Casi cuatro décadas en la estela del ‘Halcón Milenario’
EL PAÍS ha seguido la evolución de la saga desde su llegada a España en 1977
Star Wars: el despertar de la fuerza llega a las pantallas el próximo diciembre, 28 años después del comienzo de la saga hoy convertida en leyenda.
Aterriza en España La guerra de las galaxias
La guerra de las galaxias, como fue llamada en su estreno la primera entrega, aterrizó en España en septiembre de 1977, en el Festival de San Sebastián. EL PAÍS apenas tenía un año de vida. El enviado especial al festival, Jesús Fernández Santos, destacó entonces la capacidad de George Lucas para "humanizar la ciencia-ficción" a través "de los eternos esquemas de la novela de aventuras de los libros de caballerías, de las clásicas historias de guerra, de los relatos wéstern".
Tres años después George Lucas trajo El imperio contraataca. La crítica vino de nuevo de la mano de Jesús Fernández Santos, quien ya auguraba larga vida a la saga. "Este nuevo capítulo (...) supone sobre todo un triunfo de los medios técnicos al servicio de lo espectacular, a base de maquetas, sonido y decorados jugados sabiamente", escribía el crítico cinematográfico del periódico.
El retorno del Jedi, rodada "como una ópera"
El retorno del Jedi llegó con la policía británica a la busca de copias ilegales. Hubo un robo de los originales prácticamente el día de su estreno en el Reino Unido, como contó nuestra entonces corresponsal en Londres, Soledad Gallego-Díaz. Richard Marquand, director de la tercera entrega (posteriormente convertida en sexta según el orden cronológico del relato), hablaba en Sevilla sobre cómo había rodado la cinta "como una ópera, con un sentido wagneriano" y trabajado con los monstruos "exactamente como si fueran seres humanos".
Vuelve la saga: La amenaza fantasma
Dieciséis años tuvieron que esperar los apasionados de Star Wars para ver las "precuelas". La primera, La amenaza fantasma, se estrenó en 200 ciudades de España, con 350 copias. Fueron cifras récord. El regreso de Star Wars dio juego a corresponsales, columnistas y editorialistas para hablar del riesgo de proliferación nuclear por medio de un símil cinematográfico.
El ataque de los clones, solo en cámara digital
En 2002 fue el turno de El ataque de los clones, la primera gran producción de Hollywood rodada íntegramente con cámara digital. Jordi José y Manuel Moreno desgranaban los errores más patentes del filme, como rasguños que se sanan por arte de magia o huellas en la arena que desaparecen. Una vez más, actualidad y cine se mezclaban y el entonces juez en activo Baltasar Garzón comparaba en EL PAÍS la inminente guerra de Irak con la quinta entrega de George Lucas.
Por último, La venganza de los sith fue el culmen del "sentimiento de nostalgia colectiva" instalado en centenares de cines del mundo, como contaba Elsa Fernández Santos con motivo de la llegada de la película a España, en 2005. La saga parecía haber alcanzado su fin, a tenor de la respuesta que daba George Lucas a una pregunta sobre el futuro de las aventuras de Luke Skywalker, Obi Wan-Kenobi o C3PO: "Es el fin. El filme se inicia con Darth Vader cuando es joven y termina con su muerte. No sé adónde más puedo llevarlo".
Star Wars siguió dando que hablar. Pasó con el nacimiento de una serie de cómics basados en el borrador inicial del que George Lucas escribió la primera palabra en 1973 y que presentaba a un R2-D2 que habla o un Han Solo gigante, verde y con branquias. O con las eternas rencillas que han trufado rodajes y posados de los protagonistas. Los últimos grandes momentos de protagonismo han sido la estudiada difusión del primer y el segundo tráiler de la séptima entrega. El martes llegará uno nuevo.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.