‘Queridos vecinos’, la tragedia de matar a los hijos
Una fábula cruel y desesperanzadora sobre la vida familiar en los adosados de las afueras de las ciudades, la educación de los niños y el control absoluto del hombre sobre la mujer en el hogar y en la sociedad
El premio al mejor guion en el festival de Berlín de 2020, su posterior candidatura en la misma categoría en los premios del Cine Europeo y las 13 nominaciones en los recientes galardones David de Donatello, los galardones del cine italiano, marcan el estreno español de Queridos vecinos, apuesta de enorme complejidad de los hermanos gemelos Damiano y Fabio D’Innocenzo, que con apenas dos películas se han colocado en la pasarela del cine de autor menos complaciente de nuestro continente.
Fábula cruel y desesperanzadora sobre la vida familiar en los adosados de las afueras de las ciudades, la educación de los niños y el control absoluto del hombre sobre la mujer en las relaciones de poder en el hogar y en la sociedad, Queridos vecinos está dominada por una voz en off que marca el devenir de sus personajes no desde la explicación, sino desde una particular forma de lírica, desplegada en una doble vía: el narrador es un niño que desde luego no habla como un crío —por la altura de su prosa, y porque además el relato lo declama un actor adulto—, y el texto posee una poética de inquietante desconcierto.
Con aspectos argumentales y temáticos del Michael Haneke de El séptimo continente, pero con un tono cercano al absurdo, que podría entroncar tanto con el Todd Solondz de Happiness como con el toque surrealista del Yorgos Lanthimos de Canino, la película de los hermanos D’Innocenzo se acerca a la terrible y candente realidad de los padres que matan a sus hijos, a través de una sistemática formal y narrativa con múltiples detalles no aptos para todos los públicos: planos colectivos deformantes, encuadres de enorme extrañeza, planos detalle de ciertas partes del cuerpo filmadas con intenciones desequilibrantes, destellos surrealistas, excentricidad y banda sonora de corte experimental guiada por la disonancia y la falta de armonía.
El conjunto no es fácil de ver, aunque quizá sí de experimentar si se entra en el juego creativo, gracias a la concienzuda labor de puesta en escena y al trabajo con los textos de los directores y guionistas italianos, acercándose a una realidad terrible de un modo harto sorprendente y talentoso.
QUERIDOS VECINOS
Dirección: Damiano y Fabio D’Innocenzo.
Intérpretes: Elio Germano, Tommaso Di Cola, Giulietta Rebeggiani, Barbara Ronchi.
Género: drama. Italia, 2020.
Duración: 98 minutos.
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