Mariano Barroso: “Habrá unos Goya responsables”

La Academia de las Artes y de las Ciencias Cinematográficas de España estudiará el martes 23 de junio, en una reunión virtual de su junta directiva, si aplazar la ceremonia de los Goya, cuya 35ª edición iba a celebrarse a inicios de febrero en una ciudad por determinar. El punto no está en el orden del día, pero será en ese momento cuando se concrete la decisión. A pesar de la posibilidad, anunciada en la revista Variety, Mariano Barroso, presidente de la Academia, no lo cree probable. “Sí puedo decir que será una gala de los Goya responsable”, confirma, acorde a la crisis sanitaria española. También, apunta, nadie sabe qué puede ocurrir en otoño, cuando suelen estrenarse las grandes apuestas cinematográficas españolas, normalmente asociadas con el festival de San Sebastián. Con todo, la intención es que, al contrario que los Oscar y los Bafta, que han aplazado su celebración, los Goya mantengan su fecha. “En un mes como mucho anunciaremos la fecha y la ciudad elegida para la 35ª edición”, asegura Barroso.

La crisis de la covid-19 ha alterado cualquier plan previo de trabajo en el mundo del cine, y la Academia así lo entiende: el 27 de mayo ya modificó las bases para poder competir en los próximos Goya, abriendo temporalmente la mano a los estrenos online, como anunciaron en un comunicado: “Se aceptarán excepcionalmente y únicamente para la próxima edición a aquellos largometrajes que tenían previsto su estreno en salas y se han visto obligados a estrenarse directamente a través de plataformas de pago online, por la situación derivada de la covid-19, siempre que mantengan su condición de película cinematográfica de acuerdo con el Artículo 10 del Real Decreto- Ley 17/2020 del 5 de mayo de 2020. Esta Disposición Transitoria afectará a las películas españolas y a las historias que opten al Goya a la Mejor Película Europea”.

La covid-19 también ha alterado el arranque del año Berlanga, ya que en 2021 se va a celebrar el centenario del nacimiento del director de Plácido, El verdugo o ¡Bienvenido, Míster Marshall! con actos auspiciados por la Academia –incluida la posibilidad de entregar en Valencia los Goya-, la Filmoteca Española, el Ministerio de Cultura, el Ayuntamiento de su ciudad natal y la Generalitat valenciana. En mayo, en el paquete de medidas económicas para paliar la crisis económica provocada por el coronavirus, el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, anunció el reconocimiento como acontecimiento de excepcional interés público el Año Berlanga.

Si los festivales de cine están luchando por recobrar cierta normalidad en otoño, las ceremonias de entrega de premios en cambio han comenzado su catarata de aplazamientos. Los Oscar 2021 se han retrasado ocho semanas, y su 93ª ceremonia se ha pospuesto del 28 de febrero al 25 de abril próximos. Ese aplazamiento decidido el lunes por la Academia de Hollywood ha llevado a, como si fueran fichas de dominó, a que los Bafta, los Oscar británicos, se retrasen al 11 de abril, y que los galardones del cine independiente, los Independent Spirit, que suelen entregarse el día previo a los Oscar, también hayan saltado de fecha, en su caso hasta el 24 de abril. Incluso la ansiada apertura del Museo de la Academia de Hollywood se ha trasladado del 14 de diciembre al 30 de abril de 2021.

Los premios del cine europeo, cuya academia también ha aceptado temporalmente estrenos online, mantienen su ceremonia en la fecha y lugar previstos: 12 de diciembre en Reikiavik (Islandia). En su caso el cambio en sus reglas se refiere a películas que tenían su estreno programado antes del pasado 31 de mayo, cierre de admisión de títulos elegibles, y que por el coronavirus tienen que estrenarse “en salas o bien online antes de finales de noviembre”, con lo que amplían el plazo y el formato de presentación. Los certámenes otoñales de cine, en cambio, están luchando por mantener su calendario. Tras el festival de Málaga, que este año se celebrará del 21 al 30 de agosto, se realizarán en sus fechas habituales Venecia (el primero de los internacionales que arranca, en concreto el 2 de septiembre), Toronto, San Sebastián, la Seminci de Valladolid, Sitges, Sevilla… En muchos de ellos se incentivarán los encuentros y las proyecciones digitales (así lo ha anunciado, por ejemplo, Toronto, que es uno de los grandes mercados del cine), y en otros se reducirá la presencia de visitantes extranjeros y el número de espectadores de sus proyecciones.