¿Cómo afronta China una posible crisis económica?
A principios de la década de los años 2000, China se convirtió en la mayor potencia industrial y en un proveedor crucial para el resto del mundo. Ahora, su economía se ha estancado y su deuda pública es cada vez mayor. ¿Cuáles son los motivos que explican esta deflación? ¿Qué ha provocado la caída del dragón asiático? Te lo contamos en el nuevo vídeo de ‘Si lo hubiera sabido’
China ha sido durante años un motor del crecimiento en todo el planeta. A principios del siglo XXI, el gigante asiático se convirtió en un mercado imprescindible para las grandes multinacionales y en el epicentro de la atención económica mundial. Fue cuando su economía vivió su momento más boyante, con enormes ganancias de la productividad, la llegada masiva de inversión extranjera y un éxodo de millones de trabajadores que se mudaron del campo a la ciudad. Incluso su liga de fútbol profesional representó un polo de atracción similar al que en el último año ha experimentado la de Arabia, con el fichaje de estrellas rutilantes, atraídas por el dinero. Hoy, sin embargo, su economía parece haber perdido fuelle, como el balón, hoy una metáfora desinflada. ¿Se ha terminado entonces el milagro chino? Te explicamos a continuación los motivos que explican su gran deflación.
Durante estas últimas cuatro décadas, el despegue económico de la República Popular China transformó no solo un enorme país de unos 1.400 millones de habitantes, sino también la realidad económica global. No es para menos: una cuarta parte de todo el crecimiento mundial durante estos cerca de 40 años tuvo lugar, precisamente, en este país.
La producción industrial de China triplica la de una superpotencia como Estados Unidos
Esto supuso que se multiplicaran nuevas fábricas, rascacielos y todo tipo de infraestructuras a lo largo y ancho del país. Por ejemplo, China tiene más kilómetros de autopistas, redes de metro y líneas de tren de alta velocidad que todos los demás países del mundo juntos. Gracias a este proceso de vertiginoso crecimiento, China llegó a convertirse en el gran ensamblador del mundo. De hecho, en paridad de poder adquisitivo, esto es, teniendo en cuenta la diferencia de precios, la producción industrial de China triplica la de un país como Estados Unidos.
Sin embargo, ahora todo apunta a que el rugido del dragón asiático se está apagando. Las familias están acumulando efectivo, tanto la demanda como la oferta de préstamos se está desplomando a su peor registro desde el año 2009, las empresas privadas apenas están invirtiendo y los gobiernos locales están reduciendo sus gastos, todo lo que pueden. Todo esto es lo que explica, por ejemplo, que el desempleo juvenil haya batido todos los récords o que la economía esté prácticamente en deflación.
La pregunta es: ¿por qué? ¿Por qué se ha pasado de hablar del “milagro chino” a semejante enfriamiento económico? A continuación, las razones que explican cómo ha llegado China a este escenario.
Las cinco causas de la crisis china
El envejecimiento es la primera causa que manejan los demógrafos, pero también los economistas. China es un país envejecido cuya población ya se está contrayendo. Menos población y, sobre todo, menos población en edad de trabajar supone disponer de menos demanda, menos mano de obra disponible, menos emprendimiento y mayores costes laborales.
En segundo lugar, la guerra comercial y tecnológica que mantiene con Estados Unidos, desatada por su expresidente Donald Trump, está haciendo que muchas multinacionales empiecen a ver a China como un destino poco seguro para sus inversiones. Y de hecho, la entrada de inversión extranjera directa en China se ha desplomado en los últimos años, al preferir optar por otros mercados.
China es un país envejecido. Esto implica menos población en edad de trabajar, menos demanda, menos mano de obra disponible, menos emprendimiento y mayores costes laborales
Tercero, desde el año 2008, la economía china ha acumulado una enorme cantidad de deuda hasta alcanzar prácticamente el 300 % del PIB. Este es un nivel más alto que el de los países occidentales. Todas las construcciones, rascacielos e infraestructuras se han financiado con deuda pública. Una situación que ha llevado a muchos gobiernos locales a pedir un rescate al gobierno central.
Una cuarta parte de todo el crecimiento mundial durante estos cerca de 40 años tuvo lugar en China
Por último, una razón bicéfala: el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y la caída de la productividad y la rentabilidad de las empresas chinas. Lo cierto es que la economía del país se ha vuelto cada vez más ineficiente y más dependiente de la industria del ladrillo. Un exceso de inversión que les ha representado numerosos problemas.
Ahora bien, ¿cómo puede China contrarrestar esta situación? ¿hasta dónde llegan los problemas de China? ¿Qué pueden suponer para el futuro de este país? ¿Realmente el milagro chino ha llegado a su fin? ¿Qué medidas está tomando el gobierno de Xi Jinping para enfrentar esta situación? Te contamos todos los detalles en el último vídeo de Si lo Hubiera Sabido, el canal de información financiera de Mutuactivos.