Un niño peruano de los años cincuenta interpela al racismo y la discriminación de hoy
Rossana Díaz Costa rueda ‘Un mundo para Julius’, la adaptación al cine de la consagrada novela de Alfredo Bryce Echenique sobre la élite de Lima y sus sirvientes
En los años setenta y ochenta, Un mundo para Julius era la novela que miles de peruanos leían antes de irse a dormir o llevaban bajo el brazo durante el día. La obra más conocida de Alfredo Bryce Echenique (Lima, 1939), publicada en 1970, ha sido adaptada al cine por la directora peruana Rossana Díaz Costa. Con una puesta en escena propia de la época, los años cincuenta, esta película de 100 minutos de duración permite comprobar que “ha cambiado la modernidad, la ropa, pero los profundos problemas que nos aquejan —la discriminación, la injusticia, el racismo, el machismo— siguen presentes”, asegura la directora en una entrevista realizada durante una pausa del rodaje.
Díaz Costa, cuyo primer largometraje de ficción fue Viaje a Tombuctú, se enfrenta ahora a un proyecto de mayor dimensión, con un equipo técnico formado por 54 personas y un elenco de 18 actores, dos de ellos españoles. Visiona TV, de Barcelona, y Televisión Española son parte de la coproducción peruano-argentino-española de esta película que está prevista que se estrene durante el verano español, para conmemorar así el 50 aniversario de la publicación de la novela.
Julius, el protagonista de la historia, es el bisnieto de un presidente de Perú. Se trata de un niño de clase alta que vive en una mansión en el distrito más acomodado de Lima, pero que se siente más a gusto en la cocina, envuelto por el cariño de los mayordomos, el chófer y las niñeras. Rodrigo Barba lo encarna en las escenas en las que el pequeño tiene entre cuatro y cinco años, y Augusto Linares a los nueve años. Julius pierde tempranamente a su padre y también a su adorable hermana, Cinthia (Pamela Saco), mientras que sus dos hermanos mayores lo acosan por no ser un chico duro.
“Mamá, ¿por qué se llevaron a Bertha en un ataúd tan feo? ¿Por qué fue tan diferente cuando murió papá?”, pregunta Cinthia sobre la muerte de su niñera. Su madre, Susan, es una mujer rica, perfectamente vestida, maquillada y peinada, y sin respuestas a esas preguntas. La actriz Fiorella de Ferrari da vida a dicho personaje, que tras quedar viuda, se casa con un bon vivant, Juan Lucas.
“Es la historia de un niño que cobra conciencia de la sociedad en la que vive y pierde la inocencia. Estamos haciendo la película con la mitad del presupuesto que se pensaba: con fondos españoles y argentinos y muy poco dinero de Perú. Hemos tratado de hacer milagros para que se vea como una producción de valor alto a pesar de las limitaciones”, comenta Díaz Costa sobre esta película, que en España se verá en televisión y en Latinoamérica se exhibirá en los cines.
El entusiasmo que despierta este proyecto permite que lleguen ayudas de amigos y conocidos. “Somos gente de clase media haciendo una historia de clase alta, pero por ejemplo, para la escena del entierro del padre de Julius, la amiga de una amiga nos prestó un increíble abrigo negro de visón, para Susan”, cuenta con entusiasmo.
Para la cineasta, esta será una película diferente de lo que se ve en la cartelera peruana. “Tenemos películas muy comerciales —comedias— y otras para festivales, y hay una especie de divorcio entre ellas. Nuestra intención es que esta sea una película para el gran público y también para festivales: apta para niños y para mayores, que pueda entretener y hacer reflexionar”, apunta.
Los personajes
La cineasta pretendía empezar el rodaje en 2017, pero la demora ha tenido un saldo favorable: nuevas versiones del guion. “Susan tenía una vida bastante frívola y superficial, pero ahora hemos profundizado en cómo se siente: es infeliz, a pesar de vivir en un mundo de glamour. No puede responderle al esposo: eso era imposible en ese tiempo. Fiorella dice que conoce muchas mujeres que aún hoy viven como Susan. Todos hemos intentado traer al presente esa historia del pasado”, refiere.
“He buscado un Julius que tenga una inocencia especial, muy parecido a los personajes que había imaginado. Y la idea del personaje de Cinthia era que fuera un angelito”, agrega. Durante el rodaje, es notorio: cuando el asistente de dirección manda al corte, Pamela Saco se divierte con De Ferrari y la operadora del boom bailando, lleva dulzura a quien se acerca.
“Con los niños también hemos trabajado ese aspecto. Luego de que leyó el guion, le pregunté al actor de Julius qué imaginaba que sería Julius de grande. Respondió que iba a hacer algo para solucionar la pobreza”, señala Díaz Costa.
El actor español Nacho Fresneda está entusiasmado con la película. “Lo que estamos montando es un mundo que en teoría está acabado pero que tiene reminiscencias en el presente”, comenta caracterizado de Juan Lucas en el comedor de la Casa Fernandini, una mansión art noveau construida en 1912 en el centro de Lima.
“Si me olvido de mi educación y de mi momento, Juan Lucas es un señor muy normal para la clase social a la que pertenecía: muy simpático, racista y homófobo, obvio. Estamos contando Un mundo para Julius desde los ojos de Julius y para eso me presto a encarnar al personaje desde esa homofobia, desde ese racismo”, anota el actor de El ministerio del tiempo. En la segunda mitad del rodaje, el presentador catalán de televisión Xavier Sardà hará un cameo como el padre Javier.
Otros actores destacados del filme son Mayela Lloclla, que interpreta a la niñera de Julius; y Fernando Bacilio, que encarna al mayordomo Celso. Tras tres horas de rodaje, Díaz Costa aprovecha una pausa para mencionar otra razón por la que filma esta película: quiere que la novela vuelva a ser conocida: “Los más jóvenes no leen”, alerta.
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