Un ente asesor de la UNESCO alerta de que el futuro patrimonial de Toledo “corre serio peligro”
ICOMOS reclama que no se construyan 1.300 viviendas sobre la antigua ciudad visigoda junto al Tajo
La Vega Baja, una planicie cruzada por el Tajo y donde los visigodos levantaron su capital a los pies del actual Toledo en el siglo VI, corre “serie peligro” por las 1.300 viviendas que una modificación del Plan de Ordenación Municipal contempla sobre ella, según un informe del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), ente asesor de la UNESCO. El estudio, llamado Informe sobre la posible afección de proyectos consolidados y en curso de la Vega Baja de Toledo, describe un panorama desolador sobre un yacimiento que incluye monumentos y restos históricos de diferentes épocas, desde “evidencias prehistóricas” a romanas o de la capital que ordenó erigir el rey Teudis. Por ello, asegura que dará parte al "Centro de Patrimonio Mundial [de la UNESCO] de los problemas que adolece actualmente el sitio y de la necesidad de tomar medidas urgentes". Toledo es Patrimonio Mundial de la Humanidad.
ICOMOS recuerda, que además de la Vega Baja, en la Vega Alta y la Peraleda (áreas próximas) hay una previsión de levantar otras 5.000 viviendas más. El ente asesor de la UNESCO sostiene que "el ladrillo” es, por tanto, “el único elemento aglutinador del paisaje urbano toledano y, en la Vega Baja, con múltiples declaraciones como Bien de Interés Cultural, se sigue manteniendo la misma idea de edificabilidad”, un lugar que califica de “único e irrepetible”. El organismo internacional arremete, igualmente, contra el actual estado del Tajo. “La desidia al que ha estado sometido el río, agravada en el último siglo, ha obligado a vivir de espaldas al mismo, su nivel de contaminación, su escasez de cauce e incluso su olor hacen que nunca se le considere como debiera”.
El estudio destaca que, aunque el desarrollo urbanístico sea legal, “no significa que sea el acertado y el correcto”. “El ladrillo no es directamente proporcional a la calidad de vida y sí lo es la naturaleza, el paisaje y el aire limpio, con un arquitectura y planteamiento que se inspiren e integren en ellos”. Y reclama una mediación “entre partes interesadas en la zona", crear un marco de protección conjunta para la totalidad de la Vega Baja (ahora está dividida en cuatro BIC), que se retomen las excavaciones arqueológicas -abandonadas en 2006- y que se protejan monumentos en su interior, como el circo romano.
Por su parte, la Asociación Cultura Toledo, Sociedad, Patrimonio y Cultura -formada por colectivos académicos y vecinales- destaca que las administraciones han autorizado indebidamente actuaciones urbanísticas en zonas de protección de paisaje y arqueológicas, cuya obligación de conservación recae en esas administraciones y es parte de sus compromisos con la UNESCO, contraídos con la declaración de Toledo como Ciudad Patrimonio Mundial en 1986 y renovados en 2013”.
El subsuelo de La Vega Baja, además de guardar restos de la capital visigoda, atesora otros de época emiral (VIII-IX), incluida la calzada que unía las basílicas de San Pedro el Verde y Santa Leocadia de Afuera. “El nivel más moderno está caracterizado por una serie de estructuras arquitectónicas que mantienen una trama octogonal”, entre ellas la iglesia primada y determinados monumentos oficiales.
Por su parte, el Ministerio de Cultura que encabeza en funciones José Guirao, pidió hace algunas semanas un informe a la Real Academia de San Fernando, al Ayuntamiento de Toledo y a la Junta de Comunidades para conocer las actuaciones que las asociaciones culturales de la ciudad han venido denunciado. Tanto la Junta como el Consistorio siempre han mantenido que la construcción no afectará "nunca" a los yacimientos. Pero ICOMOS no les termina de creer.
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