“La colonización no dejó de ocurrir después de la independencia”
La autora mexicana Guadalupe Nettel denuncia que 500 años después los indígenas siguen siendo marginados y sigue habiendo invisibilización de estos pueblos
La revista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desembarca en España con Ritmo, el número 848 de su nueva época. La publicación de referencia iberoamericana es un punto de encuentro del debate cultural multidisciplinar en el que caben todas las voces —a favor y en contra— y de todas las generaciones, explica en una entrevista con EL PAÍS su directora, Guadalupe Nettel (Ciudad de México, 1973). La escritora mexicana asumió en marzo de 2017 el reto de dirigir y renovar la publicación cultural más antigua de América Latina. Un desafío que asumió con responsabilidad e ilusión para que la revista entrara de lleno en el siglo XXI, no sólo con un nuevo diseño, también con temáticas actuales, voces diversas y una extensión a formatos como el podcast, un programa de radio y de televisión.
El archivo digital gratuito revela que por su sus páginas han pasado autores como Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, Octavio Paz, Fernando Pessoa, Elena Poniatowska y Juan Rulfo, entre muchos otros. Nettel, autora de novelas como El huésped, finalista del Premio Herralde en 2005, quiere que el diálogo continúe a ambos lados del océano y desde todas las disciplinas: arte, ciencias y humanidades. Paul B. Preciado, Mariana Enríquez, Emiliano Monge o Enrique Vila-Matas toman el testigo con sus textos en esta edición con la que llegan a las librerías de Madrid y Barcelona.
Pregunta. La revista nace en 1930, como un boletín, a partir de 1946 se convierte en la Revista de la Universidad y ha tenido directores como Luis Villoro ¿Qué preocupaciones tuvo al asumir esta nueva etapa?
Respuesta. Era complicado porque la revista tiene una tradición muy grande y era un poco intimidante, pero por otro lado era un reto muy lindo. A mí siempre me gustó hacer revistas y tengo todo el apoyo de la universidad, que me dijo "toma el proyecto en tus manos, renuévalo y haz lo que tú quieras" fue muy tentador. Ahora, ya sabía que me iba a quitar tiempo para la escritura y eso era lo que más miedo me daba.
P. ¿Cómo lo combina?
R. Es complicado, pero ahí voy.
P. Usted es la segunda mujer en el cargo, después de Julieta Campos. En la época del Me Too ¿qué reflexión hace?
R. Estamos en pañales en México respecto a la igualdad de género, aunque no solo en México por desgracia en todo el mundo. Hay feminicidios tremendos, nueve mujeres mueren al día por razones de género, es una barbaridad, para mí es importantísimo que haya paridad de género por lo menos en nuestras páginas y buscamos ese equilibrio siempre. Autoras hay, investigadoras hay, lo que pasa es que hay que invitarlas y hacerles saber que tienen el espacio.
P. ¿Cómo se planteó la renovación?
R. Quería que fuera pluridisciplinaria, que fuera un lugar de espacio y de encuentro entre estas diferentes disciplinas que convocara a los universitarios pero que no se quedara solamente en la universidad, y que fuera mucho más enfocada a los jóvenes, además de todas las generaciones, pero que llamara a los jóvenes.
P. ¿Qué factores tuvo en cuenta?
R. Esta revista había tenido épocas de mucho auge, sobre todo en los años 60, en la que había sido también multidisciplinaria y quisimos retomar esa época para que fuera de todos, no sólo de los que hacen literatura, ciencias sociales, sino que pudiéramos estar todos en contacto.
P. ¿Por qué incluir nuevos formatos como podcast?
R. Una de los aciertos de esta época es que ya no está considerada como una revista académica, ni institucional. Con una convocatoria muy abierta. La UNAM tiene muchas revistas especializadas pero esta es más una revista cultural que es lo que queríamos. También salir de la universidad a las diferentes entidades que están en barrios mucho más modestos. Es la idea justo de la universidad en este momento, llevar la cultura a todas partes.
P. La llegada a España ¿es un intento de que ese diálogo se amplíe a ambas orillas?
R. Totalmente. Ya se amplía. Desde la nueva época publican con nosotros escritores españoles constantemente, Marcos Giralt Torrente, Paul B. Preciado… El diálogo ya existe desde esta nueva época. Incluso en el número actual hay una científica, Julieta Fierro, que habla sobre el ritmo de las estrellas pulsares.
P. En el número anterior Abya Yala (nombre indígena con el que se conoce el continente americano) usted decía que “a nadie se le ocurre negar que la historia moderna del continente está basada en un genocidio y el sometimiento de las culturas que vivían antes de la llegada de Cristóbal Colón”. El presidente de México ha instado a España a pedir perdón ¿Debería hacerlo?
R. Yo creo que ya a nosotros no nos debe interesar España en ese sentido, es mucho más urgente, importante, cómo nos tomamos nosotros nuestra historia y nuestra realidad, obviamente hubo un genocidio, murieron muchos indígenas en Argentina, en Chile, en México también. En todos lados. Hubo una masacre, no solo en el momento en el que llegaron los españoles, los colonizadores, sino a lo largo de estos 500 años y la sigue habiendo.
P. ¿De qué manera?
R. Una de nuestras colaboradoras, Yásnaya Aguilar, es una lingüista y escritora mixe de 38 años. Es también luchadora social, fue a hablar a la Cámara del Congreso por el problema de agua que hay en Oaxaca y la están amenazando de muerte. Este tipo de cosas se siguen produciendo. Hay muchas lenguas que se están extinguiendo. La colonización no es algo que ocurrió y dejó de ocurrir con la independencia, sino que es algo que está ocurriendo todavía y todos los días, cuando llega el Gobierno oficial y dice vamos a hablar ahora español, sus lenguas no se van a hablar más…
P. ¿Cree que podría ser una forma de curar heridas?
R. Nosotros no necesitamos la validación ni el reconocimiento de nadie, si España quiere algún día reconocer que hubo un genocidio en América Latina pues bien, pero nosotros tenemos que arreglar nuestra cocina interna donde sigue habiendo colonización, los indígenas siguen siendo marginados y sigue habiendo invisibilización de estos pueblos.
Babelia
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