Un gran jurado decidirá si Alec Baldwin debe ser imputado por el accidente en el rodaje del wéstern ‘Rust’
Los fiscales de Nuevo México exhibirán las pruebas de la investigación de la muerte de Halyna Hutchins en un juicio a puerta cerrada a mediados de noviembre
Alec Baldwin está cerca de conocer su destino en el caso Rust. Los fiscales de Nuevo México presentarán a mediados de noviembre ante un gran jurado las evidencias de la investigación de la muerte de la fotógrafa Halyna Hutchins durante el rodaje ocurrido hace casi dos años. De esta forma, será responsabilidad de un panel conformado por ciudadanos del estado donde ocurrió la tragedia, evaluar y decidir si el actor y productor de la cinta debe ser acusado de homicidio. “Después de una investigación exhaustiva a lo largo de varios meses, hechos adicionales han salido a la luz que creemos que muestran que el señor Baldwin tiene una responsabilidad criminal”, han asegurado este martes los fiscales especiales, Kari Morrissey y Jason Lewis, a la agencia Associated Press.
La decisión de los fiscales coloca a Baldwin nuevamente en dirección a los tribunales, algo que parecía improbable para el actor hace algunos meses tras una serie de acontecimientos. A mediados de agosto, sin embargo, Morrissey y Lewis dieron a conocer que habían recibido un nuevo análisis del arma de donde salió la bala que mató a la cineasta. Este, realizado por peritos balísticos de Arizona y Nuevo México, determinó que el gatillo del revólver que empuñaba Baldwin sí fue accionado. Esta versión contradice las palabras del intérprete, quien desde los primeros días del incidente clama que no apretó el gatillo y solo amartilló el arma.
“Es deafortunado que una terrible tragedia haya sido convertida en una acusación sin guía”, han señalado los abogados de Baldwin, Luke Nikas y Alex Spiro.
Los peritos del FBI habían llegado a la misma conclusión en agosto de 2022, cuando la agencia de investigación federal dio a conocer su opinión en un caso que conmocionó a Hollywood. El segundo análisis del arma homicida eleva el pulso que mantienen desde hace meses la Fiscalía de Nuevo México y la defensa de Baldwin, que ha luchado ferozmente para evitar que su cliente sea acusado por la muerte de Hutchins.
Los fiscales del caso han avanzado con gran cautela. En abril, Morrissey y Lewis retiraron en abril una acusación de homicidio culposo que pesaba sobre Baldwin al considerar que era poco probable una victoria en los tribunales. El motivo era que la pistola empleada en el rodaje había sido modificada antes de la filmación. Esto pudo ocasionar un funcionamiento defectuoso del arma, que debió haber sido revisada por la encargada de la armería y el asistente de dirección antes de terminar en las manos de Baldwin. Los abogados del actor y productor del wéstern celebraron la decisión de los fiscales. Esta permitió que el intérprete retomara varios proyectos en la industria, entre ellos una comedia con Mickey Rourke y una cinta sobre el incidente ocurrido en 1970 en la universidad de Kent State, durante una protesta contra la Guerra de Vietnam.
La historia no terminó allí. Los fiscales pidieron en agosto un poco de tiempo para valorar si tenían un caso lo suficientemente robusto para llevarlo a los tribunales. Morrissey, quien se ha hecho cargo de la acusación desde marzo, no descartó que el informe de los peritos pudiera revivir la acusación contra Baldwin.
La muerte de Halyna Hutchins está cerca de cumplir dos años. En este periodo, ni las autoridades ni la producción ha resuelto el gran misterio del caso: ¿cómo llegaron balas de verdad al plató del rodaje? David Halls, el asistente de dirección de Joel Souza (quien también fue herido en el hombro por el proyectil), se declaró en marzo culpable del delito de uso irresponsable de un arma de fuego. A cambio de colaborar con las autoridades en la investigación de lo sucedido, recibió una condena reducida de seis meses en libertad condicional.
Hannah Gutierrez-Reed, la encargada de la armería, también enfrenta cargos por omisiones en el rodaje. Se ha declarado no culpable y su juicio comenzará en diciembre. Su abogado, Jason Bowles, aseguró hace algunos meses que el informe supone que el revólver no fue modificado, lo que restaría veracidad a la versión de que la pistola se disparó por error y que, en cambio, tuvo que ser accionada. El FBI en sus pruebas también documentaron que la única forma en que la pistola podía dispararse sin jalar el martillo fue después de un duro golpe.
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