La movida revive en las fotos de Pablo Pérez-Mínguez

Una fiesta creativa y hedonista sacudió los años ochenta españoles. Y como notario de esa explosión y aquellas actitudes de ciertos artistas jóvenes, liberados del yugo gris del franquismo, se erigió una cámara de fotos que, lejos de pasar desapercibida, fue otra gran protagonista de la conocida movida madrileña. La mirada tras ese objetivo era la de Pablo Pérez-Mínguez (1946-2012). Ahora, en la exposición Pablo Pérez-Mínguez. Fotógrafo conceptual, pop y místico se recoge una retrospectiva de su obra. Se trata de la primera muestra tras la muerte del artista, que podrá verse hasta el próximo el 28 de mayo en el Instituto América de la localidad granadina de Santa Fe, y posteriormente se expondrá en Mallorca.

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La exposición reúne obras desde 1968, un total de 117 entre fotografías y otros documentos relacionados con sus ideas sobre la imagen. Carlos Berlanga, Fabio Macnamara, Santiago Auserón (cantante de Radio Futura), Tino Casal, Herminio Molero o Guillermo Pérez Villalta son algunos de los nombres que desfilaron ante la lente de Pérez-Mínguez, que apostó desde muy joven por la fotografía como obra de arte, con la creación de un museo de la fotografía, primero en San Lorenzo del Escorial y después en Alcalá de Henares. También fue uno de los grandes impulsores de la incorporación de la fotografía en las galerías de arte y en la difusión de la disciplina. Su piso en Madrid, el número 14 de la calle Monte Esquinza, era conocido entre el gran elenco de artistas que protagonizaron la movida como "la Factory española".

Pablo Pérez-Mínguez pasó varias etapas de su vida en Santa Fe, un municipio de la provincia de Granada en el que pasó algunos veranos de su vida. Le acompañaban Julio Juste y Javier Furia, compañeros de un vecino de la zona llamado Juan Antonio Jiménez, quien actualmente se encarga de la gestión del Instituto América en este pueblo de Granada. “Se trata de un genio, como la mayoría de artistas de aquella época. No pensaba en ganar dinero con la fotografía, le gustaba su trabajo y eso lo transmitía. Incluso Julio Iglesias dejó que fotografiara su lado malo en una ocasión”, recuerda Jiménez.

Santa Fe ha sido la primera estación para dar a conocer algunos de sus trabajos, muchos de ellos con imágenes que ilustran algunas portadas de discos como los de Alejandro Magno (conocido actualmente como Alejandro Sanz), Joaquín Sabina (Física y Química) o Alaska. “Hay hasta cartas escritas a mano por muchos seguidores de Pablo. Él era una persona abierta a todo el mundo, que se preocupaba por los demás y que guardaba absolutamente todo”, añade Jiménez.

Publicó en España obras de fotógrafos internacionales como Duane Michals, Paul de Nooijer y Bernard Plossu. Andy Warhol fue otro de sus grandes referentes y en una ocasión le pudo conocer cuando el cineasta visitó España. El testimonio de aquel viaje está incluido en la exposición, entre fotografías a color y en blanco y negro e imágenes de amigos que terminaron convirtiéndose en iconos del cine o la música.