafas o ilustradoras han contribuido de forma decisiva a crear y difundir libros para niños, desde el siglo XVIII hasta 1980. “Me detengo justo en esos años en que se produce un crecimiento desorbitado del libro infantil en España, un país que estaba en los primeros años de la democracia y necesitaba lecturas para una sociedad nueva”.

Pregunta. ¿La literatura infantil le debe tanto o más a las mujeres de los salones literarios del siglo XVIII en París como a los hermanos Grimm?

Respuesta. De ahí surge el movimiento de los cuentos de hadas, el germen de las antologías que luego se traducen en Alemania e Inglaterra. Ellas son mujeres enfrentadas a los roles que les otorgaba la sociedad, y su espíritu guía a las otras muchas que consiguen conquistar su espacio creativo y revertir la sociedad.

Ana Garralón, en la Feria del Libro de Madrid.
Ana Garralón, en la Feria del Libro de Madrid. Samuel Sánchez

P. ¿Hay sitio hoy para las hadas?

R. Debería haberlo, porque si quitas ese acervo te quedas con versiones que son apenas literarias en las que se pierde los simbólico, lo mítico, lo que no se explica.

P. ¿El papel de las mujeres en la literatura infantil ha sido obviado?

R. Las mujeres han sido grandes hacedoras como autoras, antólogas, promotoras, editoras, fotógrafas o ilustradoras. Han estado en muchos lugares y muchas de ellas como, por ejemplo, Carmen Lyra, que quiso ser religiosa y acabó como anarquista revolucionaria, fueron prohibidas y tardaron mucho tiempo en ser rescatadas. Parece que las mujeres valientes solo existen ahora, pero no es así.

P. Escribe sobre los fotolibros infantiles.

R. Sí, en los años de la década de 1930 y 1940 hubo grandísimas fotógrafas viajeras. Las mujeres podían usar la cámara para expresarse y los libros para niños, que aparecieron entonces, eran una ventana al mundo. En los años 80 tuvieron un gran declive.

P. Habla de la llegada del realismo y de otras tendencias literarias a la literatura infantil.

R. Sí, el costumbrismo o el realismo crítico también llegaron a los libros infantiles, que siempre van en paralelo a las corrientes del momento. Por ejemplo, hoy la autoficción y la autoayuda también asoman en la literatura infantil.

P. ¿Cómo han cambiado los cuentos?

R. Antes eran más abiertos y menos directos, así que convocaban muchas miradas distintas. Hoy en día todo tiene que estar claro, si hay fuego en la historia, quema, no puede decir otras cosas. Los valores están muy claros y el resultado son libros más planos. Pero fantasía y pedagogía siempre han estado peleadas. A la fantasía siempre se la ha mirado con sospecha

P. ¿Hay libros hoy que no se podrían publicar?

R. ¡Pero si se siguen reeditando! Lo que falta son creadores con tanta ambición como tuvo, por ejemplo, Maurice Sendak. Hoy se escribe y se publica mucho, pero se va a fórmulas que funcionan. Esta bien leer para entretenerse pero hay que desarrollar lectores atentos.

P. ¿Por qué se pierde el gusto por la lectura superada la infancia?

R. Hay una instrumentalización grande de la lectura en la escuela y los planes de lectura tienen poca chicha. La caída es más fuerte entre los chicos, a quienes les interesa más la no ficción. Hay que revisar lo que se está leyendo.

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Sobre la firma

Andrea Aguilar
Es periodista cultural. Licenciada en Historia y Políticas por la Universidad de Kent, fue becada por el Graduate School of Journalism de la Universidad de Columbia en Nueva York. Su trabajo, con un foco especial en el mundo literario, también ha aparecido en revistas como The Paris Review o The Reading Room Journal.
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