El alcalde socialista de Valladolid clama contra los Presupuestos y habla de “tomadura de pelo”

El reparto de los Presupuestos Generales del Estado de 2023 ha generado un gran malestar en el alcalde socialista de Valladolid, Óscar Puente, que pese a pertenecer al PSOE ha clamado contra las Cuentas por la escasa partida destinada a la Ciudad de la Justicia de la localidad, que lleva siete años en espera. La previsión de asignar solo 200.000 euros y de extender el plan hasta 2026 ha provocado que el regidor tilde de “tomadura de pelo” la suma y haya acordado con su equipo de gobierno, en coalición con Valladolid Toma la Palabra, suspender la iniciativa.

“Todo tiene un límite, se ha colmado el vaso”, ha sostenido Puente este viernes tras citar a primera hora de la mañana a sus concejales para confirmar una decisión compartida. El Ayuntamiento lleva siete años intentando impulsar una Ciudad de la Justicia que requiere una inversión, según estiman, muy superior a la ofrecida por el Gobierno. Se trata de reconvertir un antiguo colegio, el de El Salvador, que consta de una amplia parcela en el centro de Valladolid.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez, además, extendía la duración del proyecto hasta 2026. “Son siete años, ya no había excusas. Consignar 200.000 euros es una tomadura de pelo y la ciudad no lo merece”, ha expresado el regidor, que aspira a su tercer mandato consistorial en las elecciones de 2023. “Cuando tenga interés, si algún día lo tiene y lo muestra, entonces el Ayuntamiento estará para cooperar en resolver un problema que no es ni de la ciudad ni del ayuntamiento”, ha criticado el primer edil, que cree que se necesitaban al menos 300.000 euros para “financiar la redacción del proyecto”. “Ya está bien. Si no son capaces de hacer eso...”, ha remachado.

El alcalde de Valladolid ha insistido en que corresponde al Ministerio de Justicia gestionar esta clase de proyectos. “Que preste un servicio deficiente no es problema del Ayuntamiento”, ha dicho Óscar Puente. El siguiente paso, ha afirmado, consiste en disculparse con los afectados —la judicatura y abogacía de la ciudad— y contarles lo ocurrido antes de buscar un nuevo uso para esos terrenos, cercanos a la emblemática iglesia de San Pablo y en pleno centro urbano. El regidor la ha definido como “una parcela muy golosa, en la que se pueden hacer todo tipo de cosas”, y aspira a darle otra funcionalidad al antiguo centro educativo de El Salvador, que cuenta con 36.000 metros cuadrados.