‘Mata Mua’, cronología de una marcha anunciada
La salida del 'gauguin' del Thyssen es el último episodio de una accidentada relación de más de dos décadas entre Carmen Cervera y el Estado Español
Carmen Cervera no quiere que su colección abandone España. Lo repite desde hace, al menos, dos décadas. No obstante, si hubiera solicitado al Ministerio de Cultura que declarase sus más de 600 pinturas como Bien de Interés Cultural (BIC) cuando las cedió, en 2002, no se habrían sucedido estos veinte años de tensiones, aquí detallados.
Diciembre de 1988
En la Biblioteca Nacional de España se celebró la exposición temporal Maestros modernos en la colección Thyssen-Bornemisza, con los fondos de la colección del barón y Arlequín con espejo de Picasso como protagonista. La historia en España del Museo Thyssen arranca con esta muestra, cuando Javier Solana ocupa el cargo de ministro de Cultura. El Gobierno firma un primer contrato de arrendamiento por el que una amplia parte de sus obras se mostraría en Madrid durante diez años en el edificio Villahermosa, por una cantidad próxima a los cinco millones de dólares anuales.
Octubre 1992
Se produce uno de los mayores traslados de obras de arte realizados en el siglo XX. La colección completa sale de Lugano (Suiza) y llega a Madrid, donde el arquitecto Rafael Moneo ha reformado el palacio de Villahermosa. El Museo Thyssen-Bornemisza abre sus puertas.
Junio de 1993
Nueve meses después de la apertura del Museo Thyssen-Bornemisza, el Estado español -con Felipe González a la cabeza- firma la compra de 775 piezas coleccionadas por el barón Thyssen-Bornemisza, por 350 millones de dólares.
Junio de 1999
Carmen Cervera firma con Mariano Rajoy, ministro de Cultura entonces, un preacuerdo para mostrar en España su colección personal. Antes de la venta de la colección del barón, el matrimonio había realizado una selección de 125 piezas que se reservaron. Por eso las dos colecciones son complementarias. En el reparto de la herencia familiar entre los cuatro hijos del barón y Carmen Cervera, ella prefirió los cuadros al dinero.
Febrero de 2002
El PP de José María Aznar quiso emular al PSOE de Felipe González, que compró la colección al barón Thyssen-Bornemisza, para conservarla y custodiarla en un museo con su nombre. Rajoy firma con Cervera la cesión por una década y la exención fiscal en España. Carmen Cervera asentó sus intereses en el artículo 32 de la Ley de Patrimonio Histórico de 1985, que indica que los bienes muebles cuya importación haya sido realizada legalmente y esté documentada, podrán exportarse cuando ella quiera. No existe la posibilidad de que el Estado las declare inexportables, ni de denegarles el permiso de exportación. Menos dañarlas o destruirlas, puede hacer con las piezas de su colección lo que quiera. El Estado tampoco tiene “derecho alguno de preferente” o tanteo de compra de estos bienes importados de manera legal desde las Islas Cook, donde están alojadas en la empresa Nautilus Trustees Limited y otras estructuras offshore.
Abril de 2002
Pacto de Basilea. Acuerdo judicial y familiar para el reparto de la fortuna del barón Thyssen-Bornemisza, valorada en unos 3.100 millones de euros. También se acuerda la representación familiar permanente en el patronato de la Fundación Thyssen-Bornemisza en Madrid, que gestiona el museo nacional y que preside la ministra de Educación y Cultura, Pilar del Castillo, con la baronesa como vicepresidenta vitalicia y la archiduquesa Francesca de Hamburgo, hija del barón, que muere al poco tiempo del acuerdo.
Junio de 2004
Ampliación del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza para albergar la colección particular de Carmen Cervera, de la que se exhibirán 250 pinturas. Se compran y reforman dos palacios adyacentes al de Villahermosa por 38 millones de euros y se gana un edificio de 8.000 metros cuadrados y 16 nuevas salas de exposición. Francisco Calvo Serraller escribió en este periódico que, en realidad, eran “una plataforma para mejor subastar sus obras en el mercado internacional”.
Mayo de 2005
La Comisión Mixta para las relaciones con el Tribunal de Cuentas pide al Gobierno que inicie las negociaciones para adquirir la colección a Carmen Cervera, en lugar de alquilarla. Sin embargo, la propietaria, que aclaró preferir el alquiler, no aceptó la oferta que le comunicó la exministra de Cultura, Carmen Calvo.
Noviembre de 2009
Borja Thyssen entró en el museo, acompañado de notario y abogado, y pidió a los operarios que descolgaran las dos pinturas de su propiedad: Mujer con niños en la fuente, de Goya, y El bautismo de Cristo, de Corrado Giaquinto. La negativa de Cervera dio paso a una querella por apropiación indebida que ganó la madre. Tiempo después, Cervera entregó las obras a su primogénito.
Febrero de 2010
Primera cita entre la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y Carmen Cervera (y sus abogados del despacho Garrigues Walker) para aclarar el futuro de la colección, que el 11 de febrero cumplen el plazo de la cesión por una década. El encuentro acaba en fracaso. La crisis financiera no ayuda a Cervera en las negociaciones.
Noviembre de 2010
La baronesa Thyssen rechazó la oferta de la ministra Ángeles González-Sinde para alquilar la colección durante dos años por una cantidad fijada en base al cálculo utilizado para alquilar la colección del barón antes de que fuera comprada por el Estado en 1993 (cinco millones de dólares).
Febrero de 2011
Falta de acuerdo con el Gobierno para alquilar la colección. Cervera la deja otro año más.
Febrero de 2012
Carmen Cervera firma un año más de prórroga con el ministro de Cultura, José Ignacio Wert.
Julio de 2012
La situación especial de bienes importados se prorroga cada diez y en cuanto se cumplió la primera, Cervera vendió La esclusa (1819-1825), de John Constable (1776-1837) por 28 millones de euros, en una subasta en Christie’s Londres. El barón lo había adquirido en 1990, por 13 millones de euros en otra subasta, y para muchos historiadores esta era la pieza más importante de todas las cedidas, más que el Mata Mua, de Paul Gauguin. Norman Rosenthal, exdirector de la Royal Academy de Londres y contrario a la venta del cuadro, dimitió como patrono de la Fundación Colección Thyssen. Se deshizo de la preciada pieza por “problemas de liquidez”, razón que se repite como leitmotiv de la negociación en la década siguiente.
Enero de 2013
Falta de acuerdo con el Gobierno para alquilar la colección. Cervera la deja otro año más.
Diciembre de 2014
Falta de acuerdo. La cesión gratuita se prorroga un año.
Mayo de 2015
Carmen Cervera firma un año más de prórroga con el ministro de Cultura, José Ignacio Wert.
Abril de 2016
Falta de acuerdo. Se prorroga seis meses la cesión, hasta el 31 de octubre.
Diciembre de 2016
Christie’s tenía programado subastar el cuadro Una mujer y dos niños junto a una fuente, de Goya, propiedad de Borja Thyssen. La casa había fijado la puja por la pintura a partir de 4,6 millones de euros, pero a última hora pieza fue retirada de la puja.
Marzo de 2017
El cuadro Caballos de carreras en un paisaje, pintado por Edgar Degas, en 1894, desaparece de la sala H. Anuncia que quiere venderlo por 28 millones de euros. Plantea al Ministerio de Cultura un alquiler de las obras por 20 años renovables y con disponibilidad para mover por el mundo, alquilándolas en museos extranjeros, el grupo de las 60 mejores pinturas.
Abril de 2017
Falta de acuerdo. Se prorroga tres meses, hasta el 31 de julio.
Septiembre de 2017
El exministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, renombra el centro, que pasa a llamarse Museo Nacional Thyssen-Bornemisza con la intención de aclarar y afianzar la idea de institución pública.
Junio de 2018
Cuatro días después de ser nombrado Ministro de Cultura, José Guirao -breado en los museos y sus necesidades- acudió al encuentro con Carmen Cervera. A la primera cita se hizo acompañar de una antigua conocida: la vicepresidenta, Carmen Calvo. Debían retomar las conversaciones sobre el alquiler de la colección y Calvo sabía que Cervera no quería vender. En el primer encuentro no se llegó a ningún acuerdo y se amplió el plazo de la prórroga de cesión hasta el 31 de diciembre, que después se prolongó hasta marzo de 2019.
Diciembre de 2019
Guirao acuerda con Cervera y sus abogados, Ángel Acebes y José María Michavila, un trato por el que el Estado alquilaría la colección a razón de 7 millones de euros anuales, durante los siguientes 15 años, prorrogables por cinco años más. No se podía excluir del acuerdo Mata Mua. A cambio, en la décimoquinta renovación del préstamo, Cervera excluye El puente de Charing Cross, de Claude Monet; Caballos de carreras en un paisaje, de Degas; y El ‘Martha Mckeen’ en Wellfleet, de Edward Hopper, que salen el 30 de enero.
10 de enero de 2020
Pedro Sánchez cesa a José Guirao como ministro de Cultura y nombra en su lugar a José Manuel Rodríguez Uribes. El 29 de enero Javier García Fernández se reincorpora al servicio público, como secretario General de Cultura, un órgano directivo de nueva creación. El nuevo ministro delega en García Fernández las negociaciones con Carmen Cervera.
18 de enero de 2020
Los abogados de Carmen Cervera piden permiso de exportación definitiva para Mata Mua y rompen el acuerdo al que habían llegado con Guirao. El permiso no se tramita porque Cervera tendría que haber pagado 74 millones de euros en tasas.
30 de marzo de 2020
Los abogados de Carmen Cervera piden permiso de exportación del cuadro Mata Mua el 25 de marzo y el Ministerio se lo concede cinco días después, aunque los plazos administrativos estaban suspendidos desde la declaración del estado de alarma, según la disposición adicional tercera.
8 de junio de 2020
El cuadro de Gauguin abandona el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Un día más tarde, el nueve de junio, a las siete de la mañana, parte desde una cámara acorazada de la empresa de transportes hacia el extranjero, y a la espera de la negociación del próximo 31 de septiembre.
15 de junio de 2020
El ministro Rodríguez Uribes asegura en una entrevista con EL PAÍS, diario que destapa la información de la salida del cuadro, que negociará los términos del acuerdo con Cervera “desde cero”, pues considera excesivos los siete millones del preacuerdo anterior en el contexto actual de crisis
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