Solo uno de cada cuatro espectáculos está dirigido por una mujer
La Asociación Clásicas y Modernas y la Fundación SGAE presenta una investigación que recoge la falta de paridad en el sector
La realidad teatral sigue siendo trágica: de cada cuatro directores de escena, tan solo una es mujer. La investigación presentada este miércoles por la asociación Clásicas y Modernas en colaboración con la Fundación SGAE arroja unos datos levemente positivos respecto a años anteriores, pero lejos de la igualdad. Bajo el título ¿Dónde están las mujeres en las artes escénicas?, el análisis de la temporada 2018-19 apunta además que solo el 31% de los recintos escénicos estaban dirigidos o gestionados por mujeres.
El estudio de 576 espectáculos ha evidenciado que las más perjudicadas son las que se dedican música. Las compositoras solo representan un 9%. Según Margarita Borja, coordinadora nacional de las Temporadas de Igualdad en las Artes Escénicas de Clásicas y Modernas, es una tendencia general porque la creación musical actual no es parte de la tradición del teatro español. “Es necesario que en el panorama aparezcan obras del propio tiempo”, ha señalado. La dirección femenina del sector es incluso más preocupante: ha disminuido de un 6% a un 4% respecto al último estudio realizado con las mismas características en la temporada 2015/2016.
“Cuando llegué al Teatro Español había el 28% de ocupación. En cinco meses llegó al 67%, haciendo una programación paritaria”.Carme Portaceli
Carme Portaceli, nueva directora artística del Teatro Nacional de Cataluña, reconoce que la mayoría de los teatros de ópera y de zarzuela trabajan con textos clásicos, de repertorio; pero apunta que el problema no es la ausencia de compositoras. “A muchas las debían quemar, pero algunas había, muy pocas. Ellos tampoco están para averiguarlo porque siempre es más fácil poner a Verdi”. Recuerda que cuando entró en el Teatro Español, quiso programar de manera equitativa pese a los comentarios en contra, que defendían que nadie iba a asistir si no conocían a la autora. “Cuando entré, había el 28% de ocupación. En cinco meses llegó al 67% haciendo una programación paritaria”.
El mejor porcentaje se alcanza en la danza: el 53% de los espectáculos coreografiados programados en ese periodo de tiempo tuvieron firma femenina. Aun así, el contexto demuestra que no es suficiente. Portaceli señala la nimiedad que supone para el sector si se considera que el 95% que lo configuran son bailarinas. Ese 5% de hombres ocupa el 47% de puestos. “Seguimos siendo invisibles”, ha sentenciado. “No es que no nos quieran, es que no nos ven y entre ellos se admiran. Si un chico y una chica empiezan en una sala independiente, lo normal es que él acabe actuando en teatros nacionales y ella siga en la misma sala. Hasta que se canse”.
La cifra más optimista es la de versión, adaptación y dramaturgia, que ha subido 11 puntos porcentuales y ha alcanzado el 28%. Para la directora del Centro Cultural Conde Duque, Natalia Álvarez Simó, el teatro puede ser un lugar de cambio. No solo el escenario, también la Administración. Asegura que empezó a ser realmente consciente de lo que implicaba ser mujer cuando entró en la dirección de los Teatros del Canal. A lo largo de este tiempo, se ha cansado de que la prensa priorice a sus compañeros de trabajo o de que se acuerden de ella el 8 de marzo. “Les intereso porque soy mujer, no por mi proyecto”, critica con vehemencia.
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