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Muere el escritor y ensayista italiano Nuccio Ordine, un gran humanista

El autor de ‘La utilidad de lo inútil’ había sido galardonado recientemente con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades

El profesor y filósofo italiano Nuccio Ordine posaba en octubre de 2017 en la azotea de La Pedrera, en Barcelona.Foto: JOAN SÁNCHEZ | Vídeo: EPV
Daniel Verdú

Nuccio Ordine, pensador, escritor y ensayista, ha muerto en Cosenza (Calabria) este sábado. Extraordinario intelectual y divulgador, tuvo una gran influencia en el sector editorial español y una gran ascendencia entre los lectores europeos. Nadie está nunca preparado para una noticia así. Pero en el caso de Ordine, todavía menos. El escritor (Diamante, 64 años), que tuvo que ser ingresado de urgencia en el hospital Annuziata de Cosenza tras sufrir un derrame cerebral hace unos días, debía recoger en octubre el Premio Princesa de Asturias de la Comunicación y Humanidades 2023 que ganó a principios de mayo. Una cita que esperaba con gran emoción, convertida en fabuloso colofón a una carrera dedicada a la pasión por el conocimiento.

Nuccio Ordine era de esos autores que, a menudo, gozan de más predicamento fuera que en su propia casa. Un fenómeno relativamente común en el intercambio cultural entre Italia y España. De hecho, adquirió aquí en los últimos años una enorme relevancia y vendió más de 80.000 libros en español. El autor de La utilidad de lo inútil, exitazo mundial ―va por la edición número 28 en su versión española― en el que denunciaba el daño que el utilitarismo actual provoca en la escuela, la universidad o en la investigación, seguía ejerciendo en Italia como profesor de Literatura Italiana en la Universi­dad de Calabria. Reconocido especialista en el Renacimiento en general y en Giordano Bruno en particular, sus libros se han traducido a 24 idiomas. Una anomalía teniendo en cuenta sus orígenes.

Ordine nació en un pequeño pueblo calabrés sin librería y siempre contó que aprendió a leer gracias a la televisión, a los tebeos que vendía su abuelo en un quiosco y a una buena profesora. “Nacer en una casa sin libros y de padres que no estudiaban, vivir en una pequeña ciudad del sur sin librerías ni bibliotecas, sin teatros ni espacios culturales, no significa estar condenado a la ignorancia”, explicó en una entrevista. Profesor visitante de centros como Yale, París IV-Sorbona, el CESR de Tours, el IEA de París, el Warburg Institute o el Max Planck de Berlín, Ordine también era miembro del Harvard University Center for Italian Renaissance Studies, de la Fundación Alexander von Humboldt, y del Instituto de Filosofía de la Academia Rusa de Ciencias.

El escritor vivía en el campo, en Cosenza, rodeado de una biblioteca de más de 20.000 libros. Tras comenzar dando clases en el sur de Italia, pasó a la Universidad, donde ha desarrollado su incansable labor de investigación, que lo ha llevado a compartir y publicar textos que van desde la propuesta de modelos específicos de exégesis filosófica hasta otros de amplia difusión. Tanto, que este año recibió uno de los mayores reconocimientos posibles.

La noticia de su muerte la confirmó el alcalde Cosenza, Franz Caruso, quien expresó su tristeza por la desaparición de “una de las figuras más cultas, en el sentido más amplio del término, que Calabria y todo el país han podido incluir en su historia reciente”.

Nuccio Ordine, en Milán, en julio de 2014.
Nuccio Ordine, en Milán, en julio de 2014.Leonardo Cendamo (Getty Images)

Hace poco más de un mes, Ordine fue galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2023. “Me siento muy, muy feliz y muy conmovido, puedo medir el tamaño de este premio y puedo asegurar que es muy superior a mí”, dijo a este periódico durante una breve conversación telefónica cuando se falló. El jurado reconoció a Ordine “por su defensa de las humanidades y su compromiso con la educación y los valores enraizados en el pensamiento europeo más universal”, y lo destacó por establecer “un diálogo con la sociedad contemporánea para transmitir, en especial a los más jóvenes, que la importancia del saber se encuentra en el proceso mismo del aprendizaje”. “La utilidad de la educación se ha de entender en términos de pasión por la búsqueda del conocimiento y de lo mejor de cada persona, sin circunscribirse a un interés económico”, añadió el jurado. Porque ese, justamente, fue uno de los pilares de su obra.

Las carencias, lagunas y perversiones de los sistemas educativos, como recordaba en este periódico Borja Hermoso hace unos días, han sido una de las víctimas favoritas de Ordine en libros como el ya citado La utilidad de lo inútil, pero también en Clásicos para la vida o Los hombres no son islas, todos ellos editados en español por Acantilado, editorial a la que el pensador, escritor y profesor de Literatura italiana en la Universidad de Calabria ha agradecido “de corazón” su labor en todos estos años. “Hoy, aquellas personas que dedican su vida a enseñar son consideradas obsoletas, pero yo les dedico este premio, lo dedico a quienes enseñan y cambian silenciosamente, con su sacrificio, la vida de sus alumnos”, decía el intelectual italiano.

Y sobre aquellos estudiantes, buque insignia de la educación humanista de Italia, también tenía su dosis de crítica. “En Italia, la Universidad que a principio de curso tiene 300 alumnos matriculados y al final de curso tiene 300 licenciados es considerada como la mejor Universidad. Trescientos llegan, 300 salen con su diploma en el bolsillo. Pero nadie se pregunta cuál es el valor de esos 300. Claro, para hacer que sean 300 se baja el nivel, es la única forma. Y lo mismo pasa con la educación primaria, con la escuela secundaria, los institutos… y entonces hay que volver a Rilke, quien decía que solo la dificultad te puede permitir hacer el esfuerzo que te hace mejor”.

La tecnología y sus atajos, las carencias emocionales e intelectuales provocadas en los últimos tiempos por la irrupción del universo digital y sus reflejos culturales fueron también objeto de su atención. “Es evidente que la sociedad virtual crea nuevas formas de soledad, lo cual es una auténtica paradoja de nuestra época, porque estamos más conectados que nunca pero resulta que estamos solos. Tenemos la ilusión de estar relacionados, pero una relación virtual no puede ser una buena relación, es una forma de relación vacía”, señalaba en una reciente entrevista con EL PAÍS.

Ordine creía que había que acudir a los grandes y al pasado para entender cualquier minucia del presente. Y lo dejó escrito en Clásicos para la vida. Una pequeña biblioteca ideal (2017), donde reivindicaba a maestros como Cervantes, Shakespeare y Platón para entender temas actuales, desde la desigualdad de la mujer al independentismo. “Recomendaría a Puigdemont y Rajoy que leyesen a Montesquieu”, decía el autor en 2017 una entrevista con Efe. Ordine pasa ahora al otro lado de esa barrera, la de los clásicos que configurarán el pensamiento del futuro.

La Fundación Princesa de Asturias: "Un hombre comprometido con la educación y la defensa de las humanidades"

Teresa Sanjurjo, directora de la Fundación Princesa de Asturias, ha declarado este sábado tras conocer el fallecimiento de Ordine: “Llevamos muchos días pendientes del estado de salud de Nuccio Ordine y hemos conocido con enorme tristeza que acaba de fallecer. Compartimos de corazón el dolor de su familia y amigos y siempre recordaremos la inmensa alegría y el honor que supuso para él la concesión del Premio Princesa de Asturias por su compromiso con la educación y su férrea defensa de las humanidades como vía para transmitir el conocimiento a las nuevas generaciones. Seremos altavoz de su valiosísimo mensaje y transmitiremos su legado.”


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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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