Los distribuidores independientes apuntalan el cine en salas en España ante la huida de Hollywood
El 93% de las peliculas que se han estrenado desde el final del Estado de Alarma han sido distribuidas por compañías que apuestan por el cine de autor
Las cifras casi nunca mienten. Y desde que abrieron las salas de cine tras el final del Estado de Alarma, la taquilla ha caído un 72% con respecto a los mismos meses prepandemia. Para los miembros de Adicine, la asociación que agrupa a 14 empresas distribuidoras de cine independiente —es decir, que no depende de Hollywood—, los culpables de esa debacle son los grandes estudios de Hollywood, las majors. En una rueda de prensa telemática, su presidente, Miguel Morales, de Wanda Vision, incide: “Los exhibidores se han dado cuenta de que esa excesiva dependencia de las majors, que no tienen en otros países, es lo que les ha llevado a una situación muy difícil”. Y ahí están los números: desde la reapertura en junio y hasta diciembre, el 93% de los estrenos han procedido de distribuidoras independientes. “Con todo, sumados todos los integrantes de Adicine, hemos perdido un 40%. Luego cada uno nos hemos resentido de una manera: en Wanda bajó un 72%, pero afortunadamente tenemos producción y distribución y nos apoyamos en una pata o en otra. Es un momento difícil”, contaba Morales.
Durante el confinamiento, la industria realizó numerosos encuentros para darse ánimos e intentar concretar medidas en común. Cuando se acabó el Estado de Alarma, cada uno hizo la guerra por su cuenta. En España, la distribución se agrupa en tres asociaciones: Fedicine, que engloba a las majors y a Acontracorriente; Adicine, y Próxima, que reúne a 15 de las empresas más pequeñas. “En total habrá unas cincuenta compañías dedicadas a esta labor”, apunta Morales, “y algunas más que van y vienen”. ¿Falta producto en salas? “Sí, el de Hollywood, no nos llamamos a engaño, pero queremos resaltar la labor que realizamos, más allá de que contribuimos a la diversidad cultural”, dicen desde la asociación, que cumple ya 25 años. Esa labor se ha visto reflejada en las candidaturas a los Goya: si otros años lograban el 25% de las nominaciones, en esta edición llegan a casi un 60%, con 63 candidaturas gracias a 19 películas; más aún, cuatro de las cinco nominadas al premio grande proceden de la distribución independiente: Las niñas, Sentimental, La boda de Rosa y Ane. “Hemos estrenado un 50% más de cine español que el año anterior, con un incremento del 30% de recaudación”, apuntan. Enrique Costa, de Avalon, compara con Francia: “Allí, desde el final del confinamiento, se han estrenado 77 filmes franceses, y 76 los distribuían compañías independendientes”. El mercado español sigue rendido a las majors, “que en 2019 coparon el 75% de la taquilla”, subrayan. Forman parte de Adicine Avalon Distribución, Bteam Pictures, Caramel Films, DeAPlaneta, Festival Films, Filmax, Golem Distribución, Karma Films, La Aventura Audiovisual, SelectaVisión, Syldavia, Tripictures, Vértigo Films y Wanda Visión.
Batallas en liza
Hay más batallas. Los miembros de Adicine explican que en el cambio de la orden que regula la ley del cine, han negociado con el ICAA (el organismo del Ministerio que regula esta industria), que en las ayudas se otorgue un punto más a películas distribuidas por independientes. Cada proyecto va sumando puntos hasta un máximo de 100 dependiendo de los requisitos que cumplan. “Pero querríamos que fueran cuatro puntos y no uno”, apunta Morales. ¿Por qué no lo han logrado? “Por las presiones enormes de las majors al ICAA y de determinados productores. Muchas películas se van con las majors por presiones de las televisiones”. Lo mismo ocurre con la venta de su producto a TVE, un negocio en el que hace años les dieron con la puerta en las narices. “Somos quienes aportamos diversidad cultural. Cada año Adicine distribuye unos 300/400 títulos al año [ahí están los ganadores de grandes festivales, las películas de autor, los triunfadores en premios de cine europeo...] y TVE solo adquiere un 10%”, explica Morales. “Solo hay un programa destinado a un cine como el nuestro, semanal, y como TVE compra dos pases de cada título, cada temporada solo adquiere unos 25 filmes de nuestro catálogo”. Con el Gobierno están negociando una inyección para aumentar esas adquisiciones que no proceda del presupuesto de la corporación televisiva.
¿Qué pasará cuando la situación mejore? Carlos Rojano, de Filmax, explica: “Somos conscientes de que va a ver un embotellamiento de títulos, pero nosotros hemos arriesgado. El problema es que muchos cines no volverán”. Para Costa, “en las conversaciones que hemos mantenido con las distintas asociaciones ha quedado claro que esa dependencia excesiva de las majors perjudica a todos. Confiemos en que se haya aprendido la lección”. Ellos no solo hablan con FECE, asociación que agrupa al 80% de los exhibidores, sino también con Naece, que englobal casi al 20% restante. “Y en ellos sí hemos encontrado un apoyo a nuestro futuro”. Enrique González Kuhn, de Caramel, va más lejos: “Si desaparecen la distribuición y los cines, las grandes multinacionales ya lo habrán conseguido todo. Desde hace años las grandes empresas estadounidenses querían lograr el monopolio total, asumiendo los tres tramos: producción, distribuición y exhibición. Si al final controlan todos los canales acabaremos viendo todos lo mismo, es decir, si solo quedan las plataformas”.
Y por supuesto, en ese futuro también entrarán los precios de las películas o la ventana de exhibición, los más de 100 días que pasan entre que las películas se estrenan en salas hasta que llegan a plataformas, televisiones y DVD. “Hay que centrarse en la flexibilidad”, explica Lara Pérez Camiña, de Bteam. “Los precios de las películas tendrán que cambiar. Y sabemos que nadie va a ganar lo mismo, pero hay que ajustarse a las nuevas circunstancias, incluídas ventanas de exhibición acordes a cada producto”.
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