Jorge Zepeda: “Es muy fácil manipular el miedo y la ignorancia”
La Feria del Libro de Guadalajara es el escenario de un atentado en la nueva novela del autor
En México la corrupción tenía el color del dinero. Ahora tiene también el color de la sangre, en el país en el que José Alfredo Jiménez cantó La vida no vale nada. Jorge Zepeda, periodista, novelista, ganador del Planeta en 2014, conoce esas variaciones del color de la podredumbre de su país, donde nació hace 65 años, como la palma de sus manos. Y de esas manos ha salido una nueva novela (Los usurpadores, Destino) de su saga de los azules, a la que corresponde aquel libro premiado. Él lo dice: el texto trata de México, “pero apela a lo que ocurre ahora en todo el mundo”.
Y ahora México se enfrenta a esas amenazas. Jorge de Ibargüengoitia, antecesor en la disección de su país, tiene un libro, Instrucciones para vivir en México. “Lo que pasa ahora, con Trump, que muchos lo vemos como una tragedia, es que todo se va a mover para mal. Y ese factor obliga a reeditar el manual de supervivencia en México”.
Su novela transcurre en una atmósfera dramática, como casi toda la historia de México. Sucede en 2017, mañana mismo, cuando se va a elegir presidente del país; el actual (en la ficción) se llama Prida, un trasunto del priísta Peña Nieto; se peina igual, además. Un grupo de periodistas, de políticos, de sicarios y de corruptores bailan al ritmo de la novela, pero también al ritmo de la realidad. En unos días (en la ficción, y en la realidad: abre este 26 de noviembre, es su 30º aniversario) se va a celebrar la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (la FIL). Y ahí, lo sabe el lector desde el principio (como en Crónica de una muerte anunciada, “ni más ni menos”, dice Zepeda), va a haber un atentado. ¿No teme que la ficción se haga realidad? “¡Los hechos suceden en 2017! ¿Quién iba a pensar que caerían las Torres Gemelas... tantas cosas? Y nadie puede pensar que eso va a pasar ahí. Pero, sí es cierto: es muy delgada la línea entre la ficción y la realidad y a veces se produce ese ingreso de una en la otra”.
La cosa pública
Lo que es ficción, enteramente, es el carácter de los personajes. Periodistas, políticos... en todos se advierte la posibilidad de ser corrompidos o de estar en posición de corromper, de usurpar... ¿No asusta que esa ficción sea realidad? “Lo que asusta es que la cosa pública esté intoxicada. Y que incluso los que vienen nuevos o limpios se hallen en esa frontera”.
“Lo que va a pasar con Trump es que todo se va a mover para mal”
La FIL, de nuevo. En el libro ninguno de esos corruptores o corruptos lee un libro. ¿Qué hacen yendo a la FIL? “¡Es el caso de Peña Nieto! Su famosa ignorancia sobre los libros que había leído en su vida. Pero fue a la FIL, y además como candidato. La FIL es la segunda feria del libro más importante del mundo, después de Fráncfort. Y el nuestro es un país que tiene índices de lectura paupérrimos, incluso con criterios latinoamericanos. Y no obstante es una fiesta, la fiesta del libro. Acude todo el mundo. La escogí para ese drama, un atentado. Ahí se concentra todo el mundo y el mundo mira a México”.
Ahí están los que se quieren dejar ver, para ser elegidos, para ser famosos con los famosos. Un importante tenista, el Nadal mexicano, es adoptado por el presidente para escuchar “a los que no hablan de política”; los periodistas, a los que el poder busca involucrar en su ánimo de corromper, se resisten a aceptar el juego, y los políticos son capaces de venderse por ser electos... "La gran moraleja de la novela es que los políticos están dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de ganar en lo personal, de conservar el poder. Creo que esa es la gran moraleja de la historia de cualquier país. Los políticos besan a los hijos por la mañana y cometen una infamia salvaje por la tarde”.
—¿Y son tan mediocres?
La Feria del Libro de Guadalajara es el escenario de un atentado
—Son astutos. Son mediocres, pero son astutos. Cuando tú ves a Donald Trump llegar a la Casa Blanca con una serie de fórmulas simplistas, cuando ves que hoy el argumento político es sustituido por un meme a través del cual el público va a enterarse del proyecto, y no por los argumentos, estamos frente a una realidad en la que la inteligencia no se impone, sino la caricatura, el lema simplista. Por eso es fácil manipular el miedo, la ignorancia. Y por eso pasa lo de Trump, lo del Brexit, el resultado del plebiscito de Colombia, por la estupidez, porque hay una astucia política primitiva.
“Es un thriller”, dice Zepeda, “cuyo final se conoce”. Pero, ¿cómo sucede? “Ah, para eso está escrita la novela, para que la gente llegue al final”.
Babelia
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