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Monte Olimpo: la primera ascensión cumple 105 años

Un cazador griego que sirvió de guía, un fotógrafo suizo y un escritor e historiador de arte, también suizo, alcanzaron tal día como hoy la cima del pico más alto de Grecia, el Mytikas (2.918,8 metros)

Imagen del Monte Olimpo, en Grecia.
Imagen del Monte Olimpo, en Grecia.Getty Images

El Monte Olimpo, que en griego quiere decir “el más alto entre lo más alto”, tiene casi 2.919 metros y es la montaña más alta de Grecia y la segunda de mayor altitud de Los Balcanes tras el Musala de Bulgaria, con 2.925 metros. Está situado entre las regiones griegas de Tesalia y Macedonia, es reserva natural griega desde 1938 y Patrimonio Natural de la Unión Europea en su categoría de Reserva de la Biosfera desde 1981.

Aunque en el mundo hay hasta 18 montañas más con el mismo nombre, incluyendo varias en las islas griegas, ni Chipre, ni Nueva Zelanda, ni Estados Unidos, que cuenta con varias, albergan la mitología y el misterio que siempre rodeó al Monte Olimpo de Grecia. Curiosamente, la montaña más alta del Sistema Solar también recibe este nombre, un volcán situado en Marte y que tiene más de 25 kilómetros de altitud.

“El luminoso” es el significado de Olimpo, y es que los antiguos griegos lo apreciaron desde siempre por ser la montaña más alta de todo el país y haberse sabido ganar el hogar de los dioses olímpicos, los principales del panteón, con Zeus a la cabeza. La tradición fue agregando algunos que fueron reemplazando a otros para que el número de dioses olímpicos quedara estable en doce: Zeus, Hera, Poseidón, Ares, Hermes, Hefesto, Afrodita, Atenea, Apolo y Artemisa son siempre considerados dioses olímpicos; mientras que Hestia, Deméter, Dioniso, Hades, Perséfone, Eros, Hebe, Asclepio, Pan y Heracles, después de ser divinizados, son los dioses variables que completaban la docena de olímpicos.

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El Monte Olimpo se encuentra a solo 20 kilómetros del mar. A sus pies está el pueblo de Litójoro, un lugar con unas magníficas vistas. A un lado de este emblemático paraje se sitúa el golfo Termaico, de aguas azuladas, y al otro, el monumental monte.

Sin embargo, el nombre lleva a error, ya que Olimpo no es un monte único, sino que forma parte de una cadena montañosa de la que sobresale su pico más alto, el Mytikas (2.918,8 metros), seguido del Skolio, con 2.912 metros de altura.

El Monte Olimpo, además de la morada de los antiguos dioses, representa el orgullo de los alpinistas griegos y un valor natural de interés mundial al albergar más de 1.700 especies vegetales, muchas de las cuales son endémicas o poco comunes. El Parque Nacional de Olimpo es el primero que se fundó en Grecia y tiene una superficie de 4.000 hectáreas con una altura que oscila entre los 600 metros y los casi 2.919 del Myticas.

La flora se compone de vegetación mediterránea, pinos, abetos, sauces, plátanos, robles, hayas y formaciones boscosas, mientras que la fauna del parque posee también gran interés, ya que aunque ya no quedan osos, hay lobos, chacales, zorros, jabalíes, gamos, corzos, mofetas, liebres, ardillas, águilas, buitres, halcones, perdices....

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A principios del siglo pasado, tres valientes tomados por locos, decidieron, en 1913, comprobar por sí mismos qué había de verdad en la mitología de los dioses en el Monte Olimpo y qué riquezas escondía. Se hicieron llamar escaladores y el nombre desde luego que se lo ganaron tras atravesar barrancos, grietas y superar paredes abruptas. La expedición estaba compuesta por el fotógrafo suizo Frédéric Boissonnas, de 55 años y una figura en el desarrollo de la fotografía en Grecia durante el pasado siglo; su amigo Daniel Baud-Bovy, de 43 años y también suizo de nacionalidad aunque escritor e historiador de arte de profesión; y, por último, Christos Kakkalos, un cazador griego de 31 años que les sirvió de guía, ya que su familia poseía una cabaña en el lado este del Monte Olimpo.

Las crónicas cuentan que en el verano de 1913 partieron con un clima traicionero a la aventura de conquistar el Monte Olimpo, y que Kakkalos conocía la montaña tan bien que escaló sus inclinadas pendientes sin ninguna herramienta de sujeción y solo ayudado por sus manos y pies. Los amigos suizos tenían cierta experiencia en el alpinismo, pero Boissonnas tuvo que cargar equipos fotográficos que eran muy pesados y voluminosos en aquella época y más en una ascensión. Él y su amigo, Baud-Bovy, estuvieron unidos durante todo el trayecto por una cuerda, que era el procedimiento habitual en aquellas expediciones.

Durante su ascenso, la cumbre donde se dice que residen los dioses griegos estaba continuamente oculta por las nubes de tormenta, así que los escaladores, en el tramo final de la ascensión, confundieron un pico menor con el del objetivo del ascenso. Pensando que su ascensión había sido histórica, los tres aventureros, eufóricos, escribieron cartas describiendo su hazaña y colocaron las notas en una botella que enterraron en un lugar al que bautizaron como Victory Top (Cima Victoria). Sin embargo, cuando la niebla se disipó, se dieron cuenta de su error al atisbar otro pico más impresionante, llamado Mytikas.

En ese momento, al parecer Boissonnas y Baud-Bovy apenas hicieron una pausa para considerar lo que harían a partir de entonces, pero cuando Christos Kakkalos preguntó si continuaban el ascenso solo había una respuesta. Con Kakkalos a la cabeza, los hombres continuaron hacia arriba, trepando por las gargantas resbaladizas. De esa forma, tal día como hoy, 2 de agosto, pero de hace 105 años, en 1913, llegaron a la cima de la montaña que los tres se habían propuesto conquistar.

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Christos Kakkalos, el verdadero artífice y auténtico alpinista de aquella primera expedición, realizó más ascensos en julio de 1919, en 1921 y en septiembre de 1927 con 105 participantes. En 1921 también le sirvió de guía al topógrafo suizo Marcel Kurz para escalar por primera vez de la cumbre del Olimpo Stefani (2.909 metros), y en 1931 estuvo nuevamente al frente de una expedición con Daniel Baud-Bovy junto a un grupo de escaladores.

Hasta 1932 la primera noche con los grupos que guió la pasó en su cabaña familiar a los pies del Olimpo, pero en 1930 se inició la construcción de la primera cabaña de montaña del Monte Olimpo, bautizada como cabaña Spilios Agapitos. En 1937, Kakkalos fue nombrado por la Asociación Griega de Montañismo como guía oficial para la montaña. A lo largo de su vida dirigió expediciones de escaladores, geólogos, botánicos, embajadores, políticos, artistas y turistas, hasta que en 1973, tres años antes de morir, llegó por última vez a la cumbre cuando tenía 91 años.

Como recuerdo y homenaje a quien tanto contribuyó a conocer y preservar el Monte Olimpo, en 1984 una cabaña de montaña en la meseta de las Musas (2.680 metros) recibió el nombre de Christos Kakkalos.

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