Nueva arremetida de Vox contra la cultura: critica la Seminci de Valladolid por ser “ideológica”
El vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, asegura que el certamen de cine favorece “la ingeniería social y de género” y el alcalde de la ciudad niega cualquier injerencia política
La presencia de Vox en las instituciones de Castilla y León se está notando ya en la cultura. La última polémica la ha provocado Juan García-Gallardo, vicepresidente de la Junta como representante del partido de extrema derecha, que arremetió el lunes contra el festival de cine de Valladolid, la Seminci, que se celebra esta semana su 67ª edición en la capital castellanoleonesa, financiado en su mayoría por el Ayuntamiento de la ciudad. García-Gallardo acusó al certamen de impulsar “la ingeniería social de género y verde” y pidió a sus organizadores que apostaran por un “cine sin ideología”. El alcalde de Valladolid, Óscar Puente (PSOE), respondió el miércoles y negó categóricamente que el Ayuntamiento influya en la programación de la Seminci y contraatacó diciendo que eso era propio de “los tiempos del franquismo que él [Gallardo] añora”.
En sus declaraciones, el alto cargo de Vox consideró que el festival cinematográfico es un “proyecto cultural imprescindible” por la afluencia de público y la proyección que alcanza Valladolid, pero reclamó que “los futuros gobiernos del Ayuntamiento Valladolid recuperen esa esencia y se centren en lo principal, apostar por el cine sin ideología”, como si el Consistorio presionara a la organización directa del festival, dirigido por Javier Angulo. Puente le recordó que eso pasaba bajo la dictadura, pues el festival nació en 1956 con la denominación de Semana de Cine Religioso de Valladolid. La filosofía de la Seminci gira en torno al cine de autor e independiente y suele tener muy buena acogida tanto por el público como por la crítica.
Gallardo se expresó así antes de asistir, como alto cargo autonómico, a la gala del cine y audiovisuales de Castilla y León, que se celebró el lunes en Valladolid. El vicepresidente de Alfonso Fernández Mañueco (PP) criticó que la Seminci cuente con secciones como Cambio climático, un concepto del que su partido reniega, pues afirmó que “se desvía de la finalidad original de lo que era la Seminci”. Afirmó: “Se debería promocionar la industria audiovisual y dar a conocer la obra de nuestros artistas, en lugar de promocionar los contenidos ideológicos de formaciones políticas. Hay que apostar sin ningún tipo de sectarismo por nuestra industria del cine, que ha perdido esencia”.
El alcalde, por su parte, censuró que el político de Vox “haya aterrizado en la Seminci sin haberla pisado en su vida y para dar lecciones de cómo debe ser la programación”. El regidor insistió en que durante sus dos legislaturas al mando, jamás ha tratado de influir en la dirección de la Seminci sobre las cintas que debe premiar o proyectar y tampoco en los premios que deben concederse. Además, añadió que le constaba que su predecesor en el cargo, Javier León de la Riva (PP), tampoco utilizaba su puesto para inmiscuirse en las decisiones del festival. Preguntado por EL PAÍS, Javier Angulo, director del festival, ha declinado hacer declaraciones. Puente lanzó además otra cuestión: se preguntó que si Vox tuviera ocasión trataría de condicionar los contenidos de la cita cinéfila, algo que pertenece a “otros tiempos, cuando en España había censura”. En democracia, recalcó el alcalde, “los directores de la Seminci han trabajado con absoluta libertad de criterio”.
Toros y polémicas
La Consejería de Cultura fue una de las exigencias de Vox al PP para votar por la investidura de Mañueco como presidente de la Junta tras las elecciones autonómicas del pasado febrero. Además de esa cartera consiguieron la vicepresidencia, Agricultura y Empleo. Al frente de Cultura se situó el independiente Gonzalo Santonja, conocido por sus estudios en tauromaquia y que desde sus primeros compases en este departamento ha impulsado los espectáculos taurinos. El pasado de Santonja, que tuvo relación con el poeta Rafael Alberti, despertó controversias por su antigua vinculación al grupo abertzale Herri Batasuna y por haber cobrado, como adelantó eldiario.es, de la Universidad Complutense de Madrid por asesorar en una fundación que él mismo presidía y por la que recibía otro salario.
Una de sus primeras actividades al frente de Cultura implicó el respaldo a un concurso de novilladas. El sello de Vox se aprecia también en el lenguaje utilizado en las notas de prensa de la consejería, en las que se han retirado conceptos como “sostenibilidad” e “igualdad de género”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.