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Si Freddy Krueger se hiciera de carne y hueso...

El actor Robert Englund protagoniza la primera serie de terror en realidad virtual, 'Campfire Creepers'

Gregorio Belinchón
Robert Englund, en una imagen de 'Campfire Creepers'.
Robert Englund, en una imagen de 'Campfire Creepers'.
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"A mí la tecnología me ha beneficiado mucho en mi carrera. Soy el rey del vídeo", suelta entre risas Robert Englund (Glendale, California, 1947), el mítico Freddy Krueger de la saga Pesadilla en Elm Street. La reflexión es pertinente porque Englund presenta en el festival de Sitges Campfire Creepers, la primera serie de terror en realidad virtual, es decir, que el espectador está inmerso en la acción, en este caso en las leyendas urbanas que se cuentan alrededor del fuego en un campamento de verano. Englund aparece en el primer episodio, que ha dirigido otro veterano del género del horror, el francés Alexandre Aja, y producido Future Lighthouse y Oculus. "Fue un rodaje complicado", recuerda el actor, "porque es un mundo diferente. Entre tomas pasa un montón de tiempo, al contrario que en cine. En la realidad virtual la cámara es dios, hay que tratarla con ternura. Hay 10 lentes que limpiar, 10 tarjetas de memoria que verificar, debes examinar que todo el equipo vuelva a estar oculto, porque cuando se escucha acción no se puede ver nada excepto la trama". Englund asegura que ha disfrutado de estar constantemente encarnando su personaje. "No te tienes que preocupar por dar tiempos a otros actores, ya que tu cuerpo siempre está actuando. Tienes que estar metido constantemente en el personaje. La cámara lo graba todo para que el espectador viva esa sensación de 360º grados". 

Englund encuentra una posible comparación. "Podría parecer como hacer teatro, pero con el espectador metido en mitad del escenario, y dejándole la libertad de caminar entre los actores. En realidad, parte de la experiencia es responsabilidad del público, porque escoge el punto de vista y lo que ve. Con el giro de su cabeza crea los movimientos de cámara". Por eso Alejandro González Iñárritu decía en Cannes, donde presentó su instalación Carne y arena realizada con esta tecnología, que la realidad virtual valdría más para propuestas artísticas que para películas. "Bueno, el espectador ve de distinta manera. Por ver me refiero a cómo encara cualquier producto audiovisual. Por ejemplo, ha cambiado nuestra capacidad de atención tras series como Los Soprano o Boardwalk Empire porque si quieres te pones varios capítulos seguidos. Tus emociones se asemejan más a los personajes, porque hay tiempo para crear el tono. Es muy distinto del cine, que se ha convertido hoy más en un evento al que asistir que en una experiencia emocional. La realidad virtual es una experiencia inmersiva, que puede hacerte rememorar sensaciones, y ahora estamos explorando su lenguaje".

El año pasado Sitges ya tuvo una sección dedicada a la realidad virtual; este año, al igual que hizo Venecia hace unos meses, es competitiva. "Queda mucho por hacer, estamos en los primeros pasos, y eso hace aún más emocionante estar aquí"; asegura Englund. "Para mí es otro reto, otra oportunidad. Nunca he estado en el paro y agradezco cómo mi carrera ha sido bendecida por la tecnología. He estado un año trabajando en Injustice 2, un videojuego que desarrolla el universo DC con captura de movimiento, y me lo he pasado en grande creando al Espantapájaros. Llevo años haciendo videojuegos y me mantienen joven".

Robert Englund (izquierda) y Alexandre Aja, en el rodaje de 'Campfire Creepers'.
Robert Englund (izquierda) y Alexandre Aja, en el rodaje de 'Campfire Creepers'.

Como sus fans: el actor tiene legiones de seguidores de distintas generaciones. "A eso me refería con el agradecimiento. Cuando arrancó la saga Pesadilla en Elm Street, empezó también la época del vídeo. Me hice famoso justo a la vez que surgían los videoclubs. Familias enteras veían las películas juntos en casa. Y me hice el rey del vídeo. Luego nació la televisión por cable y satélite. Y Pesadilla... volvía una y otra vez. Con el DVD salieron las ediciones con más material. En cada plataforma física o digital que ha ido surgiendo, Pesadilla... ha disfrutado una nueva carrera. Otro ejemplo, una película pequeña como Detrás de la máscara gracias a su recorrido por esas plataformas, tras su fracaso en salas, devino en filme de culto. Y todo eso suma para lograr tres generaciones de fans".

Por ahora, según Englund, la realidad virtual no crecerá en la duración de sus filmes. "No me imagino una Pesadilla en Elm Street con esta tecnología. No estamos listos para pasar 90 minutos en ese mundo. Funciona mejor para capítulos, para narraciones cortas, tipo Historias de la cripta, o cuentos de Poe o Lovecraft. Incluso para cortometrajes cómicos de Chaplin. Estamos aprendiendo. Necesitamos tiempo".

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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