México comienza un camino de ‘600 millas’ rumbo al Oscar

México ha comenzado un viaje de larga distancia rumbo a los Oscar del próximo año. La Academia mexicana ha elegido a 600 millas, la ópera prima de Gabriel Ripstein, hijo de Arturo Ripstein, para que represente al país en la próxima edición de los galardones, que se celebrará el 28 de febrero de 2016. Los miembros de la Academia de Estados Unidos aún deberán nominarla en la categoría de mejor película extranjera. La tiresia, de Jorge Pérez Solano, también ha sido seleccionada para cruzar el Atlántico y competir en los Goya del próximo año.

La película de Ripstein, seleccionada entre 14 cintas, retrata el tráfico de armas entre México y Estados Unidos. La compleja temática se aborda a través de la relación entre Hank Harris (Tim Roth), un agente estadounidense, que es secuestrado cuando trataba de capturar a Arnulfo (Kristyan Ferrer), un joven traficante de armas para los cárteles mexicanos. Arnulfo viaja 600 millas de carretera para llevar a su presa ante sus jefes.

“Me da curiosidad y morbo ver si los estadounidenses conectan con la película”, dijo Ripstein poco después del anuncio hecho por Blanca Guerra, la presidenta de la Academia. 600 millas tuvo un gran inicio de año. En febrero ganó el premio de mejor ópera prima en la Berlinale. El 19 y 22 de septiembre será proyectada en la selección Horizontes latinos, del Festival de San Sebastián.

Pero la industria de Hollywood está poco influenciada por los triunfos en festivales. Por ello, los productores de 600 millas comenzarán un intenso lobby para conseguir que la película sea vista en Estados Unidos tras su estreno, en diciembre. “Lograr la nominación allá es complicado, pero hay que entrarle al toro por los cuernos. Vamos a dar la pelea tratando de ser agresivos, pero inteligentes”, agregó Ripstein.

El camino al Goya

Otro retrato del México profundo tratará de abrirse un lugar en la categoría de Mejor película iberoamericana en los Goya del próximo año. La tirisia, de Jorge Pérez Solano, es una intensa cinta sobre las costumbres, aún arraigadas en varios pueblos, de algunas mujeres que abandonan a sus hijos para establecerse con nuevas parejas. El director, originario de Oaxaca, observó este fenómeno en la zona de la mixteca. En estos lugares se dice que las madres que se vieron obligadas a desprenderse de sus vástagos quedan enfermas de tirisia (ictericia), que hace que el espíritu deje el cuerpo, según la creencia popular.

La película, con un árido paisaje de fondo, fue filmada durante varias semanas en paupérrimas localidades del Estado de Puebla. La cinta se distingue por sus potentes actuaciones, a cargo de Adriana Paz y Noe Hernández. Ambos fueron reconocidos en mayo en los premios Ariel, los galardones que entrega la Academia mexicana.

“Estas películas tienen temáticas de gran trascendencia. Nos llevan a conmovernos de muchas maneras”, dijo Blanca Guerra en una conferencia de prensa. La tirisia fue elegida entre 17 películas que deseaban acudir a Madrid a los premios.

El anuncio ha subrayado de nueva cuenta los graves problemas de distribución que sufren las películas mexicanas. La Academia manda al extranjero dos películas que nadie ha visto. 600 millas será estrenada en las salas mexicanas en diciembre, al mismo tiempo que en Estados Unidos. Para entonces habrá rodado mucho en festivales internacionales. La tirisia, una producción más modesta, ha quedado relegada a los circuitos culturales de la Ciudad de México. “Es una tristeza”, dijeron sus productores esta mañana. Aún tienen la esperanza de que el anuncio de este jueves despierte la curiosidad de los espectadores para que la vean.