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Ayuntamiento y Canalejas no ven relación entre las obras y los daños en el Museo de Bellas Artes

El Consistorio envió el lunes una inspección para comprobar los daños denunciados por la institución cultural

Fachada de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando que da a las obras en la calle de Alcalá.
Fachada de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando que da a las obras en la calle de Alcalá.VICTOR SAINZ
Pablo León

El Museo de Bellas Artes sufre. La institución (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando), fundada en el siglo XVIII y ubicada en pleno centro de Madrid (al lado de la Puerta del Sol), lleva varios años rodeada de obras: primero fue el complejo Canalejas, que estará terminado el próximo verano; siguieron las mejoras de la línea 2 de Metro, que se encuentran en plena ejecución. Tras pasar el mes de agosto de vacaciones, la institución reabría al público el sábado. Los responsables de la misma se acercaron un día antes de la apertura para preparar el museo: descubrieron que el polvo cubría varias obras, también que algunas esculturas estaban dañadas y que una pared se había rajado. Idearon un plan de contención: descolgaron cuadros, cubrieron obras y dieron la voz de alerta.

Ayer, la sociedad Centro Canalejas Madrid, participada al 50% por OHL y Mohari Hospitality —Villar Mir participaba en el proyecto con un 38% de las acciones, pero las vendieron en agosto— emitió un comunicado: “La sociedad lleva a cabo reuniones informativas y de seguimiento periódicas con vecinos, comercios e instituciones relativas a la evolución de las obras. […] No existe, a día de hoy, ningún informe técnico que confirme la responsabilidad de los daños recogidos en las diferentes informaciones [publicadas]”.

Ante la alarma suscitada —el museo alberga obras de, entre otros ilustres nombres, Rubens, Goya, Arcimboldo o Sorolla—, el Ayuntamiento de Madrid se interesó por el asunto y quiso “dar la cara”, según dijeron en un comunicado interno. Lo hizo a través del Área de Desarrollo Sostenible, al frente de la que está José Manuel Calvo y de quien dependen los permisos de la obra. Así, el Consistorio envió ayer a la zona al director general de control de edificación, Juan Carlos Álvarez. Tras la inspección del experto, que acudió con un equipo de técnicos, se concluyó que “no hay ningún daño estructural que se pueda achacar a las obras”.

Sí que reconocieron que se perciben vibraciones —a las que la institución achaca los daños sufridos—, pero que estas no eran lo suficientemente potentes para afectar a la estructura del edificio. Con respecto a las fisuras en las obras de arte, dijeron que “bien pueden ser de una cosa, bien puede ser de otra o pueden estar ahí [desde] hace un montón de tiempo”. También lanzaron otra idea: “Se ha comprobado que los problemas se han generado por las obras vinculadas a la mejora de la línea 2 de Metro [responsabilidad de la Comunidad]”. Y concretaron que podría ser por “una zanja de esas obras”. “Este Ayuntamiento, sea o no responsable de las obras, responde a todo lo que ocurra, sea o no una falsa alarma; sea o no una obra del Consistorio, que en este caso no lo son. Canalejas es una obra privada”, argumentaban desde Desarrollo Urbano Sostenible en un comunicado.

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Sobre la firma

Pablo León
Periodista de EL PAÍS desde 2009. Actualmente en Internacional. Durante seis años fue redactor de Madrid, cubriendo política municipal. Antes estuvo en secciones como Reportajes, El País Semanal, El Viajero o Tentaciones. Es licenciado en Ciencias Ambientales y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Vive en Madrid y es experto en movilidad sostenible.

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