La oruga fuma y los demócratas son satánicos
Trump no solo violó la verdad sino también la verosimilitud que al menos salva la buena literatura
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La verdad no es materia esencial en literatura, pues los hechos, sentimientos y giros han pasado por la mano arbitraria del autor, por la memoria elástica de sus personajes y por las contradicciones de la esencia humana, tan retorcida como la propia vida. Si ésta es puñetera en general, cómo no va a serlo en esa especie de contrato de arras entre un autor que ofrece una construcción y un lector que acepta el juego para disfrutar, para evadirse o para aproximarse a la realidad de una forma más digerible que la de verdad. Hablamos de ficción, claro....
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