‘HLM Pussy’: singular acercamiento al consentimiento sexual desde el ímpetu y la ingenuidad adolescente
El drama francés aporta una gama de grises a una revolución necesaria: la lucha contra la violencia machista
Las dificultades de las mujeres para probar determinadas agresiones sexuales no son exclusivas de España. El fenómeno es global y la problemática envuelve muy distintos ámbitos que acaban estando relacionados: legal, jurídico, político, social e incluso moral. Frente a ello, las consecuencias en los apartados anteriores las estamos observando cada día en los medios de comunicación y en las redes sociales de todo el mundo. Por lo que aquí nos atañe, el cine también se está haciendo eco de ello en tiempo real y en formas dispares, como arte y como espectáculo que da cuenta tanto de los movimientos sociales colectivos como de las preocupaciones individuales de los seres humanos.
En los últimos meses no han sido pocas las películas que han reflexionado y mostrado los efectos de la falta de consentimiento sexual y las aristas que pueda o no tener cada acto en concreto. Títulos como How to Have Sex, Hotel Royal, Secretos de un escándalo, No estás sola: La lucha contra La Manada y la recuperación de Not a Pretty Picture, junto a otras obras recientes como El acusado y varias como El consentimiento aún por estrenarse, han desarrollado variados aspectos de un tema al que se acerca desde una perspectiva singular la película francesa HLM Pussy, dirigida por Nora el Hourch.
Esta directora es una realizadora novel, hija de padre marroquí y madre francesa, justamente como su protagonista, una chica de 15 años que sufre un beso no consentido en un baño por parte de un joven mayor de edad. El Hourch aporta en su trabajo una novedad al conjunto de películas sobre el tema: las pasadas de frenada. Es decir, esas circunstancias que, ante la indefensión, el miedo o la ausencia concreta de pruebas, llevan a determinadas mujeres a traspasar las líneas legales y a convertirse no ya en acusadoras de un delito que pueda ser juzgado por unos tribunales, sino en personas que, por culpa de las medidas tomadas para contrarrestar esa agresión anterior, pasan a ser presuntas infractoras de un delito distinto. Con todas sus implicaciones (de nuevo, legales, jurídicas, políticas, sociales y morales), y aun siendo casos en diferentes niveles, la situación real de la española Juana Rivas podría servir de contexto para el caso que muestra la película. En el filme, la grabación de un vídeo por parte de las amigas de la víctima del beso no consentido, en un acto que la agredida provoca para que el agresor de aquel hecho la vuelva a asaltar, cosa que no se acaba de producir.
Las chicas, pese a todo, acaban volcando el vídeo en redes sociales y este se hace viral, aunque lo que allí muestre el hombre quizá no sea tanto una agresión como la torpe insinuación “de un capullo”. Por tanto, difícilmente tipificable como delito para él, y quizá sí para ellas, por razones totalmente distintas. El caso, que fusiona el extraordinario ímpetu adolescente con su inevitable ingenuidad, es peliagudo, pero es una pena que el atrevimiento y la originalidad de la directora para plantear una coyuntura así no se vean correspondidos con un desarrollo a la altura de su propuesta, entre otras cosas porque se va por otros derroteros con menor interés dramático.
Hace solo unos meses hemos visto también en el cine las penosas consecuencias que puede acarrear a una persona de buenas intenciones grabar en un sitio privado un supuesto delito para demostrar fehacientemente el hecho y descubrir al culpable. A la noble educadora de la película alemana Sala de profesores, de notable hondura en muchos aspectos, le ocurría algo parecido que a las chicas de HLM Pussy, titulada como el sobrenombre de la cuenta en redes que cuelga el vídeo.
Una frase de una de las chicas resume la situación con riqueza: “Estamos viviendo una revolución, por lo que va a ser inevitable correr riesgos”. A su manera, la del arte, el Hourch también los corre y no sale del todo bien parada, en particular con el ambiguo retrato del joven agresor. Pero su película, con relevantes matices en torno a los conflictos de clase entre inmigrantes de primera y segunda generación (unas sienten sus orígenes; otras solo buscan que no se les noten), tiene el valor de aportar gamas de grises a una revolución necesaria: la lucha contra la violencia sexual.
HLM Pussy
Dirección: Nora el Hourch.
Intérpretes: Leah Aubert, Bérénice Bejo, Salma Takaline, Mounir Margoum.
Género: drama. Francia, 2023.
Duración: 101 minutos.
Estreno: 12 de abril.
Babelia
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