Art Basel regresa a lo grande a Hong Kong, la ciudad que aspira al trono cultural de Asia

Cuando en 2013, Art Basel abrió sus puertas en Hong Kong, la antigua colonia británica resultaba más bien irrelevante en la escena internacional del arte contemporáneo. Poco más de una década después, y al margen de la feria, la ciudad cuenta al menos con tres apabullantes razones que justifican la presencia aquí esta semana de algunos de los galeristas y coleccionistas más importantes del mundo: el Museo de Arte de Hong Kong; la antigua comisaría de la época colonial Tai Kwun, reconvertida en espacio artístico, y M+, la última joya con la que Hong Kong aspira a coronarse en la cima de la cultura contemporánea mundial.

Entre esos tres puntos y el Convention and Exhibition Centre de Hong Kong, donde se celebra la feria, del 26 al 30 de marzo, desfilan estos días profesionales del arte venidos de todo el mundo, que se juegan buena parte del pastel de ventas del año. No extraña que el número de expositores interesados en mostrar a sus artistas con mayor gancho en Art Basel Hong Kong, la mayor feria de la región Asia-Pacífico, haya crecido en 2024 un 37% con 23 nuevas galerías, hasta alcanzar el récord de 242 galeristas de 40 países.

Tras cuatro años de perfil bajo, la feria propiedad de Art Basel (con sedes también en Basilea, París y Miami Beach) ha recuperado el tamaño previo a la pandemia y a algunas de las galerías internacionales más poderosas, como la estadounidense Gagosian, la británica White Cube o la suiza Hauser & Wirth, que acaba de mudarse a una nueva y más amplia sede en la ciudad. A golpe de talonario, Hong Kong se ha propuesto en esta edición confirmar su fortaleza frente a la competencia de las otras dos grandes capitales en la región: Seúl, con una potente feria propiedad de Frieze, rival global de Art Basel, y Singapur, que, como Hong Kong, trata de atraer a coleccionistas internacionales con su baja fiscalidad.

El ecosistema artístico chino se expande así sin tocar techo por el momento. En 2023, las exportaciones de arte de Hong Kong aumentaron casi un 60% en el primer trimestre en comparación con el mismo periodo de 2022, según el informe sobre coleccionismo global que los analistas financieros de UBS elaboran para Art Basel y que da por superado el trauma de la pandemia en el mercado del arte. El informe, publicado el 13 de marzo, confirma además y por primera vez el sorpasso de China (19% de las ventas mundiales) sobre el Reino Unido (7%) como segundo mercado mundial del arte, solo por detrás de Estados Unidos (42%). De hecho, y en contra de la tendencia global, que marcó una caída del 4% en las ventas, las de China aumentaron un 9% en 2023, hasta alcanzar los 12.200 millones de dólares (unos 11.300 millones de euros). Aunque el empuje se moderó en la segunda mitad del año, ante la previsión de una contracción de la economía, las de 2024 se mantienen al alza, animadas por los tipos de interés y el control de la inflación.

“El resurgimiento de este mercado está ligado a la vitalidad del panorama artístico de Hong Kong y a una nueva generación de coleccionistas y de público cada vez más aficionado al arte”, comentó Noah Horowitz, consejero delegado de Art Basel, en la jornada de arranque de la feria.

A la espera de la incertidumbre

Todo ello pese a las innegables turbulencias políticas y económicas que asoman en el horizonte de la segunda potencia económica mundial. La tensión entre Estados Unidos y China y la desaceleración económica de esta, con origen en la crisis del mercado inmobiliario, está impactando sobre la escena artística de la región, en particular en las casas de subastas. Aunque Christie’s anunció el pasado lunes el traslado a Hong Kong de su cuartel general en Asia-Pacífico para septiembre de este año, y Sotheby´s el de sus oficinas en la capital a una nueva y más amplia localización, ambas firmas cerraron en noviembre de 2023 unas ventas internacionales decepcionantes, que ni la cada vez más activa clientela del sudeste asiático pudo remediar.

Las interferencias políticas de Pekín suponen también una amenaza sobre la confianza en la ciudad. El anuncio en enero de una nueva propuesta de ley de seguridad en Hong Kong dirigida al terrorismo y el espionaje ha reabierto el debate sobre las libertades y la posible fuga de cerebros, especialmente entre los representantes de museos e instituciones culturales occidentales presentes en la feria. Se estima que 250.000 habitantes de Hong Kong se han mudado al Reino Unido desde que se anunció que se abría la puerta a la residencia para los ciudadanos de Hong Kong con pasaportes británicos. “No hemos recibido ninguna indicación [de las autoridades hongkonesas] sobre cómo debemos actuar. Si hubiera algún temor, los artistas o los galeristas nos lo hubieran hecho saber. Y lo único que estamos viendo es que algunas de las galerías más potentes del mundo están redoblando su apuesta en Hong Kong”, declaró en la feria a EL PAÍS Vincenzo de Bellis, director de ferias de Art Bassel.

Ajena a los nubarrones, Art Basel Hong Kong ha arrancado con buen pie este año, con 24 nuevas galerías y el regreso de otras que se ausentaron durante la pandemia (Galerie Lelong o Lisson Gallery) que tratan de compensar la ausencia de otras como las neoyorquinas Marian Goodman o Sean Kelly. Organizada en cinco secciones, presenta en Discoveries el trabajo en solitario de artistas como Arthur Marie, autor de retratos fantasmagóricos en la galería parisiense Fitzpatrick; en Insights, centrada en artistas de la región de Asia y Pacífico, hay obra del fallecido Shiy De-jinn, cuyos retratos sobre el deseo queer de las décadas de 1950 a 1970 son pioneros en el este de Asia. Encounters es el área dedicada a 16 proyectos artísticos de gran escala (11 creados específicamente para la feria), bajo el título Soy una parte de lo que he conocido. Kabinett, la parte volcada en presentaciones de las galerías participantes, la mayoría asiáticas, alcanza este año los 33 proyectos participantes, el mayor en la historia de la feria. Las conversaciones entre agentes del mundo del arte y el apartado dedicado al arte audiovisual contemporáneo cierran el menú oficial de una cita que, en sus primeras horas de apertura, respiraba el optimismo que transmiten como nadie los galeristas después de cerrar una venta.