Eduard Fernández, Concha de Plata por su Paesa de ‘El hombre de las mil caras’
El actor catalán espera algún día encontrarse con el espía "solos, frente al mar, en invierno y charlar", y asegura que está en su "mejor momento"
Lleva una temporada repitiendo que está en su "mejor momento". Y esta Concha de Plata corrobora la sensación que masajea a Eduard Fernández (Barcelona, 1964). "No olvidemos: tú no escoges el momento, el momento te escoge a ti. Y ahora está aquí". ¿Y su momento es Paesa? "Sí, de momento", y se echa a reír. Fernández desborda felicidad. Ha pasado años duros en lo emocional y ahora se siente más fuerte. A su lado, esta noche ha estado su hija, Greta. En algún lugar de París, Francisco Paesa, cuya encarnación en la pantalla para El hombre de las mil caras, de Alberto Rodríguez, le ha reportado este premio. "Desde que me lo anunciaron claro que he pensado en él, ya volverá a aparecer". Sin embargo, este viejo espía, banquero, anguila en las cloacas de los secretos de Estados, le produce sentimientos encontrados: "Por un lado hace cosas éticamente deleznables; por otro es que es un personaje es muy grande. Cuando interpreté a Pedro Casaldáliga me di cuenta de que no podía denominarle personaje, sino que era una persona que había interpretado. Con Paesa pasa al revés, que ya hace años que es personaje. Y por tanto mucho de actor".
El barcelonés está "encantado" de formar parte del grupo selecto de los Concha de Plata. "Me lo he currado. Me costó unos años aprender a recibir premios y ya hace tiempo que sé. Si me llegan a dar el Goya por Los lobos de Washington hubiera muerto de infarto". Luego ganó dos: por Fausto 5.0 y por En la ciudad. "Ahora estoy más tranquilo. No hubiera podido hacer a Paesa hace 10 años, y ahora iba a la marca, decían acción y zas. Creo que una Concha eleva a un actor a otra categoría".
En su discurso mencionó a su hija, a su madre, a amigos y, cómo no, a Paesa. "Es un personaje que no logro sacar de mí. Cuando fuma pone la mano de una manera que se me ha quedado, entre dandy y amanerada. Lo llevo hasta con cariño y aprecio, no se puede juzgar al papel que interpretas. Como ya sabemos que está vivo, solo deseo reunirme un día con este ilusionista en invierno, con abrigos, en una terraza frente al mar y tomarnos un cafetito. Para hablar de otras cosas". Encantado, confiesa que las cosas buenas le llegan ahora porque tienen una razón: "A veces me parece una putada hacer un trabajo como Todas las mujeres y que no tenga cierto reconocimiento. Eso depende de muchas cosas: dinero de promoción, publicidad. Por eso agradezco que pensaran en mí para El hombre de las mil caras".
El lunes, en menos de 48 horas, empieza el rodaje de Perfectos desconocidos, el remake de la comedia italiana Perfetti Sconosciuti, que dirige Alex de la Iglesia. El jueves estrena en Las Palmas la versión en castellano de la adaptación teatral del drama Panorama desde el puente, dirigido por Georges Lavaudant (ya lo hicieron en catalán), el 2 de diciembre estrena la película 1898. Los últimos de Filipinas, y posteriormente empezará la grabación de la serie de televisión La zona. "Me toca disfrutarlo".
Babelia
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