Carla Simón gana el Premio Nacional de Cine 2023: “Tengo una sensación de ‘nueva ola’ en el cine español”
La directora de ‘Verano 1993′ y ‘Alcarràs’ es la segunda galardonada más joven en la historia del reconocimiento, que está dotado con 30.000 euros
La directora Carla Simón, autora de las películas Verano 1993 y Alcarràs, ha obtenido este jueves el Premio Nacional de Cinematografía de 2023. La realizadora barcelonesa, de 36 años, suma así otro reconocimiento prestigioso a una trayectoria que, pese a su juventud, cuenta con éxitos que la mayoría de cineastas no logran ni en décadas de carrera: tres premios Goya con su primer filme, Verano 1993, incluido el de mejor dirección novel; y un Oso de Oro en la Berlinale del año pasado con Alcarràs, su mirada realista a una familia de cultivadores de melocotones en un pueblo de Cataluña. Simón, considerada una de las principales exponentes de la nueva y talentosa oleada del cine español, es la segunda ganadora más joven en la historia del Nacional de Cine: el actor Carmelo Gómez tenía 33 cuando lo recibió, en 1995. El galardón, que otorga cada año el Ministerio de Cultura y Deporte y que destaca la labor más relevante del año anterior, está dotado con 30.000 euros.
La directora ha reconocido por teléfono a EL PAÍS su sorpresa y alegría al enterarse de la noticia: “Es un premio que antes relacionaba con un reconocimiento a una trayectoria. Hoy me he dado cuenta de que no, y me lo tomo como un voto de confianza hacia lo que haré en el futuro, además de un reconocimiento a lo que ya he hecho. Es un honor, sobre todo al ver que los pasados premiados son mis referentes y forman parte de la historia del cine español”.
El jurado ha destacado a Simón “por posicionar el cine español en el panorama internacional con la obtención del Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlín, uno de los más prestigiosos a nivel mundial”. “Este premio supuso un hito en la historia de nuestro cine gracias a una película en la que la naturalidad y precisión en la construcción de historias y personajes combina con inteligencia y rigor el realismo y la ficción con una mirada de plena actualidad a problemas sociales. Además, incorpora de una manera orgánica la diversidad de lenguas que caracterizan y enriquecen nuestra sociedad y cultura”, informó el comunicado del ministerio.
“Intento hacer cine con esa idea de retrato de la vida y de un sitio. Capturar trocitos de vida y terminar haciendo retratos de ese tipo de familias, cómo hablan o cómo se relacionan entre generaciones”, explica. Simón admite que el Oso de Oro ocurrió en un momento en el que el cine español llevaba algunos años sin recibir un reconocimiento, pero, insiste, “podría haber sido cualquier otra película”.
El premio nacional llega después de que Alcarràs se fuera de vacío en la gala de los Goya de este año, a pesar de estar nominada en 11 categorías, incluyendo mejor dirección y mejor película, y a pesar de haber sido la elegida para representar a España en los Oscar. Simón, sin embargo, no lo ve como una compensación: “Creo que son cosas distintas. En este premio hay un jurado. En cambio, la Academia es una entidad absolutamente democrática. No sé si lo de los Goya ha pesado o no, porque no sé qué conversaciones han tenido en el jurado, pero en cualquier caso, lo vi como algo democrático y no cambia la película”. Y agrega: “Le damos mucha importancia a los premios en el momento, pero luego lo que realmente coloca a las películas en su sitio es el tiempo”.
La cineasta se hizo conocida a partir de su ópera prima, Verano 1993, centrada en una niña obligada a adaptarse a la vida en el campo con una nueva familia, inspirada por su propia existencia, ya que los padres de Simón fallecieron a causa del sida cuando ella tan solo tenía seis años y tuvo que criarse con sus tíos en La Garrotxa, en el norte de Cataluña. Alcarràs también estaba teñida de tintes autobiográficos. Y su último trabajo, el corto Carta a mi madre para mi hijo, es una misiva de amor fílmica a su progenitora, ahora que ella también tiene un hijo, el pequeño Manel.
Es decir, la familia está en el centro de la filmografía de Simón. “Siempre la tengo que inventar. Sé muy pocas cosas y las sé por cartas que escribió a sus amigos”, confesaba el pasado septiembre a El País Semanal sobre su madre. Y agregaba que había podido reconstruir algunas piezas del puzle de su memoria gracias a los objetos personales de sus padres que guarda en un cajón de su casa, como fotografías, fragmentos de vídeos o canciones, o a los relatos de tíos y abuelos: “Ellos me han contado sus versiones, que son muy distintas y subjetivas, siempre sujetas al hecho de que mis padres murieron de sida. La gente cubre [oculta] cosas o las cuenta de otra manera. Para mí ha sido una frustración no poder acceder a lo que vivieron ellos. Inventarlos a través de unos pocos elementos es algo con lo que he jugado toda mi vida y es el espíritu de este corto”.
En su próxima obra, Romería, la familia será de nuevo eje central. “Habla un poco de la memoria familiar y de qué pasa cuando no puedes acceder a ella. Considero que este nuevo proyecto forma parte casi de una trilogía que he hecho sobre la familia y que se cierra con este filme. Pero esta vez no estará ambientada en el medio rural”, adelanta.
Algo casi familiar une también a Simón con varias directoras que han sacudido el cine español recientemente, como Elena López Riera, Clara Roquet, Mar Coll, Pilar Palomero, Arantxa Echevarría, Belén Funes, Meritxell Colell y Paula Ortiz. Con muchas, comparte amistad. Con algunas, un amuleto que se han ido pasando de mano en mano y que siempre ha llevado quien lo tenía a ganar el Goya a mejor dirección. Y entre todas conforman una nueva visión más cooperativa, independiente, íntima y feminista detrás de la cámara. Simón también se identifica como parte de esta nueva generación: “Tengo una sensación de nueva ola en el cine español, tanto por las mujeres como por las voces que hacen películas de manera distinta. Y soy afortunada de vivirla”.
“Simón también representa a una nueva generación de cineastas que han logrado en muy poco tiempo desarrollar un cine de calidad y comprometido con el propio medio y la sociedad, alcanzando a un público global. Sin lugar a dudas, es uno de los referentes del gran momento que vive el cine español. Al mismo tiempo, ha sido capaz de promover que se hayan abierto salas de cine en un momento complicado tras la pandemia de covid”, destaca el jurado en el comunicado.
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