“La condición de héroe no contradice la de patán”
El escritor narra en su nuevo libro una historia sentimental que tiene que ver con la decisiva participación española en el desenlace de la II Guerra Mundial: la compañía La Nueve
Fernando Schwartz, (Ginebra, 1937) exdiplomático, periodista de EL PAÍS y Canal +, premio Planeta de 1996, ha narrado una historia sentimental que tiene que ver con la decisiva participación española en el desenlace de la II Guerra Mundial: la compañía La Nueve, integrada por republicanos que se unieron a la Resistencia e hicieron rendirse a los alemanes que se habían apoderado de París. La novela, Héroes de días atrás (Espasa), fue presentada anoche por Juan Luis Cebrián, novelista, académico y presidente de EL PAÍS, en la residencia del embajador francés en Madrid. Antes, Schwartz habló de su novela en esta entrevista.
Pregunta. Es un libro humano sobre la guerra.
Respuesta. Eso quise hacer. En una guerra tan cruel como esa las pasiones y los sufrimientos, las cobardías y las valentías, se ajustan, se hacen sofisticadas, pero son rabiosamente humanas. Se produce un enorme compromiso moral y sentimental entre los personajes, y eso lleva a contradicciones, que aparecen muy pronto, en forma de traición.
P. Y en primer plano está La Nueve.
R. Esa gran epopeya española, ignorada aquí tantos años. Descubrí su existencia en el puente de Austerlitz: una chapa agradece a los combatientes españoles su papel decisivo en el final de la guerra, en la liberación de París. Me documenté, y en ello me ayudó una periodista imprescindible para entender cómo salió a la luz La Nueve, Evelyn Mesquida.
P. ¿Cómo se resume esa epopeya?
R. ¿Te imaginas, 150 indocumentados españoles, que vienen de perder la guerra contra Franco, que son capaces de hacer rendir a los alemanes antes de que estos vuelen París? No podía hacer una historia con ella, sino una novela sentimental con trasfondo de guerra.
P. ¿Los personajes son reales?
R. Solo uno, el padre de Manuel de Sáa, el protagonista, diplomático español que vive en Francia. El padre batalló en el Ebro y en un momento determinado aparece como líder de la Resistencia, torturado luego por Klaus Barbie. La mujer, Marie, una judía, y Domingo, un anarquista locoide, son de mi invención.
P. Hay burla de las grandezas heroicas…
R. En las guerras los sentimientos son limpios, no hay inhibiciones. Pero los héroes se ríen de sí mismos, porque en realidad no hay tanta grandeza en las guerras. La condición de héroe no es incompatible con la de patán. Hay miedos, cobardías, infidelidades. Lo que los hace humanos a estos héroes es que ellos no se lo creen del todo.
P. Comienza usted contando el final, como en Crónica de una muerte anunciada, de García Márquez…
R. ¡Qué más quisiera! El drama sentimental es lo que da vida a esta historia. El final no tiene importancia, sino el drama que hay debajo.
P. En la novela se señala la mítica de aquel entonces: la Resistencia. Pero en París siguió la fiesta, como dice Alan Riding en su libro sobre ese periodo…
R. ¡Y tanto que siguió! La Nueve era la Resistencia por otros medios, más rabiosos, más humanos. Aquellos republicanos querían continuar la lucha contra el fascismo, en nombre de la República, después de haber sido vencidos por Franco. Los dejan solos, se meten en sus casas y vuelven al anonimato.
P. Y en España no se les tiene en cuenta…
R. Porque la democracia tampoco los reivindica. Tienen que ser Hollande y la alcaldesa de París los que los reivindiquen. Fue el presidente francés el que fue a los campamentos a decir que sentía vergüenza por lo que su país hizo con estos héroes.
P. ¿Y usted siente vergüenza?
R. Furia. Por eso escribí, enfurecido por el olvido de esta epopeya magnífica.
La epopeya de los soldados de La Nueve
En la presentación de la novela Héroes de días atrás, Juan Luis Cebrián recordó ayer en Madrid lo que dicen Haruki Murakami y Umberto Eco sobre la escritura y la lectura de una novela. en ambos casos, es como escalar montañas. Fernando Schwartz ha incluido en su última escalada aventuras y una historia de amor. El trasfondo es la aventura de La Nueve en la liberación de París, ocupada por los nazis. Pero en esa escalada lo que importan son sentimientos: los protagonistas buscan en realidad a una mujer. Y se encuentran, al final de esa epopeya, que están participando en la liberación de París el 24 de agosto de 1944.
El embajador de Francia, Yves Saint-Geours, precisó, porque lo supo de las mejores fuentes, que fue a las 21.22. Cebrián indicó que Schwartz ha completado “una escalada complicada” para explicar también una historia española muy poco conocida entre nosotros.
Ha sido una española de origen, la alcaldesa de la capital francesa, Anne Hidalgo, la que más se ha empeñado en que La Nueve tenga su sitio en la historia de París. Hidalgo envió anoche un mensaje de reconocimiento al trabajo de Schwartz.
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