Globos de Oro 2024: ‘Oppenheimer’ y ‘Succession’ vuelven a llenar Hollywood de brillo y glamur
Tras un par de ceremonias descafeinadas por el escándalo que azotó a los premios y la pandemia, la gala regresa con fuerza. La película de Christopher Nolan se lleva cinco galardones, ‘Barbie’ logra solo dos y el español J. A. Bayona se queda sin estatuilla
El glamur ha vuelto. Históricamente, los Globos de Oro han sido los segundos grandes premios de Hollywood, cargados de brillo y acompañados por una larga y poderosa alfombra roja por la que paseaban los grandes nombres del entretenimiento mundial. Sin embargo, hace dos años perdieron parte de (por no decir casi todo) su lustre por un escándalo que azotó a los premios y a toda la estructura de Hollywood. Acusaciones de racismo y de falta de diversidad, así como de un exceso de prebendas para el escaso centenar de miembros votantes, hicieron que se tambaleara no solo su entrega (que, de hecho, en 2022 se hizo a puerta cerrada y tras la devolución de galardones de grandes como Tom Cruise), sino parte de la estructura de premios de la industria. El año pasado, con ciertos cambios y un punto de discreción, los galardones regresaron. Y en esta edición finalmente han recuperado su esplendor, su larguísima alfombra roja y a más estrellas de las esperadas. La competición entre las favoritas, Barbie y Oppenheimer, ha tenido a la segunda como clara ganadora. En series, Succession, de HBO Max, ha sido la más premiada, con cuatro Globos de Oro, pero también The Bear, de Hulu/Disney+, y Bronca, de Netflix, que han obtenido tres galardones: mejor serie de comedia y mejor miniserie, respectivamente, junto a dos premios de interpretación cada una. Quien no se ha llevado estatuilla ha sido el español J. A. Bayona, que optaba a la categoría de mejor película de habla no inglesa con La sociedad de la nieve.
Antes de la gala llegó la siempre esperada alfombra roja, la primera grande de la temporada. Un recorrido por el hotel Beverly Hilton que recuperó su esplendor gracias a Julianne Moore, Emily Blunt, Matt Damon, Martin Scorsese, Natalie Portman, Jennifer Lopez y Ben Affleck, Emma Stone, Leonardo DiCaprio, Margot Robbie, Natalie Portman, Ryan Gosling, Amanda Seyfried, Nicolas Cage, Paul Giamatti, Bradley Cooper (de la mano de su madre) y Taylor Swift, de las últimas y más esperadas.
Y después, una entrega de premios tranquila, sin sobresaltos ni demasiados chistes. Empezando el año electoral, Donald Trump y Joe Biden han estado lejos de los discursos. El presentador, el comediante y actor Jo Koy, ha mantenido una actitud de discreción y bromas blancas y limpias, en un guion escrito en pocos días. La guerra de Ucrania no ha vuelto a la palestra, tras ser citada el año pasado, y por supuesto la de Gaza ni se ha tocado. Elizabeth Banks y Dua Lipa bromearon sobre acentos, mientras que America Ferrera mostraba fascinación por Kevin Costner, y él le contestaba: “Eres tan guapa, tan lista...“. A lo que ella respondió boquiabierta y entre las risas del público: “¿Tú, Kevin Costner, has memorizado mi monólogo en Barbie?”. “No... pero es un mensaje importante y siempre me hará recordar las cosas que hacen posibles las películas”, contestaba él. Will Ferrell, de broma y tras echarse un bailecito sobre el escenario, fue el único que mencionó el elefante en la habitación. “Los Globos de Oro NO han cambiado”, exclamaba, furibundo, en un chiste sobre chistes.
En la pata cinematográfica, la épica lucha de Barbenheimer se ha saldado con Oppenheimer como triunfadora. La película sobre el creador de la bomba atómica se llevó premios gordos: el de mejor película de drama, mejor dirección para Christopher Nolan, actores (para Cillian Murphy y Robert Downey Jr.) y banda sonora. Barbie, sorprendentemente, ni siquiera se llevó el de mejor comedia o musical, que se fue para Pobres criaturas (Emma Stone también recibió el de mejor actriz por la misma). El largometraje de Greta Gerwig se tuvo que conformar con ganar la mejor canción con What Was I Made For?, de Billie Eilish y su hermano Finneas O’Connor, y con la recién creada categoría de mejor logro de taquilla gracias a sus casi 1.300 millones de dólares (unos 1.190 millones de euros) de recaudación mundial.
También dio la campanada Anatomía de una caída, que se llevó dos de los tres premios a los que optaba, el de mejor película de habla no inglesa y el de mejor guion, lo que dejó sin opciones a La sociedad de la nieve, donde el español J. A. Bayona repasa el trágico accidente del avión uruguayo en los Andes en 1972. “Era algo imposible para mí, ganar entre todos estos brillantes cineastas”, decía abrumada la francesa Justine Triet al imponerse en la categoría de mejor guion contra Christopher Nolan por Oppenheimer o Greta Gerwig por Barbie, y en mejor película contra Bayona o Kaurismäki por Fallen Leaves.
En cuanto a actores, Paul Giamatti se llevó el de mejor intérprete de comedia (sexta nominación y tercera estatuilla) por Los que se quedan. “Esta es la primera vez que le dan el premio a un actor que huele a pescado”, bromeaba, en referencia a su personaje, dando las gracias al director Alexander Payne, del que se ha convertido en actor fetiche: “Esa enorme fe en mí... no sé de dónde viene”. Además de Cillian Murphy por Oppenheimer y Emma Stone por Pobres criaturas, el galardón en la categoría de actriz de drama fue para Lily Gladstone por Los asesinos de la luna, en un discurso con el que puso a la sala en pie. Es la primera indígena americana que logra un Globo de Oro.
El triunfo de ‘Succession’ y ‘Bronca’
La categoría de series tenía una clara ganadora y así fue. Succession, como era de prever, triunfó. Se llevó el premio a mejor serie dramática, pero también sus actores han brillado. Matthew Macfadyen en su papel del insufrible Tom Wambgans se llevó el esperado de actor de reparto. La lucha por el protagonista era más dura, entre Brian Cox, Jeremy Strong y Kieran Culkin, el único de los tres que acudió a la gala y quien se lo llevó por su papel de Roman Roy. “Qué pesadilla, puagggggg... Perdón, no pretendía decir esto”, bromeó, en referencia a los constantes exabruptos de su maleducado heredero. Le pidió perdón a medias por arrebatarle la estatuilla a Pedro Pascal, que sonreía con su brazo en cabestrillo, y dio las gracias a su compañero de reparto y también a su mentora, a su esposa y a su madre. Sarah Snook, la manipuladora Shiv Roy de Succession, también obtuvo el galardón. “Esto es muy intimidante”, reía, nerviosa, dando vueltas sobre el escenario y ante la orgullosa mirada de Culkin, que la aplaudía sin parar.
La acelerada Bronca, de Netflix, donde ambos protagonistas se amargan la vida tras un incidente en la carretera, ha ganado como mejor serie limitada y también se han llevado dos galardones sus dos intérpretes nominados, Ali Wong y Steven Yeun. Tres de tres. Pese a ser limitada y tener una sola temporada, el final es algo abierto, por lo que su creador, Lee Sung Jin, afirmaba no saber qué va a pasar con la misma: “Netflix decidirá, y con lo que sea que pase estaré contento, porque hay muchas historias que quiero escribir”.
Algo le ha caído de rebote a The Crown con su última temporada: el premio a Elizabeth Debicki por su calco de Diana de Gales. “Lo que más me impactó de interpretar a Diana esta temporada fue la combinación de soledad y de control de la narrativa de su vida”, reflexionaba la actriz ante la prensa tras ganar, explicando que había visto horas y horas de metraje de la vida de la princesa. “Es mucho más difícil interpretar a una persona de verdad, alguien tan querido. Ha sido un proceso muy poco habitual. Fue complicado convencerme a mí misma de que podía hacerlo. Sentí que le debía algo muy específico al público, capturar algo que les diera una sensación de profundidad del personaje”.
Tres Globos de Oro se ha llevado también The Bear. Jeremy Allen White ha vuelto a ganar el premio a mejor actor protagonista en una serie de comedia por su papel de cocinero de Chicago venido a menos. Entre bromas, reconoció estar muy orgulloso, más que de su comentadísima campaña de Calvin Klein. También su compañera de reparto Ayo Edebiri, que interpreta a la inteligente Sidney, contrapunto perfecto del pasional Carmy, se llevó el premio, esta vez en su primera nominación. Hecha un hatajo de nervios, le dio las gracias a la Asociación de la Prensa Extranjera... que ya no existe. “Los estudios empiezan a entender que sus audiencias son inteligentes, no infravaloran a sus públicos, no piensan que son estúpidos”, contaba Edebiri en la sala de prensa. La serie se llevó el premio a mejor comedia o musical frente a Colegio Abbott, Solo asesinatos en el edificio y Ted Lasso.
Este año se han creado dos nuevos premios, ambos con altas expectativas por distintos motivos. El primero es el de mejor monólogo en televisión, que fue a parar a manos del polémico Ricky Gervais con Armageddon (Netflix), del que se esperaba un ácido discurso como el que ya dio en 2020 en los mismos Globos de Oro, donde no se cortó hablando de Jeffrey Epstein y arremetiendo contra toda la industria. Pero el británico no apareció esta vez. El segundo fue el de mejor logro cinematográfico o de taquilla, para Barbie, pero que colocó a Taylor Swift, persona del año por la revista Time, en el patio de butacas, al nominarla por su concierto llevado a los cines, The Eras Tour, con más de 250 millones de dólares de recaudación. La cantante no paró de ser escrutada por las cámaras durante toda la gala, en especial durante los intermedios, donde la retrataron charlando, haciéndose fotos o entre confidencias con su buena amiga Selena Gomez. Todo un ecosistema de estrellas que ha vuelto, definitivamente, a girar. Como exclamó Jo Koy al final de la gala: “¡Hollywood ha vuelto!”.
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Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.