Diez películas ganadoras en Morelia que puedes ver en línea
FilminLatino, la plataforma de cine mexicano en línea, elige para EL PAÍS un decálogo para conocer el festival
Se dice que México es siempre el país invitado al Festival de cine de Morelia, que este viernes inicia su edición decimotercera. Desde su creación, en el 2003, ha mostrado decenas de películas producidas en el país e impulsado a los nuevos talentos nacionales. Gracias a él, las audiencias han conocido migrantes amenazados en su camino a Estados Unidos, músicos guerrilleros, empleadas domésticas que como herencia reciben la mascota de su dueña y abuelas alcohólicas que se embriagan de nostalgia. FilminLatino, la plataforma en línea de cine mexicano, ha elegido especialmente para EL PAÍS diez películas, cinco ficciones y cinco documentales, para conocer algunas de las ganadoras que han pasado por sus pantallas.
1.- Alamar, Pedro González Rubio (2009)
Jorge y su hijo, Natan, visitan el mar poco antes de separarse. El documental captura los momentos más íntimos de la relación entre ambos, que viven en mundos opuestos. El menor vive con su madre italiana, mientras que su padre es un pescador de orígenes mayas. La película está filmada dentro de una reserva natural del caribe mexicano. Por ello, las locaciones de aguas transparentes prestan un inigualable fondo a una tierna historia.
2.- El premio, de Paula Markovitch (2011)
Lucía obliga a Cecilia, una niña de siete años, a guardar un importante secreto. La menor no debe revelar su identidad en el colegio porque podría poner en riesgo su vida y la de su madre. Esto transforma a la niña, que vive en los tiempos de la dictadura militar argentina. Este fue el primer largometraje de Paula Markovitch, una experimentada guionista que escribió películas mexicanas que han cosechado éxitos como Temporada de patos y Sin remitente.
3.- La jaula de oro, de Diego Quemada-Díez (2013)
Todos los días cientos de migrantes cruzan México rumbo a Estados Unidos en una travesía llena de peligro. El director escuchó más de 600 testimonios de centroamericanos que se montaron en La Bestia, el tren que parte de la frontera sur hacia el norte, para documentar el guión. Quemada-Díez, el realizador, centra su historia en tres adolescentes que emprenden un camino lleno de incertidumbre. La cinta también ganó el Ariel a mejor película, el premio que otorga la Academia mexicana.
4.- El violín, de Francisco Vargas (2005)
El octogenario Plutarco Hidalgo esconde tras su frágil figura un secreto. Además de ser un músico rural es también integrante de una guerrilla que planea en las montañas sublevarse contra el Gobierno. Cuando los soldados irrumpen en el pueblo para detener a los conspiradores, Plutarco huye y se esconde en el monte. En un plan para tratar de ayudar a los capturados le arrebatan su apreciado violín. Para recuperarlo, deberá entablar una amistad con sus adversarios. La película, en blanco y negro, es una de las más poderosas que se han hecho en el país en los últimos años.
5.- Quebranto, Roberto Fiesco (2013)
En este documental, la memoria es la patria para Coral Bonelli y Lilia Ortega, su madre. Coral es un travesti que fue actor en su infancia, en la década de los setenta. Ambos viven en Garibaldi, el sórdido barrio de los mariachis en el centro de la Ciudad de México. Añoran el pasado, pero siguen percibiendo el futuro con esperanza. Por esa razón ambas siguen actuando.
6.- Workers, de José Luis Valle (2013)
Tijuana, una ciudad en la frontera con Estados Unidos, está llena de gente trabajadora. Rafael es un empleado de limpieza que lleva esperando su jubilación. Lidia es una sirvienta que ha heredado el perro de su difunta dueña millonaria. Ambos son víctimas de injusticias laborales. Tendrán la oportunidad de revertirlas al emprender una silenciosa batalla contra el sistema.
7.- El informe Toledo, de Albino Álvarez Gómez (2009)
Un documental sobre Francisco Toledo, uno de los artistas vivos más importantes de México. El pintor, discípulo de Rufino Tamayo transita por la ciudad de Oaxaca, la ciudad que habita, donde es considerado una leyenda. Toledo habla de sus años formativos, su paso por la Ciudad de México, su estancia en París y su activismo político. Para guiar el relato, el director utiliza una animación de Informe para una academia, un breve relato de Franz Kafka. El trabajo de Álvarez Gómez sobresale en un medio donde escasea el retrato cinematográfico de las grandes figuras de la cultura mexicana.
8.- El lugar más pequeño, Tatiana Huezo (2011)
Una ópera prima documental sobre los sobrevivientes del conflicto armado en El Salvador, que duró 12 años y dejó 80.000 muertos. Pero la obra de la salvadoreña Huezo no es una crónica de la tragedia, sino un relato hecho por las víctimas que regresan a un pequeño pueblo. Esas primeras impresiones del sitio devastado forman un duelo colectivo. La primera obra de la realizadora ha sido celebrada por la crítica.
9.- En el hoyo, de Juan Carlos Rulfo (2006)
El escritor Juan Rulfo hizo una trayectoria literaria con dos breves obras con las que se consagró retratando al mexicano común. Su hijo, Juan Carlos, no escribe, pero sí hace cine. En el hoyo es un documental sobre la construcción de una colosal obra en la Ciudad de México. En él se captan las vidas y emociones de los albañiles y paseantes que aprecian la vida que transcurre en la construcción.
10.- No quiero dormir sola, de Natalia Beristain (2012)
Dos generaciones colisionan y se ven forzadas a convivir cuando Amanda, una solitaria joven que comparte sus noches con amantes pasajeros, se ve obligada a cuidar de su abuela Dolores, una vieja actriz con problemas de alcoholismo que vive recordando sus glorias pasadas. La película, la ópera prima de Beristain, fue aclamada por la crítica y las audiencias, que lograron identificarse con la relación creada por las actrices Adriana Roel y Mariana Gajá.
Babelia
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