Nahikari Ipiña: “Producir no es solamente ver tablas de excel o hacer números”
La productora de títulos como 'Colossal' o 'Negociador' comenta en TCM las particularidades de su trabajo
Nahikari Ipiña es la productora habitual de directores como Nacho Vigalondo y Borja Cobeaga. “Coincidí con ellos en la Universidad. Estábamos empezando a hacer cortos y nos repartíamos las tareas”, recuerda. “El primer corto en el que trabajé de productora fue Snuff 2000, dirigido por Borja Crespo, con Nacho Vigalondo de actor y con Koldo Serra de ayudante de dirección. Y ahí me dije: "Mira que bien, vamos a hacer más cortos”.
Efectivamente, fueron llegandon más, como 7:35 de la mañana, de Nacho Vigalondo, que fue candidato a los Oscar en su categoría. Poco después Nahikari Ipiña comenzó a producir largometrajes, como Los cronocrímenes o Extraterrestre, también de Vigalondo, y Pagafantas, No controles o Negociador de Borja Cobeaga. “En producción, a pesar de seguir siendo muchas menos, hay más mujeres que en otros cargos de la industria del cine. Desde el principio yo he vivido reuniones solo con hombres. Te ves obligada a marcar más tu territorio”, explica en la entrevista que ofrece TCM este viernes como parte de la programación especial que, a lo largo de noviembre, el canal de televisión está dedicando a productores españoles.
Como productora, a Nahikari Ipiña le gusta tener una gran afinidad con el director o la directora con quien le toca trabajar. “Es importante que esos dos o tres años que como mínimo tienes que estar trabajando en una película, los pases con alguien con quien tengas afinidad porque, como hay tantos obstáculos que te vas a encontrar a lo largo del camino, lo importante es que, por lo menos, estés con alguien con el que no vayas a tener grandes discrepancias”, razona.
Colossal, la película dirigida por Nacho Vigalondo, es uno de sus últimos trabajos. “Fue una aventura total. Una pasada”, cuenta aún sorprendida. Se rodó en la ciudad canadiense de Vancouver y en Seúl, la capital de Corea del Sur y estaba protagonizada por dos estrellas norteamericanas como Anne Hathaway y Jason Sudeikis. “Fue una especie de carambola”, explica la productora. “Anne Hathaway estaba buscando proyectos diferentes. Sus agentes tenían el guion de Colossal y se lo mandaron. Nos dijeron que a ella le había gustado mucho y que quería quedar con nosotros. Nos vimos en una cafetería en Broadway y de repente el proyecto se propulsó como un cohete. En 24 horas estaba armándose y tres meses después estábamos rodando”.
Pero el caso de Colossal es una excepción. Para Nahikari Ipiña, una productora tiene que tener la capacidad de no desanimarse ante los noes y los obstáculos que inevitablemente se va a encontrar. “Producir no es solo ver tablas de excel y números, sino que es un proceso creativo. Si es una película de dos millones de euros, que parezca que es de más de dos millones, y que defiendas, además, la visión del director que la está haciendo”.
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