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Bárbara Lennie es cine, teatro y ¿por qué no una comedia loca?

La actriz estrena ‘Contratiempo’, vuelve a los escenarios y afronta dos rodajes en la primera mitad de 2017

Bárbara Lennie, en la redacción de EL PAÍS.
Bárbara Lennie, en la redacción de EL PAÍS.ALEX ONCIU
Gregorio Belinchón

El puzle profesional de Bárbara Lennie (Madrid, 1984) de 2016 y 2017 es de órdago. Si el año pasado estrenó Las furias y María (y los demás), y grabó la serie de televisión El incidente, en 2017 le toca promocionar Contratiempo, el thriller de Oriol Paulo que llega a las carteleras este próximo viernes, desde el 13 de enero vuelve a representar La clausura del amor, de Pascal Rambert —en el Pavón Teatro Kamikaze—, y posteriormente rodará La enfermedad del domingo, de Ramón Salazar, y Petra, de Jaime Rosales (“Dos guiones que me han volado la cabeza”). Está recién llegada de Argentina, de filmar Una especie de familia, de Diego Lerman y en cartera tiene pendiente de estreno Oro,de Agustín Díaz Yanes. “Estoy un poco agobiada. No ha habido otra”, confiesa.

En Contratiempo, Mario Casas encarna a un ejecutivo de éxito acusado de asesinar a su amante, una fotógrafa a la que da vida Bárbara Lennie. Así que esa mujer se construye —para el espectador— a través de la remembranza de su pareja. “Empecé a leer a Elena Ferrante por eso, porque escribe de una mujer que solo existe por el relato de ella. Eso es muy sugerente. Y así sucedía en el guion de Contratiempo. Decidí buscarle un sentido, que primero me sugiriera algo a mí ,y así aportara cosas a la historia principal. A eso jugamos... y empecé muy despistada”.

En su carrera de 15 años, solo Contratiempo y El Niño, de Daniel Monzón, han sido rodajes de grandes producciones. “Se nota el dinero en los tiempos que tienes, en cómo se estructura la producción. El cine siempre ha sido clasista... Por suerte tanto Oriol como Dani solo están interesados en contar su historia con el resto del equipo. El cine al final es una cuestión de alma. Si la hay, se disfruta. Si no, no”.

Ha vuelto fascinada de Argentina (país en el que vivió sus primeros años) del rodaje de Una especie de familia. “Ha sido un trabajo creativo compartido, me he sentido coautora. He vivido en la provincia de Misiones dos meses, y el resto del elenco no eran actores, por lo que vivieron la experiencia de forma muy especial”. ¿Y en el futuro? “Producir, generar mis propios proyectos... ¿Por qué no una comedia loca?”.

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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