Brasil y Argentina mostrarán el cine latino en Cannes

Esta vez no será México, sino Brasil y Argentina los países que llevarán el cine latinoamericano a la selección oficial del Festival de Cannes, con los directores Kleber Mendonça Filho (Aquarius) en la competición oficial, y Francisco Márquez y Andrea Testa, con La larga noche de Francisco Sanctis en la sección Una cierta mirada.Pese a ello, se trata de una de las ocasiones en que la representación del continente es más reducida: solo dos de las 49 seleccionadas.

Aquarius, segundo filme de Kleber Mendonça Filho, competirá por la Palma de Oro en la 69ª edición del principal festival de cine del mundo, que se celebrará en la localidad francesa del 11 al 22 de mayo. La nominación de Aquarius es vital para el cine brasileño. Desde el inicio de su renacimiento, en el año 2000 (más o menos al mismo tiempo que otras cinematografías de América Latina recuperaban el aliento), Brasil va construyendo su presencia en festivales internacionales, aunque a un ritmo más lento que países como Argentina, por ejemplo, o México que es ya un asiduo en Cannes, Berlín o en los Oscar de Hollywood.

Por contra, la presencia de ficción brasileña en el circuito internacional era escasa, algo que solo cambió en 2012, gracias precisamente a la primera obra de Mendonça, excrítico de cine. Esa ópera prima, titulada O som ao redor (El sonido alrededor), fue considerada la mejor cinta brasileña de los últimos 10 años y valorada como uno de los mejores reflejos de la realidad nacional, incluso representó a Brasil como mejor película extranjera en la ceremonia de los Oscar de 2014. Por eso, Aquarius llega al prestigioso certamen francés con grandes expectativas. Con Sonia Braga en el papel principal, la película habla de Clara, una escritora y crítica de música jubilada que vive con tres hijos, ya adultos, es viuda y tiene el don de viajar en el tiempo.

Pero Aquarius no es la única producción brasileña: el cortometraje A moça que dançou com o diabo (La chica que bailó con el diablo), de João Paulo Miranda Maria, también aspira a un galardón en su categoría y trata de una chica de una familia religiosa, que sale a bailar durante el festivo de Pascua y se encuentra con el diablo en la piel de un chico.

Mientras, La larga noche de Francisco Sanctis, que se presentará en la sección Una cierta mirada, la segunda más importante, es la ópera prima de dos jóvenes cineastas argentinos, Francisco Márquez y Andrea Testa, que cuentan las desventuras de un gris y aburrido oficinista que se ve envuelto en un conflicto en una noche que cambiará su vida en plena dictadura de Videla.

“Estamos felices con lo de Cannes, aún no terminamos de caer”, aseguraron Márquez y Testa a la prensa argentina. “De hecho tuvimos que leer varias veces el mail que confirmaba nuestra presencia”, dijeron ambos que se disponen a lanzar la película en el Bafici, el festival de cine de Buenos Aires, que precisamente se inauguró ayer.