Conspiraciones, enredos y poesía, la vida de la mujer más poderosa de la Córdoba califal
El escritor Jesús Sánchez Adalid recupera en su última novela, 'Los baños del pozo azul', la figura de Subh Um Walad
Esposa y favorita del califa, amante de uno de los personajes más poderosos del año mil y, al mismo tiempo, madre del tercer califa. El escritor Jesús Sánchez Adalid tiene “motivos de sobre para hacer una novela”, según resalta, sobre la figura de Subh Um Walad, la mujer más influyente de la Córdoba califal. Los baños del pozo azul (HarperCollins) es una “reivindicación del mundo femenino en una época en que la historia lo ha ocultado”. Sánchez Adalid (Villanueva de la Serena, Badajoz, 1962) se licenció en Derecho y ejerció de juez durante dos años, tras lo cual estudió Filosofía y Teología. Desde hace 26 años es sacerdote y no duda en afirmar que acaba de publicar un libro feminista, “en el mejor de los sentidos”, matiza.
En esta novela sitúa a una mujer como clara protagonista, lo que afirma ha sido un ejercicio “difícil” para el que “ha tenido que pasar un tiempo para atreverse”. Para conseguirlo, “lo importante es que las soluciones de los diversos elementos de la novela no estén simplificados”, señala el autor. Y carga contra, lo que afirma, es la práctica del cine: “Se equivoca por completo al colocar a las mujeres en papeles masculinos, eso es una extrapolación muy fácil. A la mujer hay que darle su personalidad, tiene que ser una mujer en todo momento pero tiene que estar enfrentada a circunstancias de las cuales debe salir siempre y resolverlas como mujer”. La presencia de mujeres como la protagonista es fundamental en la genealogía Omeya. Al final, los hijos de los califas no tenían apenas sangre árabe porque a través de generaciones los hombres habían contraído matrimonio con mujeres venidas del norte, que “aportaron su manera de ver el mundo”.
“Es bastante sorprendente que un personaje femenino aparezca en las crónicas musulmanas en una época en que la mujer no tiene presencia pública, sino que pertenece solamente al ámbito de la intimidad familiar”, explica el escritor. Y las crónicas a las que se refiere son el Muqtabis, de Ibn Hayyan, quien fue contemporáneo de Subh Um Walad. “La conoció seguramente en persona, y de su obra podemos deducir que es un personaje bastante determinante en la historia política de aquel tiempo”, resalta Sánchez.
La novela se ambienta en la Córdoba de finales del primer milenio. Almansur se hallaba en lo más alto de su poder y lanzaba una campaña final para conquistar el norte. Poco a poco, ostentaba los poderes que corresponderían al califa, Hixem II, hijo de la también conocida como la Sayida. Ante esto, Subh Um Walad decide terminar con su encierro en los Alcázares para liderar junto a su hermano Eneko un grupo formado por peculiares personajes, como Farid, un joven poeta. Pero nada es lo que parece en esta obra y los enredos y confusiones pronto hacen su aparición.
Sánchez Adalid comenzó a escribir este tipo de literatura hace casi 20 años ante la proliferación de autores extranjeros que escribían novela histórica. “Estaba traducida, toda, y había una necesidad de que en nuestra propia lengua se hiciera una literatura que tuviera como telón de fondo la historia de España, que es tan rica”, y así, confiesa, surge todo un grupo de autores. “Lo bueno que tiene nuestra historia es que es vastísima, es muy compleja y es un territorio maravilloso, inagotable”. Los baños del pozo azul comparte escenario y momento histórico con una de sus primeras novelas, El mozárabe (2001), de la que el autor niega que sea una continuación. “Podría decir que es una sucesión cronológica, que es lo que sucede después, pero es una historia diferente”, señala.
“La novela histórica es un juego entre ficción y realidad”, y este escritor lleva años demostrando que sabe jugarlo. “El lector tiene que sentir que es un relato natural. Pero claro, eso requiere un trabajo previo: hay que preparar muy bien el escenario en el que se desenvuelve la historia y para eso hay que recurrir a las fuentes originales”. Sánchez Adalid recurre a escritos, crónicas, a trabajos de los historiadores, antropólogos y arqueólogos para construir a partir de los hechos el relato de ficción. “A Subh Um Walad, de la que conocemos muy poco, hay que construirla, hay que hacer un personaje que sea determinante dentro de la novela”, resalta. Con una novela publicada prácticamente cada año, el escritor extremeño confiesa que no tiene miedo al papel en blanco. Y deja claro que este no es el fin, ni mucho menos, de una larga carrera: “Ya estoy pensando en muchas historias y tengo muchas ganas de seguir escribiendo”.
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