Se presenta ArteBA, la gran feria del arte de Buenos Aires
Es considerada la bienal de la capital argentina y el año pasado la visitaron más de 80.000 personas
La sala de recepción del museo Malba está repleta y retumba como un gran hormiguero. Hay minúsculos pocillos con café por todas partes y vestidos no tan acostumbrados a ver el sol del mediodía. La grey artística argentina está convocada para el acto y brindis inaugural de ArteBA, la feria de arte contemporáneo más importante de Argentina, que exhibe un calendario internacional con significativo protagonismo local. La edición de 2017, que irá del 24 al 27 de mayo, contará con charlas gratuitas que presentarán a Claudia Fontes, elegida para representar al país en la Bienal de Venecia, Marta Minujín, quien presenta su Partenón de libros prohibidos en Documenta 14 en Kassel, y Fernanda Laguna, quien será parte de la muestra Pacific Standard Time en Los Angeles.
Los números de ArteBA son similares a los del año pasado, aunque se incorporan 23 nuevas galerías. En total serán 91, provenientes de una veintena países, que exhibirán piezas de 370 artistas. Más del 50% de las obras provienen del exterior, se cree que un gran factor de influencia ha sido la reciente y fuerte presencia argentina en ARCO, la feria de arte de Madrid que este año tuvo a Argentina como invitada especial. Pero la prueba más grande del prestigio que ha logrado ArteBA en sus 25 ediciones es la realización de FACA, la Feria de Arte Contemporáneo de Argentina, que se realizará en simultáneo en el hipódromo de Palermo. Allí estarán presentes otras 30 galerías. Lo que todo demuestra es la afición de los argentinos por el arte, algo que se percibe tanto en museos o teatros como en la misma calle o el subterráneo.
En diálogo con EL PAÍS, el ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, define a ArteBA como “la feria de arte más antigua de América Latina y más allá de su aspecto estrictamente comercial y que tiene que ver con el pulso al mercado del arte de nuestro país y particularmente de Buenos Aires, es también una vidriera a través de la cual se puede ver el trabajo de los artistas. Nuestra presencia tiene que ver con generar ámbitos de discusión y debate sobre el arte contemporáneo argentino, sobre como vincular al mundo educativo con el arte y también sobre la situación del mercado”. “Acá las galerías se hacen el año”, remata Gonzalo Beccar Varela, de María Casado Home Gallery, un espacio situado en una casona del barrio de Beccar que el año pasado centró más de la mitad de sus ventas en la exposición. El joven apuesta a que los visitantes y expositores de ArteBA “sostengan el entusiasmo que tuvieron en ARCO”, aunque, junto con otros, esperan que la superposición de fechas con la tercera semana de Venecia. En suma, el 25 de mayo es feriado en Argentina y mucha gente sale de la ciudad.
La feria también es bien recibida por el público en general. El año pasado concurrieron 80.000 visitantes, en parte, porque la entrada no es barata pero si accesible, 160 pesos (unos 10 dólares); por otro lado, las galerías nunca fueron espacios convocantes para el público porteño, aunque en los últimos años, muchas decidieron abandonar los viejos salones angostos, con techos bajos y paredes blancas para asumir los nuevos riesgos del arte contemporáneo: obras que se extienden por metros en el suelo y que pueden llevar fluidos de un lado a otro; piezas de tres o cuatro metros de altura, tal vez con sonidos y proyecciones. En ese marco, los nuevos polos elegidos son los barrios de La Boca y Villa Crespo, repletos de antiguos y enormes talleres mecánicos y estacionamientos. El arte se transforma, dicen. Buenos Aires da cuenta de ello y ArteBA continúa siendo un fiel reflejo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.