_
_
_
_
Obituario
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Adiós a un gran intelectual

Alfonso Sastre perteneció a una generación de autores para quienes el compromiso ético y estético era crucial

El dramaturgo  Alfonso Sastre, fotografiado en Madrid en 2007.
El dramaturgo Alfonso Sastre, fotografiado en Madrid en 2007.Bernardo Pérez

Alfonso Sastre perteneció a una generación para la que militar era un compromiso ético y estético. No era fácil ejercer el oficio de intelectual en los oscuros tiempos de la dictadura franquista. No era nada fácil para un dramaturgo, de clara vocación política como la suya, estrenar en la dócil y aburguesada escena de su época y, por eso, tuvo que buscar en los recovecos del teatro universitario para estrenar su emblemática Escuadra hacia la muerte. Eran tiempos aquellos de muchas y variadas censuras, unas obvias y otras no tanto, como la del gusto de públicos y empresarios dominantes. Recuerdo perfectamente la interesante polémica que en las páginas de Primer Acto tuvieron Buero Vallejo y Sastre sobre el “posibilismo en el teatro”. Ya me gustaría poder leer en la actualidad polémicas de ese calado.

Más información
El dramaturgo Alfonso Sastre fotografiado en su casa de Hondarribia (Guipúzcoa).10 - 12 - 2008
Muere el dramaturgo Alfonso Sastre, autor de radical compromiso político
Una de las obras menos representadas de Alfonso Sastre llega a Donostia

Las noticias desagradables siempre llegan en momentos inoportunos. Los fallecimientos de amigos y creadores a los que siempre admiraste te llevan a recordar que siempre nos faltará un abrazo real para una despedida certera. Con Alfonso me ha faltado un abrazo, y eso me duele. Él tomó una decisión muy radical, pero estimo que lúcida, de retirarse de la farándula, haciendo una feroz crítica de la banalidad del momento. Y lo hizo marchando a Hondarribia, a su querido País Vasco, aunque me consta que nunca olvidó el Madrid de su primera memoria emotiva. Textos dramáticos y ensayos así lo demuestran.

Aún guardo en la memoria cómo conocí a Alfonso siendo yo un juvenil actor aficionado. Fue en un parque del barrio de la Concepción, hervidero barrial de muchas cosas en aquellos esperanzadores años 70. Yo acababa de hacer en un teatro parroquial su obra existencialista La sangre de Dios y me acerqué al banco donde se sentaba a leer para saludarlo. Fue todo un descubrimiento la calidad humana de esa persona que yo ya consideraba un gran autor y que me trataba, como siempre lo hizo, de igual a igual. Mi admiración fue acrecentándose en mi aventura con el teatro independiente, mi experiencia en Tábano y en la revista Pipirijaina nos unió mucho en esa época. En la Bienal de Venecia de 1975 compartimos mesas de debate y aún tuve la oportunidad en los 90 de dedicarle el homenaje que a un autor dedica cada año la Muestra de Autores de Alicante.

En España arrastramos dos exilios, el exterior y el interior, ambos mortales para nuestra cultura. Rindamos ahora recuerdo a alguien que eligió el segundo para no tener que seguir sintiendo que ya no pertenecía a eso que llaman “el mundo del teatro”.

Guillermo Heras es autor y director teatral. De 1984 a 1993 estuvo al frente del Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas y actualmente dirige la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_