“El Centro Danza Canal es el mejor que tenemos en España, y yo diría que compite con muchos europeos”
Natalia Álvarez es la nueva codirectora de la institución madrileña junto a Àlex Rigola
Natalia Álvarez exhala un largo uffff la primera vez que salen las artes escénicas a colación. Dice de sí misma que es una apasionada, y que se cercioró de ello al darse cuenta de que lo que ocupaba su tiempo libre era lo que realmente la empujaba. Académicamente es una gestora, ha sido comisaria de artes escénicas en el Reina Sofía, ha trabajado en el proyecto internacional Iberescena y los últimos cuatro años, en la Red Europea de Casas de Danza.
Ahora añade a ese currículo la codirección de los Teatros del Canal junto a Àlex Rigola; se ocupará de la Sala Roja, la que desde el principio ha podido ser —y nunca ha podido terminar de serlo— la heredera del Albéniz, el Real de la danza en una ciudad que hasta ahora no ha contado con un espacio estable para esta disciplina. Y le es imposible contenerse: "Estoy feliz".
Lleva así desde que decidió aceptar la propuesta que empezó con una llamada de Jaime de los Santos, director general de Promoción Cultural de Madrid; el coreógrafo francés Boris Charmatz tuvo algo que ver. El pasado julio las coreografías del francés se plantaron en la Tate Modern londinense, y después, sobre el escenario del teatro Sadler's Weels; Álvarez pensó que esa idea podría tener continuación en Madrid, entre el Reina Sofía y los Teatros del Canal. "Cuando conseguí que Boris aceptara, fuimos a hablar con Jaime para ver si a la Comunidad le apetecía poner a disposición el teatro para este proyecto. Aquella fue la primera vez que lo vi". La segunda fue tras la propuesta lanzada para el Festival de Otoño a Primavera. Justo después sonó el teléfono.
Ella no dijo que sí a la primera. Sonríe. "Llevo muchos años trabajando en danza, y aceptar una responsabilidad y un reto así, en este espacio increíble, era algo que tenía que meditar. No podía tomarlo a la ligera. ¡No solo me atañía a mí!". El bagaje y el periplo internacional que guarda en la mochila, terminaron de convencerla: "El centro de danza de los Teatros del Canal es el mejor que tenemos en España, y yo diría que compite con muchos europeos".
Desde que abrió en 2009, el Centro Danza Canal se ha centrado en la cesión del espacio y la cobertura a más de 600 profesionales y 200 compañías en residencia. Cinco plantas y nueve salas de ensayos abiertas para esta expresión artística. "Ahora quiero seguir construyendo desde esa base". Álvarez ve en el futuro de ese espacio intercambios internacionales, residencias con apoyo a la técnica, formación a raíz de los festivales que ya existen, y quién sabe si de otros nuevos que puedan nacer, Madrid colocada por fin en el mapa respecto a Europa, sinergias con otros espacios públicos: "Alimentar a este sector que ha estado muy descuidado, y que es muy frágil, desde muchas perspectivas".
Todo queda en futuribles porque aún habrá que esperar a la próxima temporada para ver en qué se han concretado los sueños de Àlvarez, y los de Rigola. La programación de esta será la última de Albert Boadella y, mientras, la nueva codirectora va enfocando todos esos lugares a los que quiere llegar, pero que aún no puede definir: "Tendremos que ver el contexto, cómo se va desarrollando el año. En cualquier caso, tenemos todo el apoyo, y para mí es un lujo poder trabajar así".
A partir de la pasada semana, Natalia Álvarez forma parte del escaso 34% de mujeres que ocupan cargos de gestión en el sector de las artes escénicas. “Cuesta mucho, la selección de un alto puesto para una mujer es una decisión que no se toma a menudo. Mis herramientas son mi trabajo. Esas han sido siempre y esas seguirán siendo”.
Babelia
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