El sector turístico y las administraciones se alinean para trazar “un modelo más sostenible” en Barcelona

La masificación del turismo en Barcelona ha sido un foco de debate en los últimos años, ya que ha repercutido en ámbitos como el precio de la vivienda o la saturación de los espacios de la ciudad. Pese a que los visitantes generan un impulso económico que representa cerca del 15% del PIB barcelonés, las “externalidades negativas” -como las califica el comité organizador del evento Tourism and Economy Summit-, han puesto sobre la mesa propuestas para replantear este sistema: “el modelo turístico actual surgió en los años 60 y ya muestra signos de agotamiento. Este encuentro es una oportunidad para abrir un debate valiente sobre el modelo turístico que queremos para el futuro”, ha asegurado la Presidenta del Comité Organizador del Summit y Presidenta-Consejera Delegada de Paradores, Raquel Sánchez.

La presentación de esta iniciativa ha contado con una amplia representación institucional, tanto del sector público como del privado. La Directora General de Turismo de Cataluña, Cristina Lagé, ha puesto en valor la colaboración entre sectores y ha defendido que “es la manera correcta de trabajar”. Además, ha argumentado que los cambios sociales de las últimas décadas han puesto en el centro el derecho a viajar, por lo que defiende que “el turismo es imparable” y tiene que ser visto como una oportunidad: “Cataluña es un destino muy preciado y tenemos que aprovechar esto para que los turistas sean residentes temporales con derechos y obligaciones”.

La Diputada Delegada de Turismo de la Diputación de Barcelona, Ana Herrera, ha anunciado que el “espacio estratégico” que han desarrollado -el Tourism and Economy Summit del 2 y 3 de abril-, tiene el objetivo de repensar el turismo “desde la sostenibilidad”, para construir un modelo “que no comprometa los recursos del futuro”, por lo que contempla tres ejes de actuación: la sostenibilidad ambiental, la sostenibilidad social y “la buena gobernanza” (es decir, la colaboración público-privada). En relación con el segundo concepto, ha puesto énfasis en que, desde el punto de vista turístico, Barcelona se tiene que contemplar “como provincia y no como ciudad”, para poder repartir la riqueza de los visitantes y “desahogar” los puntos de la capital catalana con mayor saturación de turistas. Además, Sánchez ha añadido que el evento reunirá a “más de cincuenta líderes, expertos y representantes del sector para construir ideas y abordar la definición del nuevo modelo de turismo” que plantean para Barcelona.

Otro de los debates que han surgido recientemente es el tipo de turismo en que se quiere centrar la ciudad. El más habitual, históricamente, ha sido el vacacional, aunque últimamente -y con la proliferación de un elevado número de congresos y ferias (270 en 2024)-, algunos sectores han apuntado a que el turismo de reuniones, incentivos, congresos y exposiciones, conocido como MICE, “debe ser la prioridad”. Aunque Lagé pone en valor la contribución del MICE: “Ayuda a desestacionalizar y puede contribuir a que los congresistas que visiten Barcelona debido a un evento decidan volver con su familia”, desde la organización del Summit aseguran que el nuevo modelo debe abarcar todas las modalidades de turismo, pero siempre “de una manera sostenible”. Asimismo, más allá del vacacional y el MICE, la organización identifica nuevos segmentos de viajeros, como los “nómadas digitales”, profesionales que trabajan de forma remota desde diferentes puntos del planeta; los “ejecutivos”, que se instalan en un destino distinto a su lugar de origen y pueden acabar convirtiéndose en residentes e inversores; y los “residentes intermitentes”, que dividen su vida entre distintos lugares a lo largo del año.