“El mundo dice que soy fuerte, empiezo a creer que lo soy”
Elza Soares tiene más de 60 años de carrera y una vida de película: criada en la favela, madre a los 13 años y viuda a los 18
"Tú. Tú. Trátame de tú". A los 78 años, Elza Soares, una de las cantantes más reconocidas de Brasil, rechaza las fórmulas de cortesía propias de su edad. Tiene más de 60 años de carrera y una vida de película: criada en la favela, madre a los 13 años y viuda a los 18, se casó con Garrincha, estrella del fútbol brasileño, y ha visto morir a cinco de sus nueve hijos. Ahora se recupera de varias operaciones de columna, pero se niega a rendirse: acaba de lanzar A mulher do fim do mundo (La mujer del fin del mundo), su primer disco de canciones inéditas, en el que canta sobre sexo, violencia y discriminación al ritmo de samba, rock y rap. Además, el padre de la cantante británica Amy Winehouse —fallecida en 2011 por intoxicación etílica— la ha invitado a la gira promocional que hará en Brasil en noviembre.
La cantante recibe a EL PAÍS en su piso de Copacabana, en Río de Janeiro. Llega despacio, apoyada en sus asistentes, que le ayudan a aterrizar en el sofá. Vestida de negro, con las cejas y una peluca moradas, finalmente, se sienta y dispara: "¡Vamos allá!".
Pregunta. Pasó por momentos muy difíciles, física y personalmente, y nunca ha parado de cantar. ¿Es la fortaleza su principal característica?
Respuesta. Todo el mundo dice que soy fuerte, empiezo a creer que lo soy. Encaro la vida como viene, se hizo para ser vivida, no puedes quedarte parada en el tiempo. Mientras tengas fuerzas para caminar tienes que continuar. En mi caso, una infancia difícil te hace muy fuerte.
P. Dicen que lo peor que una madre puede sufrir es la pérdida de un hijo, y acaba de perder, mientras grababa el disco, a Gilson, de 59 años. ¿Qué les diría a las madres que pasan por este drama?
R. Que no se desesperen, porque no somos las únicas. Es duro, no tienes palabras, te sientes ahogada, se te pone un nudo en la garganta, es demasiado duro. Yo sirvo como ejemplo para mis hijas, soy un ejemplo en la familia. Es muy difícil que llore. La música me hace bien, es mi remedio. La música es la medicina del alma y cuando alimentas el alma te vuelves más fuerte.
P. Usted trabaja rodeada de hombres. ¿Se entiende mejor con ellos?
R. Siempre me entendí bien con los hombres y fue más difícil con las mujeres. No sé por qué, es difícil de explicar, tal vez por la garra, por la fuerza de la mujer que soy. Tal vez ellas me juzguen muy... [Elza levanta la nariz hacia el techo] creída, ¿sabes? Pero yo no soy nada de eso, soy una persona muy sencilla. Aunque, cuando quiero las cosas, las quiero.
P. Mirando desde sus 78 años de experiencia, ¿habría hecho algo diferente?
R. No me arrepiento de nada de lo que hice, pero me arrepiento de lo que no he hecho y que aún no sé qué es. Mientras tenga vida hay esperanza. Todos tenemos algo que hacer que no sabemos lo que es.
P. Siempre ha dicho que es difícil que una mujer pobre y negra llegue a ese nivel que has alcanzado. ¿Hoy los tiempos son diferentes?
R. Para mí fue a base de lucha, buscando, sin miedo, sin parar, sabiendo dónde estaba el prejuicio. Ya fui vetada por ser negra, pero lo superé. Si ha mejorado o no, no lo sé, continúo caminando.
P. La canción Para fuder (Para follar) describe sin pelos en la lengua escenas de pasión. ¿Cuál es el papel que la sexualidad tiene en su vida hoy?
R. Kiko Dinucci escribió esa canción para mí. Dijo que se imaginó esa escena conmigo. Estoy muy sola debido a mi columna, ¿entiendes? Pero existe, yo aún la siento, me gusta, es maravillosa, alimenta la carne. Creo que tiene que existir. ¿Quién no alimenta su carne? Lo sano es alimentar la carne, ¿no?
P. Hace un año usted hablaba de las elecciones y afirmaba que iba a confiarle su voto a Dilma Rousseff. ¿Se arrepiente?
R. ¿No te dije que no me arrepiento de lo que hago, sino de lo que no hago? Ya está hecho y creo que ella va a salir de esta. Está sola. Espero que lo consiga. Como mujer, también ha pasado por muchas cosas en la vida.
Babelia
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