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Natalia Álvarez-Simó será la nueva directora del Centro Cultural Conde Duque

Destituida por Marta Rivera de la Cruz de los Teatros del Canal, es contratada por Andrea Levy, tras despedir el viernes de Isla Aguilar y Miguel Oyarzun

Natalia Álvarez, nueva codirectora del Centro Cultural Conde Duque.
Natalia Álvarez, nueva codirectora del Centro Cultural Conde Duque. JAIME VILLANUEVA

Andrea Levy ha elegido a Natalia Álvarez-Simó para sustituir a Isla Aguilar y Miguel Oyarzun al frente del Centro Cultural Conde Duque, que fueron despedidos este viernes sin previo aviso. Tres días después fulminar a los directores elegidos por un jurado tras meses de concurso público, la responsable del Área de Cultura ha comunicado el nuevo nombramiento por correo electrónico a los medios de comunicación.

Natalia Álvarez-Simó salió de la dirección de los Teatros del Canal hace cuatro meses, con la llegada de Ciudadanos, y logró una tasa de ocupación del 85% con su programación de uno de los grandes centros escénicos nacionales (con un presupuesto de 3,8 millones de euros y 25 coproducciones entre los 60 espectáculos programados). Marta Rivera de la Cruz (Ciudadanos), nueva consejera de Cultura, Deportes y Turismo de la Comunidad de Madrid, no la confirmó en su puesto para seguir trabajando por el futuro del centro en el que había trabajado en su máximo cargo desde octubre de 2017, cuando Alex Rigola dimitió por la actuación policial en Cataluña.

Marta Rivera de la Cruz colocó en su lugar a la coreógrafa y bailarina Blanca Li. Con aquella decisión desatendió a las miles de firmas del sector le escribieron una carta pidiéndole que mantuviera a Álvarez-Simó en su puesto. El escrito reclamaba que la cultura, “como en algunos países que tenemos cerca”, se transformara y avanzara “al ritmo de la sociedad y no de los partidos políticos”. Los actores culturales exigieron en la carta ignorada que se practicaran los códigos de buenas prácticas estipulados desde 2007 y que no hubiera “injerencias políticas” en los nombramientos de aquellas personas que se hacen responsables de la gestión de la cultura.

Ese fue el mismo aviso que el domingo lanzaron los directores despedidos en un comunicado: “La designación de una persona que sustituye un cargo legitimado por concurso público, resuelto antes de tiempo, de manera unilateral, pone a ese profesional en una situación muy delicada, obligándole a entrar en el juego de la injerencia política. Desde nuestro sector debemos fomentar el respeto y la independencia de la Cultura sin entrar en clientelismo, ni en la intromisión partidista en las tareas artísticas. ¿Qué futuro nos espera si colaboramos con estas prácticas?”. Una pregunta envenenada que ahora recoge Natalia Álvarez-Simó al aceptar la oferta de Andrea Levy.

Ni Ciudadanos ni PP han elegido la fórmula de los méritos y el jurado para designar a los programadores culturales que darán vida a dos de los centros más grandes de la ciudad. Otros nombramientos efectuados a dedo, con el apoyo en el gobierno de Ciudadanos y Vox, han sido los de Natalia Menéndez, ahora al frente del Teatro Español; Laila Ripoll, para la dirección escénica del Teatro Fernán Gómez; y la salida de Soledad Gutiérrez de CentroCentro, a la que se le comunicó que se le retiraba como directora la capacidad de programar.

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