Juan Manuel Bonet será nombrado director del Cervantes
El poeta y crítico de arte ocupa en estos momentos la sede del instituto en París
Juan Manuel Bonet (París, 1953) será nombrado hoy o a más tardar la semana que viene director del Instituto Cervantes. Ocupa actualmente la sede del mismo en París, donde fue destinado en 2012, y sustituirá a Víctor García de la Concha tras cinco años en el cargo.
Su predecesor y actual responsable había manifestado ya su deseo de salir. Bonet es el candidato del ministro de Educación, Cultura y Deporte, también portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo. Aunque se trata de un puesto que principalmente nombra el ministerio de Asuntos Exteriores, parece que el consenso con la cartera que ocupa Alfonso María Dastis no ha sido difícil.
Bonet lleva una extensa carrera como gestor cultural. Antes de ser nombrado responsable del Cervantes en París dirigió el IVAM de Valencia y el Museo Reina Sofía entre 2000 y 2004. Es experto en Arte Contemporáneo y su obra de referencia en este ámbito es el Diccionario de las vanguardias en España (1907-1936). Como poeta ha publicado La patria oscura, Café des éxiles, Última Europa o Praga. Doce poemas de Pavel Hrádok en versión de J.M.B. Como crítico de arte, destacan sus colaboraciones habituales en EL PAÍS y otros medios.
"El futuro del Cervantes depende, sobre todo, de una nueva ley de independencia"
Los retos que tiene encima de la mesa no son poca cosa. El futuro del Cervantes, que en 2016 ha celebrado su 25 aniversario, depende, sobre todo, de su independencia. García de la Concha ha exigido varias veces, públicamente, antes de su salida, una ley de autonomía para la institución similar a la que recientemente se ha aprobado para la Biblioteca Nacional y que tan buen resultado ha dado ya en instituciones como el Museo del Prado, el Reina Sofía o el Teatro Real. Se trata de una decisión fundamental para garantizar la estabilidad de la institución y que esta no dependa de los caprichos de políticos de turno.
También falta consolidar el papel del instituto en Brasil, Estados Unidos y comenzar una estratégica expansión por África y Asia. La independencia zanjaría también la eterna pugna que enfrenta a Exteriores y Cultura por el control de una institución consolidada como un referente en la acción por el idioma y la creación hispánica en todo el mundo.
García de la Concha ha ejercido, como ya lo hizo en su cargo al frente de la Real Academia, una política de panhispanismo. Y ha navegado con estrategias de supervivencia para superar el recorte del 22% de aportación estatal desde 2008, sobre un presupuesto que actualmente asciende a 115,4 millones de euros. Algo ridículo si se le compara con los de otras instituciones de su mismo carácter en Europa, donde, por ejemplo, el British Council supera los 700 millones de libras (814 millones de euros).
Abrió el Observatorio del Español en Estados Unidos con sede en Harvard y ha consolidado la creación de un título conjunto con universidades del ámbito hispano a nivel mundial, el SIELE. También ha estrechado lazos con países e instituciones de toda América Latina para formar frente común por el idioma a nivel global.
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