El Museo Thyssen crece con un nuevo edificio y 18 salas para 300 obras
"Seguiré coleccionando y Dios dirá", declara la baronesa sobre el futuro de su colección
El Museo Thyssen-Bornemisza, situado en el "paseo del arte" de Madrid, en línea con el Prado y el Reina Sofía, inauguró ayer su ampliación con un nuevo edificio de 8.000 metros cuadrados, en el que se ha colocado la colección de la baronesa Thyssen-Bornemisza, formada por 300 obras, que ha prestado a la Administración española de forma gratuita hasta el año 2013. Los Reyes visitaron las 18 nuevas salas de la colección y otras dos para las exposiciones temporales, abiertas con un montaje sobre pintura catalana, y descubrieron una lápida conmemorativa, 12 años después de la apertura del museo.
Reportaje: El Thyssen crece |
Los Reyes estuvieron acompañados en su recorrido y posterior cena por la presidenta del patronato de la Fundación Thyssen-Bornemisza y ministra de Cultura, Carmen Calvo; la vicepresidenta de la fundación y propietaria de la colección, Carmen Thyssen-Bornemisza; el conservador jefe del museo, Tomàs Llorens; el director gerente, Carlos Fernández de Henestrosa, y los arquitectos Manuel Baquero y Francesc Pla, del equipo que ha proyectado y construido el edificio.
En la presentación a los medios, Tomàs Llorens destacó que los contenidos de la colección histórica del barón Thyssen-Bornemisza, con 800 cuadros, comprada por el Estado en 1993 por 350 millones de dólares e instalada en el museo proyectado por el arquitecto Rafael Moneo, y la de la baronesa, con una selección de 250 cuadros de los 300 que ha prestado de forma gratuita hasta 2013, complementan las colecciones públicas españolas del Prado y el Reina Sofía.
La nueva colección refuerza algunas secciones de la histórica, como la pintura holandesa del siglo XVII, la pintura del XVIII, impresionismo y posimpresionismo, pintura norteamericana y las primeras vanguardias del siglo XX, sobre todo el fauvismo y el expresionismo alemán. Carmen Cervera declaró ayer que sigue coleccionando también obras actuales del siglo XX, pero evitó dar nombres. "Lo llevo en secreto. No quiero fomentar antipatías y simpatías. Lo hago discretamente". "Mi corazón está muy vinculado a este museo, al que estamos unidos con muchos años y cariño. El arte me ha enseñado cantidad de cosas que sólo se pueden apreciar en el arte. He aprendido a saber mirar un cuadro e intentar comprender a los artistas. Me siento muy feliz coleccionando y que el público tenga acceso a esta colección y a las obras españolas de los siglos XIX y XX a las que no se ha hecho mucho caso. En las exposiciones internacionales siempre he procurado incluir cuadros españoles. El arte me ha dado la felicidad". Sobre el futuro de la colección, tras el préstamo gratuito y sin contraprestaciones, según aclaró, hasta el 2013, la baronesa dijo que no hay negociaciones. "No se ha hablado nada. No sé lo que va a ocurrir. Lo importante es que se pueda disfrutar y se hagan exposiciones temporales. Seguiré coleccionando y Dios dirá". Señaló que desconoce la valoración económica de la colección y que está al día de las subastas internacionales, aunque descartó, por el precio, acudir a la salida de un próximo Vermeer. Sobre la extensión de las colecciones a Cataluña, declaró que "siguen los trámites" para trasladar los cuadros actuales del palacio de Pedralbes a una sala del Museo Nacional de Arte de Cataluña y llevar otros de su propia colección a un museo en Sant Feliu de Guixols.
La ministra de Cultura, Carmen Calvo, destacó la "circunstancia histórica ejemplar" de llevar a buen puerto la historia fructífera de las colecciones del barón y de Carmen Thyssen-Bornemisza, puestas "al servicio público de los ciudadanos y para el prestigio de nuestro país". "Aquí están 20 años de su vida y sus pasiones y decisiones que podemos disfrutar todos. La colaboración entre lo público y lo privado es esencial, y más en el ámbito de la cultura".
A partir de mañana, el visitante del nuevo Thyssen (www.museothyssen.org) se encontrará en las 16 salas de las dos plantas del nuevo edificio obras de Brueghel el Viejo, De Hooch, Van Goyen, Canaletto, Fragonard, Constable, Corot, Rodin, Pissarro, Renoir, Sisley, Monet, Gauguin, Braque, Delaunay, Kandinsky, Nolde, Picasso, Torres-García y Juan Gris. También se inauguran las salas temporales, con 66 obras de pintura catalana, desde el naturalismo al noucentismo, de la colección de la baronesa, y una sala dedicada al ciclo Contextos, con una muestra dedicada a Gerard David. La entrada al museo, con las dos colecciones, es de seis euros (cuatro para estudiantes y pensionistas).
Babelia
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