¿Hay otro retrato tras la Mona Lisa?
Un científico francés asegura haber encontrado una segunda imagen bajo capas de pintura
La enigmática sonrisa de la Mona Lisa, cuya identidad ha sido objeto de especulación a lo largo de los siglos, encierra un sorprendente secreto que un científico francés asegura haber desentrañado. Nada menos que un segundo retrato escondido bajo sus capas de pintura, y reconstruido por Pascal Cotte gracias a las herramientas digitales, que proyecta la imagen de una mujer diferente, con rasgos más femeninos y la mirada claramente enfocada hacia un lado. Esa habría sido la modelo original de Leonardo da Vinci, según la aseveración de su descubridor, presentada anoche en un programa de la BBC entre el escepticismo de destacados expertos.
El museo parisino del Louvre, que dio acceso a Cotte para analizar su más famosa pintura durante la última década, no ha querido pronunciarse sobre los controvertidos resultados del estudio realizado por este pionero de la técnica llamada Método de Amplificación de Capas. El científico proyectó una serie de luces intensas sobre el cuadro, para tomar después con una cámara las medidas de sus reflejos y recrear con ellas la imagen de esa otra Mona Lisa. Cotte sostiene que esos son los verdaderos rasgos de Lisa Gherardini, la esposa de un comerciante de seda florentino considerada por muchos la modelo del maestro del Renacimiento, aunque algunos historiadores del arte apunten a Mona Pacifia, amante del mecenas de Leonardo, Giuliano di Lorenzi de Medici. O, en otras palabras, que Lisa Gherardini no sería La Gioconda que conocemos.
Algunas teorías mantienen que Leonardo pintó más de una versión del cuadro y, a pesar de que se cree que trabajó en su obra entre 1503 y 1517, no existe la certeza sobre las fechas en las que el artista comenzó y finalizó el encargo.
"Ahora podemos analizar exactamente lo que hay bajo las capas de pintura y reconstruir toda la cronología", explica Cotte en un documental emitido por el segundo canal de la BBC bajo el título Los Secretos de Mona Lisa y presentado por el historiador del arte Andrew Graham-Dixon. El científico francés halló otras dos imágenes bajo la superficie del cuadro, la de grabados de Leonardo de un tocado de perlas y los contornos borrosos de un retrato con cabeza y nariz grande, manos enormes y labios pequeños. Cofundador de la empresa Lumiere Technology, Cotte reivindica haber reconstruido con su técnica trazos de otras imágenes que persisten entre las capas del retrato.
"No tengo duda de que esta es definitivamente una de las historias del siglo", ha proclamado Graham-Dixon sobre el supuesto hallazgo que no convence al profesor emérito de Historia del Arte de la Universidad de Oxford Martin Kemp. "Es cierto que la obra fue sometida a cambios sustanciales, pero resulta insostenible afirmar que hay dos o tres pinturas escondidas bajo la superficie que pueden hallarse pelando sus capas. El proceso de composición de Leonardo era muy fluido y en continua evolución", mantiene Kemp. Otro experto amparado en el anonimato para criticar a Cotte, y cuyas declaraciones recoge The Independent, considera que el científico francés "ha dedicado demasiado al Photoshop".
Babelia
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